Quédate conmigo

Primero

Martes 20 de febrero

Llegaba tarde a clase, nada nuevo en estás últimas semanas. Da igual que me levantase pronto siempre había algo que hacía que me retardase.
Al entrar al aula intenté no hacer ruido, me resultó bastante imposible, la puerta era antigua parecía la de una iglesia chirriaba al abrir y daba portazo al cerrar. Me lleve una mirada tanto por parte de mi profesor como por parte de mis compañeros.

- Señorita Hodar, llega tarde
- Lo siento
- ¿El que concretamente? ¿Interrumpir? ¿No llegar a la hora?
- Las dos

No sabía donde meterme en ese momento, me moría de vergüenza, no me gustaba que me llamasen la atención, por lo que abrí el ordenador y me puse a escribir en notas todo lo que decía el profesor.
Dos horas más tarde acabo aquella insufrible clase y con ello mi vuelta a casa y es que los martes tenían esa magia de tener solo dos horas de un temario insufrible.

Al llegar me puse un rato la tele, no me apetecía hacer otra cosa. Tras un breve zapin por los canales me decante por poner una serie policiaca que había a la que sabía que no haría mucho caso ya que terminaría mirando TikTok

- ¿Hola?.- Escuche a mi querida compañera de piso desde el recibidor.- Vio, ¿estás en casa?
- Siiiiiii en el sofá
- Eres una vaga
- ¿Me lo vas a decir tú?
- Vengo del gimnasio
- Jajajajaja
- No es un chiste
- ¿En serio?
- Si
- Bea
- Dime
- ¿Estás bien?
- Eres imbécil amiga
- ¿Que haces tú en el gym?
- Bueno coincidi con alguien y tuve que hacer como que voy al gimnasio
- Jajajaja
- No te rías y ponte con la comida. Que luego llegamos tarde a trabajar
- Eres la alegría de la huerta
- Me voy a duchar, haz comida
- Si señora

No me complique la vida con la comida e hice sopa y filetes de pollo a la plancha. Para cuando Bea bajo ya estaba todo preparado para comer

- Te trato demasiado bien
- Siempre a mesa puesta
- Cuéntame
- ¿Que?
- Tu mañana
- Ah pues iba en el metro hacia la facultad te lo prometo y cuando llegué...
- No le des misterio
- Ninguna de las compañeras con las que me llevo bien se había dignado a levantarse, por lo que decidí volver y a la vuelta me encontré a Lau y me dijo que iba al gym y ya sabes que soy super bocazas y la dije que iba con ella
- Eres un desastre Beatriz
- Ya el viernes hemos quedado
- Bueno bueno que pasos más agitados amiga
- Te puedes reír un rato de tu madre
- Si lo se

Seguí riéndome de mi amiga hasta que nos dio por mirar la hora e hicimos lo de siempre tirar los platos a la pila y salir corriendo al trabajo.

- Almudennnnna
- Violennnnta
- ¿Que nos toca?
- A ti y a Violennnta la biblioteca infantil y a mi la de adultos
- ¿Hay cuentacuentos?
- Siip hay un pase a las cinco y otro a las siete
- ¿Uno cada una?
- Hago yo el de las siete que se que te gusta menos
- Gracias Vio
- Nos vemos a la salida
- Adioos Denna

El trabajo básicamente consistía en mandar callar, recomendar libros, decir en qué sección están y en prestar libros. De cinco a cinco y media ese trabajo lo hacía sola ya que Bea leía un cuento a un grupo de niños cosa que se invertía a las siete.

- Hola
- Hola pequeño, ¿no estás en el cuentacuentos?
- Es que yo no quería venir. Además son cuentos para niños pequeños y yo ya tengo seis años
- ¿Y entonces que haces aquí?
- Pues mi hermana me trae con el hermano de su novio, aunque ella dice que son mejores amigos. Mira es aquel chico del bigote, la de gafas es mi hermana y el niño ese de ahí es con el que me obligan a venir y no me cae bien
- ¿Te gustan los libros?
- Los del espacio y los dinosaurios
- Mira vamos a hacer una cosa. Lo primero es presentarme.- Dije levantándome y agachándome a su altura.-Soy Violeta ¿y tu?
- Arthur
- Que bonito nombre. Te voy a dar un libro que habla de dinosaurios y universo pero antes tenemos que avisar a tu hermana para que no se preocupe
- No se ha dado cuenta de que no estoy que se aguante
- Pero luego se va a poner triste cuando vea que no estás
- Que me busquen
- Bueno pues hacemos una cosa
- ¿Cuál?
- Te sientas ahí en esa mesa delante de mi y si necesitas o quieres algo vienes ¿vale?
- Está bien Violeta, muchas gracias
- A ti enano

Seguí trabajando sin perder de vista al enano, quién de vez en cuando me subía los dos pulgares en señal de que estaba bien. Una de las veces que me levanté a enseñar un libro a una niña me acerque a ver cómo iba y me dijo que era el mejor libro del mundo.
Unos diez minutos después vi a la chica de la que me había hablado Arthur hablar preocupada con Bea y acto seguido correr hacia mi

- Está ahí leyendo
- ¿Que?
- Tu hermano, que está ahí leyendo
- Que sea la última vez que desapareces así Arthur, me has asustado
- Me obligaste a venir
- NO...
- Disculpa esto es una biblioteca aquí no se levanta la voz y el niño no ha hecho nada malo, se ha acercado y hemos encontrado un libro que le gustase desde entonces no se ha movido de esa silla
- Vio no te metas
- Aquí no se levanta la voz, si quieren pueden salir fuera
- Eso nos vamos a casa que no quiero estar más aquí con él
- Arthur...
- No vámonos
- Está bien
- Espera espera
- Toma Violeta mi carnet de biblioteca me quiero llevar unos días el libro a casa
- Está bien Arthur, ven
- Ves, ella me entiende
- No hagas sufrir a tu hermana anda y vuelve cuando quieras tengo muchos más cuentos como ese
- Volveré si estás tú
- Claro que si. Adiós
- Adios
- Siempre liándola
- Le aburría el libro no es mi culpa. Además el vino a mi
- Tienes un don para los niños Vio
- Bueno tampoco es para tanto
- Anda que no