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Viernes 9 de junio (Kiki)

Hoy era el día.

Hoy era el putísimo día en el que le pediría a Vivi que fuera la mujer de mi vida para siempre.

Estaba muy nerviosa. Y eso que había conseguido disimular estos días para que Vivi no sospechase nada.

Me encontraba escribiéndole una nota con instrucciones, ya que yo iba a recoger y vestir a los niños y no nos veríamos hasta la noche

"Hola amor, si estás leyendo esto, es que todo ha salido bien.

Lo primero que tengo que decirte es que no no te voy a dejar, no te asustes que nos conocemos. Esto simplemente es una carta con instrucciones a seguir para encontrarnos en un sitio a una hora concreta.

Llegarás muerta de hambre, por eso en el microondas te esperan unos spaghetti a la carbonara, pero la de verdad sin nata, con yema y mucho parmesano.

Después relájate, lee un rato, ve una película de las tuyas y descansa. Incluso duérmete si quieres, no va a haber ni niños ni mujer que te moleste.

Para no perder ese momento zen, dúchate o báñate tendrás tiempo de sobra para lo que quieras.

Te he dejado la ropa preparada estirada en la cama, se lo que odias vestirte sin saber dónde vas o si lo que llevas es correcto, por lo que yo que si se donde vas te he dejado el outfit listo y confía en mi, he tenido ayuda de dos estilistas para saber que era el correrto.

Si mis cálculos no fallan sobre las ocho estaras lista. Cuando estés tienes que escribir a Salma, ella vendrá a buscarte y te llevará al punto de encuentro. Te vendará los ojos y no contestará a ninguna pregunta que tenga que ver con donde te está llevando. Aunque le puedes contar cómo ha sido el inicio de buscar un quinto baby. Así la animas a dar el último paso y hacer feliz a nuestra Beiti.

Cuando estés en el punto acordado iré en tu búsqueda y deberás confiar en mi hasta el último momento.

Nos vemos esta noche.

Disfruta de tu ratito para ti.

Te quiero, te quiero mucho.

Tu Kiki."

Le deje la nota en la encimera de la cocina donde se veia perfectamente y me fui. Tenía muchas cosas que hacer, entre ellas organizar la mesa del restaurante y dejar pedidos los segundos, ya que quitando a Vivi, sabía que querían el resto.

Después fui a por flores, quería que los gemelos y sus sobrinas la regalasen flores.

En el restaurante todo estaba en orden, por lo que seguí con mis recados. Ir a casa de Bea estirar la ropa de los niños, en agradecimiento preparar la comida, ya que hasta la hora de ir al restaurante íbamos a estar allí.

Este tiempo se me pasó verdaderamente lento, miraba el reloj cada cinco minutos y solo habían pasado uno o dos. Aún así entre los gemelos se me pasó un poco más rápido el tiempo pero no mucho.

Bea me ayudó a vestirme y a vestir a los niños y cuando estuvimos fuimos al restaurante.

Teníamos una sala para nosotros solos, en la que todos fueron llegando poco a poco. Cuando estuvimos todos empezamos a hablar y a tomar algo

- Salma dice que ya están llegado. Kiki te toca
- Gracias Bea. Niños, comportaos
- Si mama Kiki

Baje corriendo a la puerta principal del restaurante, allí vi a Salma aparcar y acercarme a Vivi

- A partir de ahora es toda tuya. Yo me voy
- Gracias Salma. Estás preciosa amor
- Bueno, he tenido una buena estilista. Yo no puedo verte pero intuyo que también estás preciosa
- Gracias
- ¿Y ahora?
- Ahora tienes que poner toda tu confianza en mi porque vamos a subir unas escaleras muy largas
- Kiki
- No te voy a matar, soy la primera perjudicada
- Más te vale
- ¿Confías?
- Confío
- Pues vamos.- Con sumo cuidado subí los escalones con Vivi y solo hubo un tras pies. Cuando llegamos a la sala la coloque frente a mi, me arrodille y saque el anillo.- Vivi
- ¿Si?
- Quitate la venda
- Ay no.- fue lo primero que dijo nada más quitarse la venda.- No, ¿no?
- Violeta Isabel Hodar Feixas, ¿quieres casarte conmigo?
- Si si si si si y mil veces si.- La puse el anillo, me levantó y me besó dalente de toda nuestra familia.- Te quiero
- Y yo a ti amor. Ahora disfruta de la cena y de nuestra familia
- Gracias por venir
- La verdad es que la propuesta iba al final con el postre, pero bastante que ha esperado cuatro días como para hacerla esperar en el postre
- ¿Tu lo sabías?
- Si Rus, yo lo sabia, la ayude con la organización y con la compra del anillo
- Bueno, cero peleas que es mi fiesta de pedida

Comimos y bebimos unos más que otros, para mí lo más importante era que Vivi se lo pasará bien y así fue. Sobre todo con la sorpresa de los niños. A última hora de me ocurrio regalar un ramito de violetas a todas las invitadas, excepto a las niñas, que las regalé una diadema de violetas a cada uno.

Cuando dimos la cena por concluida y nos depediamos para ir a casa, mis suegros se empeñaron en llevarse a los niños y dejarnos el fin de semana para celebrar.

No solo quisieron llevarse a los niños, sino que también a mis sobrinas y tras un rato negándonos. Se salieron con la suya y se llevaron mi coche con los seis niños y ellos dos.

La verdad que en el fondo, muy en el fondo si queríamos que se los llevasen, sobre todo Almu y Alex, que el embarazo la tenía más caliente de la cuenta.

- Amor
- Dime
- Hoy, me has hecho verdaderamente feliz
- ¿Te ha gustado entonces?
- Tener un tiempo para mí, para leer, y darme un baño y mimarme ya es hacer mucho por mi, y lo necesitaba. Últimamente entre corregir y los niños apenas he tenido tiempo para ti ni para mí. Tiempo es el mejor regalo
- Y ahora tus padres nos han regalado tiempo para nosotras
- Al final me lo has pedido
- Lo acordamos una vez, ¿te acuerdas?
- Si claro que me acuerdo. Lo que no me esperaba era que cumplieras
- Casarnos nos vendrá muy bien para muchas cosas. Hablando con tu madre, me dijo que lo lógico era que lo hiciéramos en el juzgado para poder adelantar trámites y luego hacer una boda bien con invitados y eso. ¿Como lo ves?
- Lo veo muy bien
- Perfecto porque el martes a las once tenemos cita, ya tengo los papeles organizados
- Kiki
- ¿Que?
- El martes
- Si, Almu, Rus y Bea serán nuestras testigos
- Eso sí que me sorprende
- Me muero de ganas de estar contigo para siempre, perdona la impaciencia por casarme contigo
- Yo también Kiki, así que no te preocupes. Me encanta la idea de que en cuatro días nos vayamos a casar legalmente
- Yo también me muero de ganas. Solo hay una cosa que no me gusta
- ¿Cuál?
- Solo tengo cuatro días para dirigirme a ti como mi futura esposa
- Luego seré tu mujer
- Mmmm, te imaginas el miércoles cuando nos despertemos y te diga, "¿que tal ha dormido mi esposa?" o "¿como ha amanecido mi preciosa mujer?"
- A mi la idea me encanta
- Y nuestra primera noche de sexo, la primera de recién casadas. Esa noche va ser increíble
- Bueno primero vamos con la de recien prometidas








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Quedan dos capítulos, dos epílogos

    • La boda
    • Una comida años más tarde

Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora