Trigésimo segundo

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Viernes 17 de Mayo (Vivi)

- Kiki. El teléfono
- Cógelo no puedo salir ahora
- ¿Estás haciendo caquita?
- Violeta coge el teléfono y olvidame
- Vale.- Vi que era un teléfono que Kiki no tenía guardado.- Dígame
- Chiara
- No, soy Violeta, ella ahora mismo no puede ponerse
- Ah la amiguita del hospital. Cuando mi hija vuelva la dices que me llame a este número, que tenemos que hablar

No dijo nada mas y colgó. La odiaba y cada día que pasaba más. No entiendo como podía ser así con su hija.

- ¿Kiki? ¿Todo bien ahí dentro? Tengo malas noticias
- Sisis. Ya salgo. Cuéntame
- ¿Que haces?
- Nadaaa. Cuéntame
- Oye deberías decirme que haces. Que antes me has dicho que te olvide y está muy feo
- Me estoy depilando hija que de todo te tienes que enterar
- ¿Te ayudo?
- No no ya salgo. Me pones nerviosa
- Te pongo a secas Kiki
- No es el momento tengo una cuchilla muy cerca de mi cuerpo. Por favor me cuentas quién ha llamado
- Tu madre que cuando puedas la llames, parecía urgente
- AH AAAAAH FUCK
- KIKI
- Pasa corre

Entre y vi como a Kiki le caía un pequeño hilo de sangre desde la ingle hacia abajo

- Al final te has cortado
- Me he puesto nerviosa
- Deja que te cure
- Todo tuyo, no me veo muy bien ahí abajo
- Sabes que no hace falta que te depiles si no quieres ¿no? No quiero que lo hagas por mi
- No lo hacía por ti, lo hacía por las dos
- Ah. Pues que sepas que lo tienes que hacer por ti, porque quieres
- ¿Te ha dicho mi madre algo?
- No, que tenéis que hablar
- Ahora la llamaré
- Esto está
- La llamo y luego me ducho
- Pon el altavoz así me entero prometo no hablar a cambio nos duchamos juntas
- Así con esa invitación cualquiera dice que no
- Anda toma marca.- Le di el teléfono le dio a rellamar y puso el altavoz como me pedí
- Hola mama. Estaba en la ducha. ¿Quieres algo?
- Veo que tu amiguita te ha dado bien el mensaje
- Es mi novia mamá, pero como no te preocupas
- Lo que sea. ¿Como es que no estás con tus hermanos? ¿Como es que vives en Madrid con Dios sabe quién?
- La tía se volvió a Menorca y me dio la opción y la oportunidad de no volver a cambiar y quedarme con Vivi y Bea. Y con el primo Alex
- Lo que acordamos era que te encargarías de tus hermanos
- No la verdad que no. Porque me recogiste de Barcelona, me metiste en un coche por obligación y me soltaste en Madrid diciéndome que tenía que vivir con mi tía, y mis tres hermanos adoptivos. Yo ya no vivía en casa y es estresante. Además tengo veinte años ya no puedes darme órdenes como si tuviera seis
- Chiara
- No. No quiero saber nada de lo que me tenga aque decir. Soy feliz en Madrid
- Va a ser que no Chiara. Las cosas no son así
- Va a ser que tengo veinte años y paso de ti. No sabes lo que me preocupo o no por mis hermanos, ni la de veces que nos llamamos o hablamos. O como la tía Carmen se preocupa como una verdadera madre. O mi suegra, que también hablo con ella casi todos los días. Así que lo mejor para mí vida es que desaparezcas y sigas con tu fantástica vida. Adiós

Kiki colgó y la abrace muy fuertemente, quería que llorase y lo soltase todo pero mi pequeña no era así, se lo guardaría hasta que se le hiciera una bola.

