IV

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Seguían los días de rodaje, Amelia cada vez estaba mas cansada debido a que dormía poco, estaba muy ocupada practicando los maquillajes de los personajes para que de notara poco a poco como iban cambiando su tono de piel, suciedad en su cuerpo y rostro entre otras cosas al igual que el difícil maquillaje de las heridas, moretones, etc.

Ese día entre otras maquillistas tenían que hacer el maquillaje de Agustín Pardella el cual era el maquillaje mas complicado.

Estaba cansada pero aún así tenía que tener todas sus fuerzas, ya habían empezado con el rodaje en la montaña por lo que ahora se encontraba quedandose dormida en los asientos de la camioneta, teniendo a un Esreban bastante preocupado a su lado debido a que la notaba mas cansada de lo normal.

- Meli, ¿Te sientes bien? - Preguntó Esteban.

La femenina lo miró adormilada asintiendo con una leve sonrisa formada en sus labios.

- ¿Estás segura? - Volvió a reiterar el rubio.

- Si, solo cansada no he dormido bien es todo.. - Amelia se acomodó mejor y abrazó el brazo izquierdo de Esteban apoyandose en el hombro del mismo.

El actor quedó congelado ante su acción pero no la apartó ni tampoco se quejó, la dejó estar empezando suaves caricias en la cabellera rubia de la joven.

Luego de minutos llegaron a la montaña, todos estaban muy abrigados pero pronto se tenían que desabrigar para grabar, Amelia se fue a uno de los Camerinos y dejó sus pertenencias para dejar las brochas, sombras y demás maquillaje en el escritorio encendiendo las luces del espejo.

Suspiró derrotada sentandose en uno de los sillones esperando a que los actores vinieran a maquillarse, el último sería Agustín ya que como su maquillaje era el mas complicado tenían que hacerlo con calma y siendo el último sería mejor para las maquillistas.

La joven sin darse cuenta cayó en un sueño en el sofá, soñando en como maquillaba a los actores como si hubiera seguido con normalidad, cosa que no, ya que era un sueño.

De pronto en la lejanía escuchó una voz familiar llamándola "Amelia, Amelia" esa voz cada vez se hacía mas fuerte hasta que por fin despertó encontrandose a Esteban frente a su rostro.

- Hasta que despiertas, estuve cinco minutos tratando de despertarte. - Habló el rubio mientras reía por lo bajo.

- Ah.. Lo siento, ¿Vienes a maquillarte? - Preguntó la chica mientras se pasaba sus manos por los ojos para despertar mejor.

- Si, a eso vine. - Sonrió el mayor mientras se sentaba frente al espejo una vez vió que la chica ya estaba mas despierta.

Amelia empezó su trabajo, tratando de mantener su concentración cosa que no lograba ante el sueño y cansancio que tenía.

Al terminar el maquillaje vió como no le había quedado como esperaba, haciendo que se enojara consigo misma y empezara a quitarle todo lo hecho en el rostro a Esteban.

- Dios, voy a tener que empezar de nuevo, no quedó como quería. - Se quejó la femina con un rostro de desagrado.

Por otro lado el actor observaba a la chica embobado, nunca había visto a Amelia de esa forma, de una manera le sorprendía y de otra le preocupaba pero a la vez le gustaba ver una parte diferente de ella.

Eran sentimientos confusos, pero se obstinó a no comentar nada y dejar que la maquillista siguiera su trabajo nuevamente.

Esteban fue el penúltimo en ser maquillado ante todos los problemas que tuvo Amelia por el sueño.

- Ya terminé, puedes irte. - Suspiró Amelia mientras pasaba sus manos por su cabello estresada.

- Gracias... - Observó el estrés en la chica pero no sabía como reaccionar ante esa situación simplemente salió del camerino con una expresión de preocupación demostrada en su rostro.

𝖣𝖾 𝗉𝗋𝗈𝗇𝗍𝗈 𝗎𝗇 𝖺𝖼𝖼𝗂𝖽𝖾𝗇𝗍𝖾  |  Esteban KukuriczkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora