Lara.Media hora. Han pasado 30 minutos exactamente, según el reloj, y Michel no sale de la habitación.
Siento que mi plan salió horrible, porque inmediatamente salí, otra persona entro. Ángela. Al parecer, estaba siguiéndome. Ella está terminando lo que yo empecé, y no me importa, pero al mismo tiempo me molesta.
Se supone que tengo un plan. Y ella lo está arruinando.
Suelto un suspiro exasperado y hago el ademán de tomar una copa de champán cuando un camarero pasa por mi lado, pero alguien es más veloz y la toma por mi.
Me giro para ver al incauto de Ignazio Rotolo.
Sus ojos marrones me miran, desde arriba hasta abajo, y vuelve a subir a mis ojos, con una sonrisa que no me gusta para nada. No sé en qué, pero me recuerda un poco a Jasper.— ¿Qué quieres?
— Solo saludar— se hace el desentendido. Y sigo insistiendo en que no me gusta su mirada burlona.
Me quedo en silencio. Observó todo a mi alrededor.
— ¿Dónde está Michel?
— ¿Quién?— La respuesta sale antes de que él termine su pregunta, y me siento estúpida por no aguantarme—. No sé dé quien me hablas.
Se da un trago del champán y observa todo alrededor. Imitándome.
— Lo vi contigo.
— Viste mal. La otra mujer también es rubia, pero te pido que no me confundas.
— Eres la única con uno vestido blanco, rompiendo el código de vestimenta. Sé a quién vi, no vas a confundirme.
— Ahh.
Hago un mini puchero y sigo mirando. Hay hombres guapos. Y otros, con mucho poder. Sigo con ambos planes. O conquistar a Michel y que me deje libre. O conquistar a uno de estos que me saque sé aquí.
— ¿Dónde lo dejaste?
— Está vivo— digo con un suspiro—. Si es eso lo que te preocupa.
— Me preocupa más con quien lo dejaste— suelta con un tono exasperado, pero ya no presto más atención.— Lara.
— Está divertida la fiesta. Bailemos.
— ¿Dónde lo dejaste?
— No tengo idea.
— No volveré a preguntar.
— Te dije que no tengo idea.
— Si le pasa algo a Michel, te juro que te mato.
Sus palabras me alertan. No sé que parte, pero lo hacen.
— Está en su habitación. Está con Ángela.
No veo alivio en sus ojos. Y de la nada, como si ya estuviese planeado, un disparo irrumpe en la sala, alertando a todos quienes sacan sus armas y buscan protección.
ESTÁS LEYENDO
Deseos Retorcidos.
RomanceLara es secuestrada por la mafia italiana, lo que cambiará su vida, para bien o para mal.