Vigésimo

1.3K 42 0
                                    

Jueves 4 de abril

- Sabes que es lo que más me gusta de que estés con Kiki
- Verás
- Tiene coche y vive en casa
- No te hacía tan interesada Bea
- Estoy muy cansada los jueves
- Lleva viniendo toda la semana
- Pero porque no le gusta que vayamos solas. Bueno que tú vayas sola. Yo soy el daño colateral
- ¿Estás nerviosa?
- ¿Yo?
- Jueves de cerves en el pisito la primera vez con Salma de invitada
- También es el primero de las Kivis como pareja
- Ya pero nosotras pasamos juntas mucho tiempo y tu y Salma no
- También. No te creo jajajaja
- ¿Que?
- Ahora vas a ver. No te gires que entonces se pierde la magia
- Miedo me das
- Yo no debería darte miedo me conoces. Pero hay otraaaa
- Holaa
- Hola amore
- Hola Kikita
- Con permiso Bea.- Bea le asintió y me lla me besó, me pilló desprevenida pero tarde poco en devolvérselo.- ¿Que tal la tarde?
- Bueno como siempre. ¿No vienes pronto?
- Tengo otro trabajo y necesito libros
- ¿Cuales?
- Puff mira necesito ver lo que se lee en las distintas etapas de crecimiento de desarrollo de los niños. Y necesito un libro de cada etapa. Y luego ver a Almu necesito libros sobre maternidad
- Anda vamos que te acompaño
- ¿También a ver a Almu?
- Si venga ves andando a la zona infantil
- Tu delante
- No bonita que me vas mirando en culo
- ¿Y como se que tu no lo vas a hacer?
- Porque estoy trabajando
- Shit
- Mmmm pues si que se notan las sentadillas en el gym
- Mira Violet mmmm tienes dos opciones o caminas a mi altura y me vas cogiendo los libros o como siga sintiendo tu mirada en mi culo te encierro en el cuarto donde guardas los libros esos viejos y no sales
- Pero te encerrarías conmigo. Por valorar la opción
- Te vas a ir a casa andado
- Bueno puedo ir corriendo detrás del coche para que se me ponga el culo como el tuyo
- Ya está Violeta

Dejo los libros en una estantería, me cogió de la mano y me arrastró al cuartito donde guardábamos libros viejos o que se habían roto. Con mucho cuidado y haciéndome de sufrir metió la mano por dentro de mi camiseta, con dos dedos y rozando todo mi canalillo con sumo cuidado cogió las llaves y abrió la puerta. La cerró rápidamente y  tras entrar, me acorraló contra ella. No tenía escapatoria, mi cuerpo estaba a punto de temblar entre la puerta y ella

- Te has portado mal Violeta. No puedes ser tan descarada en público
- ¿Me vas a castigar?
- No se.- Me miró de arriba a abajo con unos ojos que ya no eran verdes.- Entiende que me puedo sentir cosificada si me miras así
- Tu has venido a la biblioteca buscando un libro o buscando guerra
- Mmmmm buscando un libro obviamente
- Quién lo dirá Kiki, has tenido muy poco aguante
- Como el que tú tienes ahora. No paras de restregarte contra mi pierna. Diría yo que estás necesitada de algo
- Tenía la ligera certeza de que me ibas a echar un polvo. Quizás solo de imaginarlo.. y sabes
- Te has calentado
- Podrías ayudarme
- Mmmmm podría ayudarte o podría no ayudarte como has hecho tu con mis libros
- Kiki
- Suena a súplica. Me gusta que suene a súplica

No sonaba a súplica era una súplica. Necesitaba una dosis de Kiki y a ella le había dado por hacerme sufrir. Intenté besarla pero se apartaba, me estaba haciendo sufrir demasiado y en cualquier momento no en este obviamente le devolvería esta tortura triplicada. La mire a los ojos lo más sincera que pude y ella atacó directamente mi cuello. Necesitaba ese contacto, lo ansiaba. Intenté tocarme con mis propias manos, pero Kiki no me dejó, dominaba toda la situación. Me desabrochó los tres primeros botones de la camisa y se dio un festín entre mis pechos. Con una mano me agarraba mis manos para que no me tocase y con la otra me tapaba la boca para no gritar.
Me miró fijamente a los ojos y me daba vergüenza mirarla por lo que la aparte

- Si quieres que termine esto. Tendrás que mirarme a los ojos. No puedo oirte gritar mi nombre, pero si ver cómo se te ponen lo ojos en blanco
- Hazlo
- Si apartas un solo segundo tu mirada de mi lo dejaré y me iré
- Kiki
- Te he avisado.- Asentí y Kiki coló su mano bajo mis pantalones, casi se me vuelcan los ojos al primer contacto.- ¿Así estamos Vivi?
- Así me tienes guapa
- Tranquila que enseguida lo soluciono.- Kiki aumento el ritmo sin previo aviso y tardé menos de dos minutos en dejar los ojos en blanco y en sentir como me temblaba hasta el alma.- Que guapa estás después de correrte en mi mano
- Esto no va a quedar así
- ¿Vas a vengarte?
- Voy a enseñarte lo que es suplicar de verdad Kiki
- No te conviene jugar con fuego Vivi
- Ya veremos. Me voy a trabajar
- Me debes unos libros, pero voy antes al baño. Y creo que tú también deberías.- Dijo mientras me abrochaba los botones de la camisa
- Tu al baño público bonita. Yo al de trabajadores
- No te preocupes Vivi si nos vemos ahora

Deje salir a Kiki antes que yo y se marchó al baño. Yo me coloque el pelo y fui al baño de personal. Donde me eche agua en la cara y me acicale un poco. Estaba demasiado roja y no se quitaba, iba a matar a Kiki. Cuando llegue a mi mesa estaba Kiki sentada en ella hablando con Bea

- Ya no hace falta que me ayudes, Bea a hecho tu trabajo e incluso a ido a por los libros que necesitaba de Almu
- Ya hablaremos en casa Kiki
- Quién diría que has follado Vivi
- ¿Se lo has contado?
- No no me lo ha contado pero no soy tonta. Vamos a por Almu y a casa
- Hecho

Salimos de trabajar y nos montamos en el coche. Almu y Bea se miraban con cara de no entender nada ya que había un silencio sepulcral en el coche.

- ¿Que pasó? Peleasteis
- No
- No
- ¿Y el silencio?
- Yo estoy con mis dolores de tripa. Esos que me dan a veces y no se que es ni porque
- Hace media hora no estabas tan mal
- Ya no se no se
- Si no puedes conducir aparca y vamos andando
- Si puedo conducir estamos cerca
- A lo mejor un sobre esfuerzo
- No no se
- Ahora llegas a casa y te echas. Y pedimos cita con el médico me da igual que no quieras Kiki. Llevas así tiempo
- No me voy a oponer Vivi tranquila

Llegamos a casa y Kiki me preocupaba de vez en cuando le daban estos dolores de tripa, venían de la nada y también se iban como si nada. Espero a que vinieran las chicas, se disculpo y se metió en la cama. No exagero si cada media hora me pasaba a ver cómo estaba. Me tenía muy preocupada


Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora