El dragón y la novia

cap 37 [visitantes]

"Esto se está poniendo asquerosamente cursi". Han Sooyoung observó como el Dios y el guerrero estaban en el jardín jugando con los niños.

"Ellos son." Respondió Sangah, mientras caminaba hacia el gato que miraba.

Gilyoung no parecía muy contento con la presencia del guerrero, mientras Yoosung jugaba con Biyoo. El Dragón coqueteó no tan sutilmente con el guerrero de rostro estoico, quien simplemente giró su rostro hacia un lado cuando comenzó a sentirse molesto, pero sus orejas se enrojecieron ante la interacción.

Fue pacífico.

Demasiado pacífico.

Han Sooyoung entrecerró los ojos hacia el cielo.

Definitivamente algo anda mal.

Nada ha sido tan pacífico desde que el maldito guerrero llegó a sus vidas. Seguramente había algo...

Como si fuera una señal, fuertes sonidos de aleteos y ráfagas de viento alarmaron a los residentes del santuario. Un par de grandes masas dejaron caer su peso frente al santuario, alarmando al Dios impotente y distraído ante el grupo rugiente de afuera. La cabeza del Dios inmediatamente se giró hacia el erudito quien le sonrió.

"¡No me digas que los llamaste!" El Dios resopló, mirando más de lo que debería a un Biyoo descontento.

"¡No te dije idiota! ¡¿Por qué los llamaría ahora?!" El erudito escupió en respuesta, cuando los vientos cesaron repentinamente.

"Bueno, ¡no lo dejaría pasar ya que SELLASTE LA MALDITA PUERTA CON 'SU' AYUDA LA ÚLTIMA VEZ!" Dokja respondió bruscamente, haciendo que incluso el guerrero se sorprendiera y confundiera por su tono.

"Bueno, funcionó un poco, ¿no?" Dijo Han Sooyoung con aire de suficiencia, mientras señalaba hacia la novia del Dragón.

Un repentino y cortés golpe en la puerta hizo que la pareja mirara hacia la entrada.

El Dios Dragón gimió mientras se levantaba de su lugar para llegar a la puerta. Su Novia observó cada uno de sus movimientos, mientras él respiraba profundamente y hablaba.

"Habéis venido al Santuario de Oriente, declarad vuestro propósito a los visitantes". El Dios declaró de manera practicada.

"Occidente solicita paso para los sirvientes del Rey y la Reina de los Dragones Occidentales."

"Yo, el Dios del Sueño Más Antiguo, concedo el paso al Oeste". Dijo el Dios, haciendo que el santuario zumbara y el sello de la puerta de madera brillara en azul.

Con un suspiro, el Dios abrió la puerta y la abrió. E inmediatamente se abalanzó sobre una presencia familiar y enérgica.

"¡DOKJA-YAH~! ¡ Te extrañé !" Gritó cariñosamente la voz femenina mientras inmediatamente abrazaba al hombre sin reservas.