Trigésimo

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Viernes 10 de Mayo (Kiki)

Estaba tranquila en casa, mientras hacía un trabajo para la universidad, uno que llevaba una maqueta, en la que tenía que pegar con una pistola de silicona cosas en un cartón. Tener un gato cotilla no ayuda porque todo lo quería tocar y se podía quemar y quedar pegado. A eso se le sumaba que tenía que hacer botellas sensoriales y que mi gato no me dejaba en paz.

Me daban ganas de encerrarle, pero que tipo de madre sería si lo encerrarse. Con suerte se durmió y me dejó seguir trabajando.

Me encantaba mi carrera, pese a que me estaba costando muchísimo sacarla. Psicología no era nada fácil y menos para una persona como yo, me daban alguna que otra facilidad pero no podía ser siempre asi. Y esa era una de las principales causas por las que había elegido esta carrera, sabía que podía ayudar a niños como yo a tener una infancia mejor de lo que la mía. Por eso me tomaba muy enserio los trabajos y todas las manualidades quería poder usarlas en un futuro.

Entorno a las ocho menos diez sonó el telefonillo y no esperaba a nadie, por lo que decidí no levantarme. Al ver la insistencia fui a ver quién era

- ¿Diga?
- Violeta soy mama

Ante esas palabras me quedé a cuadros. No sabía muy bien que hacer o como iba a reaccionar Violeta si llega a casa y ve a su madre aquí. Aun así supuse que debía abrir la puerta, había venido desde Granada e igual quería algo importante. Espere a que subiera junto a la puerta, era una situación bastante extraña.
Cuando entro y vio que no era Violeta se quedó un poco a cuadros

- Hola Violeta llega ahora de trabajar. Yo soy Chiara
- Hola Chiara soy Susana la madre de Violeta, ¿te importa si la espero aquí?
- No, siéntese ahora recojo
- No tranquila, se te veía muy ocupada
- Es un trabajo de la universidad, pero de verdad que lo recojo
- Que no mujer, termina tranquila estás en tu casa
- Vale gracias

Escribí a Vivi, a Almu y a Bea pero ninguna de las tres me contestó. Y la situación me estaba empezando a dar ansiedad. Vivi siempre me había dicho lo mal que se llevaba con su madre y lo mal que le había tratado de niña por lo que el miedo a dormir en el cuarto de invitados al dejar a su madre entrar era real.

La mujer no hablaba, se limitaba a ver cómo me pegaba con la pistola de silicona. Y la verdad que parecía hacerle risa porque me miraban con una cara bastante graciosa.

- ¿Estudias magisterio con Violeta?
- No. Psicología y musicoterapia
- ¿Y de que la conoces?
- Almu su mejor amiga es la novia de mi primo
- Aaah. ¿Y eso que haces?
- Botellas sensoriales a veces los sonidos calman a los niños. Esto es una tabla también sensorial pero para el tacto, también calma, sobre todo a los niños con autismo
- Se te ve muy aplicada
- Gracias
- ¿Sabes cuanto va a tardar Violeta?
- Pues no mucho. Porque Alex la trae en coche, normalmente voy yo, pero llevo un poco de retraso con el trabajo y ha ido mi primo
- Gracias
- ¿Quiere beber algo? Se me ha olvidado preguntar
- No gracias, tranquila
- Vale

Volví al trabajo y cuando casi lo tuve terminado, aparecieron los primos y Violeta. Su cara fue un auténtico cuadro al ver a su madre en el salón.

- ¿Mama?
- Parece que no te alegras de verme
- No es eso, es que no te esperaba
- Es lo que tienen las sorpresas
- Yaya. ¿Hablamos en mi cuarto?
- Claro, después de ti.- Las vi desaparecer por el pasillo, las dos con la misma cara extraña
- ¿Y Bea?
- Con Salma
- ¿Y mi baby?
- Igual que cuando me has llamado esta mañana Kiki
- ¿Como ha sido?
- ¿El que?
- Recibir a tu suegra
- Ah raro, llamo y no se me sabía mal hacerla esperar
- ¿Le has dicho que eres la novia de su hija?
- No, me ha preguntado si estudio con Vivi, de que la conozco y que estaba haciendo
- ¿Le has dicho que la conoces de follartela?
- Que bruto eres Alejandro
- Toda la razón Kiki
- No se cómo va a salir eso
- Va a salir bien, tu te has comportado muy bien
- Si llega a ser al revés y vengo y le planto un beso hubiera sido más raro
- Si pero lo has hecho perfecto. Tu trabajo ¿lo has acabado?
- Casi. Mirad que monas me han quedado las botellas. Cada una tiene un sonido si las agitais. Y por colores, rojo enfado y suena fuerte a garbanzos contra el metal. Y esta tabla mirad que bien las texturas, hay muchas diferentes
- Si yo fuera profesora te pondría una matrícula de honor
- Gracias Almu eres la mejor.- Salió Violeta sin cara de seta al igual que su madre.
- Bueno Chiara un placer. Ojalá te pongan muy buena nota en ese trabajo. Nos vemos mañana Violeta. Adioos
- Chao
- Ven aquí y cuéntanos ya
- Ha venido a ver cómo estoy, a comprobar cómo me va la universidad y mañana quiere comer conmigo y ya he aprovechado a decirle que le voy a presentar a mi pareja
- Oyeee que yo no tengo la culpa, no quiero ir
- Tu vas por abrirle la puerta
- Yo creo que tú madre no es tonta y sabe que tú pareja es Kiki
- No se lo he dicho
- Pues mira, para empezar hay tres cuartos, uno en el que pone Bea en la puerta, otro sin apenas decoración con una cama hecha y vuestro cuarto que tiene tus cosas, los instrumentos de Kiki. Y las fotos, tenéis una foto vuestra enmarcada
- Ah pues igual
- Bueno eso me da igual ahora vienes y me besas.- Se acercó y me besó con muchas ansias.- O freanas o no me controlo
- Parate que estamos nosotros aquí
- Vamos a pedir comida y a pasar una noche zen tras la visita de mi madre
- Ayudame a recoger
- Tendrás morro
- Que pida Almu, que sabe lo que nos gusta a todos y lo que ella puede comer y mientras Alex y tu me ayudais a recoger. Porfi.- Puse esa cara de perrito abandonado a la que sabía que no podían decir que no
- Está bien vamos
- Biiieeen
- ¿Que tal con mi madre?
- No se. Raro. No parecía una bruja como mi madre pero he hablado con ella un rato no puedo juzgar mucho
- No te preocupes que yo también la noto rara
- Igual ha cambiado y quiere recuperar el tiempo
- No lo se
- Si eso es así Violeta, si de verdad ves que ha cambiado, deberías darle una oportunidad
- De momento la estoy tratando correctamente ¿no?
- Lo estás haciendo genial Vivi

Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora