☬ 𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑡𝑟𝑒́𝑠 ☬

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𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 23
𝐻𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑎 𝑣𝑒𝑟.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Mabelle viendo que tenía la cara Roja, con una sonrisa maliciosa.

Enrojecí más.

—N-nada —aseguré aunque tartamudear obviamente no la convencía.

Hiram me miraba, sonriendo de medio lado. Ayuda, esto es mucha presión.

De repente la música paró y se escuchó decir que los reyes habían llegado. Eso fue lo que me salvó. Sin decir nada me levanté de mi sitio y caminé muy rápido —pero con dificultad gracias a los tacones— hacia las puertas.

Una mujer alta, vestida de azul, como siempre, de cabello blanco y con una corona de piedras azules sobre su cabeza, sonreía tomando del brazo a un hombre de su altura y también de cabello blanco con una corona. A su lado, otro hombre con cara de amargado,  de cabello negro y ojos azules, miraba de reojo a una chica que parece como diez años más joven que él y ella tiene el cabello azul oscuro y los ojos rojos. A ella todos la miran con desdén, sin embargo, está hermosa con su vestido celeste.

Sí, ellos son la reina, el rey, el señor Mack y la vidente que hace brujería.

Sonrío a boca cerrada. Me acerco más a ellos. No puedo creer que todos estén aquí. Estoy tan emocionada que siento que voy a llorar. Mis ojos se van llenando de lágrimas y me contengo.

Los líderes principales se acercan a los reyes y comienzan a hablar sobre algo. Silver voltea a verme y me dedica una radiante sonrisa. Esta vez no puedo evitar soltar las lágrimas. Me apresuro más, por fin llegó y abrazo a la bruja con fuerza. Ella me rodea con sus brazos y me aprieta.

Bien, yo también voy a llorar.

Hasta que nos volvemos a ver. No puedo con la emoción.

—Dios mío, mírate —Silver toma mi mano al separarse de mí y me hace dar una vuelta—, ¡estás preciosa! Y has crecido. No mucho, pero creciste.

La nota de alegría en su voz me hace sonreír.

—Ay, no, si estás llorando me voy —la amargura de esa voz. Ese carácter que impone.

No pude evitar abrazarlo. El señor Mack me da unas palmaditas en la espalda y yo me separo.

—Lo extrañé, señor Mack —le dije, sonriendo.

—Yo también te extrañé —murmuró él en voz muy baja, tanto que apenas pude oírlo y pasó su mano por mi cabello de manera paternal.

Los reyes seguían hablando con los líderes. De repente, Vriahl se volteó hacia mí. Su aura era neutra, aunque se inclinaba un poco a la felicidad y a la emoción. Le sonreí y ella me devuelve la sonrisa. El rey también se voltea y me saluda con la mirada y un asentimiento. Pasaba lo mismo con el aura de él.

La reina se acercó a mí, con los brazos abiertos y también me abrazó. El rey imita a su esposa, se une al abrazo. Sentí como si mis verdaderos padres me estuvieran abrazando. Sentí seguridad. Los sentía como los brazos de unos padres que habían extrañado a su hija. Pero, lamentablemente, no son mis padres, y yo no soy esa hija que ellos hubieran deseado tener.

EL INICIO DE TODO (Somnus #1) #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora