☬ 𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜 ☬

40 27 35
                                    

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 4
𝑈𝑛 𝑏𝑢𝑒𝑛 𝑐ℎ𝑎𝑝𝑢𝑧𝑜́𝑛.

Ari

—¡Floppy! ¿Dónde estás? —grito llamándola.

Estábamos jugando a las escondidas pero ya se ha tardado en aparecer. Por algún motivo puedo hablar con la ranita dentro de mi mente. Creo que estoy un poco loca.

Floppy, comunícate conmigo, por favor.

Estoy algo preocupada. Debería haberla encontrado. Hay dos opciones: se escondió muy bien o algo le pasó. Quiero creer que es la primera opción.

Estoy en el bosque y ya está atardeciendo. Empieza a hacer frío. Me abrazo a mí misma. Miro a mi alrededor. Siento como si hubiera alguien cerca de mí. Suspiro al comprobar que no hay nadie y que son sólo ideas mías.

En la distancia veo a una persona recogiendo hierbas, tal vez son medicinales. Me acerco en silencio y espío con sigilo. Es un anciano. Quiero acercarme y ayudarlo con algo.

Se voltea hacia mí, de pronto, y me ve. Su cara estaba muy arrugada. Miré directamente a sus ojos café oscuro.

Mirando a sus ojos, unas imágenes se reproducieron en mi mente. Eran recuerdos, pero no me pertenecían.

—¡Cariño, ven a cenar! —una mujer llamaba a un niño de ojos café oscuros y alegres.

Era un campo, la mujer estaba de pie en la parte delantera de una pequeña casa de madera. Veo al niño a los ojos y es el mismo anciano que está frente a mí en el mundo real, puedo sentirlo. El niño comenzó a correr hacia la casa supongo que para cenar con la que creo que es su madre.

La imagen cambia a una más dolorosa.

Hay caos por todas partes. La misma casa de madera está quemándose. Se está destruyendo.

—¡Mamá! —el niño, que ahora se ve más crecido, está llorando.

Intenta encontrar a su madre. Él la ve, la mujer sonríe con tristeza antes de que un pedazo del techo incendiado le caiga encima.

—¡Mamá! —el grito de dolor del niño me quiebra el alma.

El niño es sacado de la casa por un hombre que vino a ayudar.

Observo al anciano frente a mí. Nos seguimos mirando a los ojos. Veo que una lágrima de puro dolor está rodando por su mejilla. Las imágenes continúan reproduciéndose en mi mente.

Está llevando flores a la tumba de su madre. Lo veo llorar. Está roto por dentro. La luz que había en sus ojos cuando era un niño desapareció por completo. Ahora debe tener unos veinte años más o menos.

—Lo siento, mamá. Me voy a reunir contigo allá en el cielo justo hoy —sonríe con tristeza—. Te he fallado.

Más lágrimas caen sobre la tumba de su madre.

La escena se corta ahí, pero sus recuerdos no terminan en ese momento.

Se encuentra en un acantilado. Soltó un grito desgarrador. El dolor es notable. Mira hacia abajo, decidido a lanzarse. Dudó por un segundo. Iba a hacerlo. Iba a suicidarse, sin embargo, cambió de opinión en el último momento.

Por algún motivo puedo escarbar en su alma, veo que es buena persona. Ha sufrido mucho. Tiene el alma rota. Él consiguió una novia y fue su esposa hasta hace unos pocos meses al parecer, ya que murió por enfermedad.

El anciano se queda mirándome. Veo un poco más allá en sus ojos. Lo observo muriendo solo en una cama. Da su último aliento pronunciando «Mamá», muere en ese momento sin nadie a su alrededor.

Me dió lástima. Abracé al anciano sin pensarlo y me marché en silencio, extrañada por lo que acababa de ocurrir.

Si le digo a mis amigos, tal vez no me crean así que no les diré. Además no es como si tuviera poderes, ¿o si? Nah, no puedo ver lo que hay en el alma de cada persona ni ver la manera en la que morirán. Haré como que no pasó nada.

Al final terminé encontrando a Floppy, dormida entre unos arbustos del bosque y regresamos a la casa del señor Mack.

• • •

No sabía que había una cascada en medio del bosque. Tahla y Hiram nos llevaron allí a escondidas de su tío, él no debía enterarse ya que supuestamente deberíamos estar en la escuela y nos escapamos.

Después de todo, el señor nos dejó quedarnos en su casa. Su última palabra es que al cumplir los dieciocho años nos iríamos y punto final. Estábamos agradecidos por esto y se lo pagamos metiéndonos en problemas, eso no es muy bueno de nuestra parte.

De igual modo estamos perdidos aquí.

Floppy, sí, la había traído, saltó a mi cabeza. Yvett dejó a Slang, su serpiente, en el suelo. Mab —se me pegó el apodo de Mabelle— vino con Kuro, su dragón y pues, Yordrick, como no tiene una mascota, está solo. Él se encuentra acompañado por Tahla, estos dos se gustan mucho al parecer.

Hiram se llevó a Yvett a otro lugar, espero no ser la única que nota lo que Hiram siente por una de mis mejores amigas, es obvio que la albina le gusta.

Mientras tanto yo pensé en un plan malévolo para asustar a Mab. Sé que le asusta mi ranita y Floppy me ha contado que le parece divertido asustarla.

Tomé a la rana dorada entre mis manos. Mostré una sonrisa malvada. Mabelle me miró a la cara y luego a la ranita. Entendió rápidamente mis intenciones.

—Oh, no —emitió ella.

—Oh, sí —reí con maldad.

Comencé a correr detrás de ella con la rana en la mano. Mab gritaba por ayuda. Seguía corriendo mientras me reía.

—¡Esto es tan divertido! —escuché la voz de Floppy en mi cabeza.

¡Así es!; le respondí.

—¡Gracias por hacerme feliz, Ariana!

Está bien, ¡pero no me llames Ariana, Floppy! Sólo debes decirme Ari, me gusta más así.

Seguí mi carrera detrás de Mab para continuar asustándola. Después de un rato me cansé y dejé de perseguirla. Ya estaba aburrida.

Miré el agua que caía de la cascada mientras estaba sentada en una piedra. No tengo la menor idea de dónde están mis amigos. Llevo un buen rato charlando con Floppy.

De la nada Tahla saltó al agua, salpicando sobre mí. Luego le siguió Yordrick y la salpicadura fue mayor. Me tapé la cara para evitar mojarme esta. Me quejé de esto aunque no me hicieron caso. Por último saltó Mabelle y su dragoncito.

Al final no tuve más opción que lanzarme también al agua y darme un buen chapuzón.

EL INICIO DE TODO (Somnus #1) #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora