Enchanted to meet you

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-¿Encontraron algo?- preguntó James y la cara de Sirius le afirmó que si pero no eran buenas noticias.

-Aparecieron los cuerpos de dos de las niñas muggles y un niño mágico, sin vida- se lamentó- no hay firma mágica en ninguno ni rastros de violencia a primera vista, se les están haciendo las pruebas correspondientes antes de entregar los cuerpos.

James se talló el rostro totalmente frustrado, algún maniaco estaba haciendo quien sabe que atrocidades con los niños y ellos no podían atrapar al culpable, ansiaba que llegaran las vacaciones para tener a Harry a su lado.

-¿Qué tal van las búsquedas?

-Los padres han estado haciendo rituales de sangre para encontrar a sus hijos pero algunos son mestizos y su magia familiar no es tan fuerte, de cualquier forma, se pierde el rastro, quien sea que lo haga, es un mago oscuro con mucho conocimiento

-¿Ha habido alguna profecía?

-Ninguna, no tenemos nada y mientras hablaba con algunas personas, escuché que Fudge y Dumbledore han cerrado el trato para el torneo de los tres magos en Hogwarts con el fin de mantener la atención alejada.

-¡Pero eso sería poner en riesgo a los niños!, con más personas hay más posibilidades de nuevas desapariciones- Sirius asintió sintiéndose impotente, pensaba en Harry y como haría lo que sea para proteger lo- tenemos que decirle a Malfoy, es el presidente de la junta de Hogwarts, algo puede hacer o llevar directamente esto al wizengamot, también tiene influencia.

-Depositas mucha confianza en él.

James sabía que si, estaba confiando en Lucius pero, lo hacía porque había visto de primera mano como el tipo se preocupaba por Draco y por sus amigos, antes, nunca habría imaginado ver a Lucius preocuparse por alguien más que él mismo pero, verlo tan protector con su hijo era algo digno de admirar, además, confiaba en que, de haber algún inconveniente, Remus intervendría, de lejos se podía ver quién tenía las riendas de ese matrimonio, así que si, podía confiar ciegamente en los Malfoy en base a lo que había visto.

-Bueno, haría lo que fuera por su hijo y tengo que llevarme bien con ellos porque, si conozco a Harry, se casará con Draco saliendo de Hogwarts.

-¿Quién iba a pensar que mi ahijado y el hijo de Moony estarían juntos? y yo quería deshacerme de ese niño- agregó divertido y James lo miró mal- hey, me río para no llorar, vamos, no me hagas esa cara que me siento como cuando mi mamá me corrió de la casa, además, les salió medio mal ¿no?, ¿crees que haya sido mi culpa? ¿que el pequeño Malfoy saliera algo tonto por la poción que le dimos a Moony?

-¡Cállate!, Draco no es tonto, es autista, simplemente no puedes jugar con eso- James, por primera vez en su vida estaba realmente molesto con su mejor amigo, no podía concebir el desprecio que Sirius tenía por el pequeño rubio- ¿lo odias?- así que lo preguntó- ¿odias a Draco?

-¿Por qué voy a odiar a un niño?- se burló

-No lo sé, por eso pregunto

-¿Odiar al niño por el que Moony nos dejó? ¿por qué voy a odiar la bastardo que se parece a Lucius Malfoy? ¿qué razón tendría al odiarlo si al final será el heredero Black porque Narcissa lo considera su hijo? ¿por qué debo odiar al mocoso que saca el lado paternal de Severus? ¿por qué odiar al niño que no solo me quitó todo mi pasado sino que ahora va por mi presente?

James lo miró como si tuviera dos cabezas, como si de pronto no conociera más al hombre frente a él, sabía de primera mano que Sirius tuvo una infancia difícil, que huyó del ceno familiar por pensar diferente, que era extrovertido, impulsivo, terco, pero de ahí a odiar a un niño que jamás había conocido, era una brecha bastante grande.