CAPÍTULO 6: ¡VEGAS, BABY!

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Después de correr por todo el aeropuerto con maletas en mano en búsqueda de la aerolínea que nos correspondía, logramos registrar nuestro equipaje y con una hora de sobra antes de abordar el vuelo así que decidimos ir por un café en compañía de Cameron.

– Debes ponerte un límite con tu tarjeta de crédito, cariño. Ahora vives de tus ahorros y por más elevada que esté tu cuenta, uno nunca sabe que tanto puede gastar en las vegas hasta que lo experimenta – me advierte Emily que está sentada frente a mí en la pequeña mesa cuadrada de la cafetería con Cameron a su lado y Leah sentada a mi lado.

– Tranquila, mujer. – digo con exaspero – Eso no durará mucho. Regresando de estas merecidas vacaciones pondré en marcha mi nuevo empleo como abogada independiente.

Intento sonar segura, aunque la realidad es que ni siquiera estoy convencida que sea un plan que quiera llevar a cabo. No me he permitido pensar a largo plazo desde que renuncié y no lo haré hasta que regrese de este viaje. Sin embargo, aparento tener todo bajo control por mis amigas, las conozco y se que han estado preocupadas por mi desde que todo sucedió.

– No es por demeritar tus capacidades, Liv. Pero... – muerde su labio inferior pensando como endulzar sus palabras – ¿Crees que tomen en serio a la abogada independiente habiendo tantos monstruos de bufetes compitiendo entre sí?

No, por supuesto que no lo harán. Emily conoce muy bien mi trabajo, me ha escuchado durante años y ha visto mi piel endurecerse por el trato dentro de mi rubro.

El mundo de las leyes está plagado de alacranes dispuestos a despellejarte ante la mínima muestra de tus debilidades. Si quería hacerme notar tenía que comportarme como ellos, tenía que demostrar que ser hermosa no era mi único atributo a reconocer y que podía abrirme camino entre ellos sin darles nada a cambio.

El miedo se instala en mi espina dorsal así que lo empujo al fondo donde no puede paralizarme, como siempre lo hago. Paso saliva antes de fingir seguridad. Quisiera poder desmoronarme con mis amigos, sé que puedo hacerlo y me sostendrían sin rechistar, es solo que no me gusta verme débil o indefensa. Han sido años de educar a mi cerebro para no dejar ver mis inseguridades, ni siquiera de quien podría ayudarme a sanar.

– Haré que me tomen en serio – encojo mis hombros con fingida tranquilidad, a pesar de la opresión que siento en el pecho solo con pensar en lo difícil que será alcanzar mis metas después de mi renuncia.

– ¿Por qué no aceptas el trabajo que Mathew Bennett te ha ofrecido en repetidas ocasiones? – insiste. ¿Cameron no puede besarla hasta que sea la hora de abordar para que deje de hacer preguntas? –Su bufete es el más reconocido en el país. Es el abogado con más poder y renombre en los últimos tiempos.

El simple hecho de escuchar ese nombre me hace estremecer, tomo una papa frita y la meto a mi boca para ocultar mi expresión de mi amiga que clava sus ojos esperando cualquier respuesta que pueda sacar de mi lenguaje verbal.

Mathew sigue siendo el abogado que más respeto y admiro, sin embargo, me sentía incapaz de pedirle trabajo después de darle aquel sobre hace cinco años. Él sabe quién soy, sabe de dónde vengo y por qué esas pruebas llegaron a sus manos tan desesperadamente. Se podría decir que él sabe más de mí que cualquiera en esta mesa. Además, aun me siento inexperta para trabajar mano a mano con semejante monstruo. Me destruiría por completo demostrar que no soy suficiente para estar en su equipo y ver la desilusión en los ojos de mi ídolo.

–No creo que tenga lo que se necesita para trabajar con él. – suspiro –. ¿Qué le diría? "Hola Mathew soy Olivia Scazzi la que te dio las pruebas con las que encerraste a Elijah Yaakov y la que ha tenido sueños húmedos con tu hijo desde entonces"

INMINENTE ATRACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora