El dragón y la novia

cap 4 [juego de niños]

Joonghyuk miró el pacífico paisaje. La exuberante vegetación y la gente diligente dando vueltas con sonrisas en sus rostros.

Era desconcertante y antinatural para él.

Incluso cuando hizo todo lo posible para brindarle paz a Mia, él mismo no estaba familiarizado con ella. Sacrificó su propia paz personal a cambio de darle seguridad a su hermana y una comunidad que la sostendría incluso si él ya no estaba. . . Al menos eso era lo que pensaba.

Ahora no confiaba en nadie más que en él mismo para cuidar de Mia.

El guerrero miró a su hermana, que nunca se alejaba demasiado de él, mientras se sentaba en el césped a observar jugar a los otros niños. Tenía la mirada en sus ojos que tenían todos los niños cuando querían unirse, pero estaba demasiado asustada para acercarse o incluso preguntar.

Había otros tres niños en el palacio, un niño de cabello castaño oscuro, una niña de aproximadamente la misma edad que el niño, con cabello castaño claro y ojos penetrantes. El tercero era el niño más pequeño, de piel y cabello sorprendentemente pálidos, igual que el dueño de la casa. Ella caminaba tambaleándose mientras intentaba alcanzar a los dos niños mayores.

El guerrero se acercó a su hermana, mientras le acariciaba la cabeza, llamando su atención. Él asintió en silencio hacia los otros niños, como para animarla a ir.

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Mia estaba completamente fuera de lugar.

Al ser la única niña en su pueblo, no sabía jugar. Observó a los tres niños correr, mientras se perseguían unos a otros, riendo. Parecían tan felices y contentos que un sentimiento de celos burbujeaba en su corazón.

Ella no sabía qué hacer.

¿Y si no les agradaba?

¿Y si ella no fuera divertida?

¿Qué pasaría si la odiaran porque no sabía a qué estaban jugando?

Todo lo que podía hacer era juguetear con sus manos mientras miraba desde la distancia. Una palmadita familiar y fuerte en su cabeza llamó la atención de la niña cuando la mano de su hermano se posó sobre su cabeza. Él le indicó que debería ir y estar con los otros niños.

Ella dudó y se limitó a negar con la cabeza.

Preferiría simplemente mirar que ser rechazada por las personas que la rodean. . . De nuevo.

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"Es bueno ver que todavía estás vivo, maldito bastardo". Murmuró Han Sooyoung mientras entraba a la oficina del maestro. Las mesas de madera pulida y los rollos de pergamino cubrían el suelo mientras el maestro extendía los brazos. Se escuchó un estallido cuando se recostó en su asiento.

"¡¿Sabías lo doloroso que fue cubrir tu pálido trasero?!" Gritó mientras se sentaba frente al maestro.

"No estuve fuera por mucho tiempo, solo—"

"¡Has estado dormido por más de cien años! Un día desapareciste diciendo 'voy a salir a tomar una siesta' . Todos esperaban que regresaras después de dos o tres días, ¡NO FOLLANDO DURANTE CIEN AÑOS!" La erudita espetó, mientras golpeaba la mesa con su mano, sólo por el efecto dramático.