- Me debes una ducha
- Suéltalo. No me voy a duchar contigo así. Necesitas gritar, llorar y soltarlo y como futura psicóloga lo sabes
- Vivi
- Somos pareja y debes tener la confianza como para llorar delante de mi
- La tengo, pero ahora no quiero llorar. No me sale. Lo que estoy es enfadada. No contigo obviamente. Pero tengo mucha confianza en ti que no se te olvide.
- ¿De verdad?
- Vivi, si no confiase en ti no te hubiera dejado entrar en mi, ni que me tocases. Ni te hubiera dicho que te quiero.
- ¿Me quieres?
- Te quiero y amo la forma en la que nos queremos, miramos y admiramos la una  a la otra
- Yo también te quiero y amo como nos queremos. Se ve tan puro y eso es gracias a ti
- No. Es por las dos porque las dos remamos a favor. Ahora me haces el favor de acompañarme en la ducha
- Está bien vamos

Pensé que la ducha con Kiki iba a ser una sesión de sexo salvaje, pero para nada, estaba súper equivocada y eso era lo que me gustaba que siempre conseguía sorprenderme. Fue una ducha muy lenta en la que una ducho a la otra a fondo lavando bien cada rincón de la piel, todo muy intimo y sensual. Y no solo quedo ahí, todo eso continuo al secarnos, ponernos crema, vestirnos e incluso secarnos el pelo con el secador. Terminamos en la cama, con Kiki tumbada en mis piernas y con mi persona acariciándole el pelo

- ¿Puedo llamar a tu madre?
- No me lo preguntes. Ella te ha demostrado en este tiempo que te adora. Llamala cuando quieras
- Tengo que robarte el móvil
- Hazlo. Compartimos hasta ropa interior, que más da que cojas mi móvil para llamar a la Su
- Gracias.- La di mi móvil y ella llamo y puso el altavoz.
- ¿Vio?
- ¿Tana?
- Sii. ¿Que haces llamando a mamá?
- Cosas mías. ¿Donde esta?
- En la cocina
- Llevale el teléfono
- Voy voy. Toma mama Vio
- Hola cariño
- Hola mama. Hay alguien que quiere hablar contigo
- ¿Chiara?
- Holaa
- Hola cielo, ¿como estas?
- Bueno
- ¿Que paso?
- Me llamo mi madre y discutimos. Me regañó por no vivir con mis hermanos y por hacer lo que yo quiero con veinte años
- Lo siento Chiara cariño. Ya sabes que los padres a vaces queremos lo mejor para nuestros hijos y a veces nos obcecamos pensando en lo bien que lo hacemos y solo la cagamos
- Yo no quiero una relación con ella. No así. Cada vez que hablo con ella acabo enfadada y sin saber quién soy
- Estás en tu derecho cielo
- Gracias Su, la verdad que hablar contigo me ayuda mucho
- A ti cariño. A mi también me gusta hablar contigo
- Gracias por lo que me toca
- Eres una celosa. Tienes que compartir a tu madre que yo no tengo
- Hay Su, como dice Chiara para las dos.
- ¿Y que haces?
- La cena para estos chicos
- ¿Y que hay de menú?
- Crema de calabacín y chuleta de Sajonia
- Mmmm que bueno yo no tengo cena porque tú hija no quiere hacerme cena
- Violeta hazle algo de comer, no sea que se vaya a esmallar
- Hay sobras. Sopa, filetes de pollo, arroz tres delicias
- Jo, yo quiero puré
- Cuando vengas te lo hago
- ¿De verdad?
- Ay mamá, que cara se le ha puesto. Se le han iluminado los ojillos
- Te lo prometo Chiara. Y si no me acuerdo yo, recuérdamelo tú
- Gracias de verdad
- A ti, por hacer tan feliz a mi hija. Y dicho eso tengo aquí a dos pesados reclamando su cena. Hablamos pronto
- Chao
- Adioos. Me gusta que tu mamá se preocupe por mi y que haya decidido retomar la relación contigo. Se la ve arrepentida de sus errores
- A mi también me gusta que esté de vuelta y que te trate muy bien. Eso me parece mejor que me trate bien a mi
- ¿Cenamos? O seguimos aquí así. Si seguimos así me voy a dormir sin cenar y puede que mañana me levanté a las seis con un hambre voraz y solo estés tú a mi lado y tenga que comerte
- Aunque me tienta tu propuesta las seis es muy pronto para un sábado. Vamos a por esas sobras

Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora