17.- MORE THAN A WOMAN

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Después de Navidad, la convivencia con Emily mejoro muchísimo. Habíamos tenido tiempo para conversar y parecía que al fin estaba confiando en mí. Le hable de mi vida antes del RAF, un poco de las locuras que hice y a ella parecían fascinarle, eso hizo que ella mostrara más sus sentimientos. Me hablo de lo que le había pasado a ella y su familia en Birmingham, de cómo creció alejada de su padre y como se refugió en los estudios y el conocimiento para lidiar con sus traumas. La disciplina le había ayudado a aislar sus sentimientos frente a los demás, por eso era como era. No cualquiera tenía el privilegio de conocer a la verdadera Emilia Bale.

También por eso mismo, adquirió su gusto por la cultura popular y Geek del siglo pasado, dice que las películas, los libros, la música, los comics, los videojuegos y todo lo que se ha preservado de esa época son el mejor medio que existe para entender cómo era la sociedad anteriormente, nos recuerdan todo lo que hemos aprendido como humanidad, nuestros sueños, nuestros logros, nuestras creencias, nuestros errores y nuestras aspiraciones. Aunque a veces sea doloroso recordar el pasado, es importante que no olvidemos todo lo que nos ha llevado a ser lo que somos, si no nos conocemos a nosotros mismos, nadie nos salvara de perdernos.

Esa ideología me gustaba, conocerse a sí mismo, saber de lo que somos capaces, lo que buscamos y lo que somos.

Aunque Emily y yo teníamos más cosas en común y hablábamos de películas, series de televisión, música, anécdotas de nuestros trabajos y demás, seguía sin tener la confianza de decirle lo que sentía por ella. Aún no éramos tan intimas para hablar de ese tipo de cosas, digamos que solo éramos amigas nada más, era difícil suponer si a Emily le gustaba más allá de eso. Era todo un mar de secretos esta mujer.

Nos encontrábamos en la semana de año nuevo, los amigos de Emily se habían ido de la ciudad y nos quedamos solas en el departamento. Ciertamente ambas estábamos aburridas esos días, más allá de conversar, no hacíamos nada juntas. Cada una seguía comiendo a diferentes horas y salíamos a nuestros asuntos independientemente.

Una noche Emily se comportó de una manera extraña, estaba particularmente de buen humor. En esa mañana ella estaba bajando por las escaleras cargando una caja y yo iba a subir, Emily resbalo, pero logre atraparla antes de que se lastimara. —Oh! Cielos, gracias Oxton...—. Cayo en mis brazos, me sonroje de los nervios, pero note que Emily estaba temblando sutilmente y no me soltaba los brazos. Podíamos suponer que era por el frio clima, pero no estaba segura. Seguimos como si nada hasta más adelante en la tarde, entre a ducharme antes del anochecer, pero cometí el descuido de dejar la puerta entreabierta sin que me diera cuenta. Me estaba enjabonando el cuerpo cuando escuche que la puerta rechino, rápidamente voltee a ver a la puerta y la vi moviéndose ligeramente, era como si alguien hubiera estado ahí y salió corriendo. Salí de la regadera con la toalla cubriéndome y me asomé hacia el pasillo, pero no había nadie. Me extraño bastante, solo pensaba: —Acaso será...? No! No sería capaz...—. La sola idea de que Emily me espiaba en la ducha me excitaba bastante. Cerré la puerta y junto a lo que había ocurrido esa mañana no pude evitar autocomplacerme un poco después de eso.

Había caído la noche, alrededor de las 8:00 P.M me encontraba viendo The Breakfast Club. El cine de John Hughes siempre me había hecho fantasear con haber crecido en esa época, me preguntaba que se sentía estar en una detención como esa, en la época actual los sistemas educativos ya no permiten castigos así. Así estaba yo esa noche, fantaseando con cosas tontas cuando Emily toco a mi puerta.

—Hola Lena, oye tengo antojo de unos cupcakes deliciosos que venden a unas calles de aquí y... ¿Quería saber si me querías acompañar?

Era extraño que Emily me invitara a salir a algún lado, pero no iba a desaprovechar semejante oportunidad. —Ehh! Claro, ¿Por qué no? —. No tarde en tomar mi abrigo y mis tenis para salir con ella. —Wow! Tranquila vaquera, no se van a acabar—. Respondió ante mi prisa por no hacerla esperar.

Live and Let Die: Una Historia de OverwatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora