22. Tengo hambre.

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Me encontraba enfrente de cuatro dioses.
-Gracias a ustedes los dioses, pude revivir a mi amigo -dije.
Tupa se levantó y dijo:
-Has demostrado gran valentía, Ángel Ramos. Tu corazón y tus acciones han restablecido la armonía en este mundo. Pero recuerda que habrá más desafíos.
Tupa se sentó.
Se levanto Yvoty y dijo:
-Tus acciones han iluminado incluso las noches más oscuras. Como la luna ilumina los caminos, tú lograste iluminar el mundo.
Yvoty se sentó.
Se levanto Arasy y dijo:
-El resplandor de tu determinación ha brillado como el sol. A medida que el sol da vida y energía, tú has dado esperanza y renovación.
Arasy se sentó.
Se levanto Angatupyry y dijo:
-Tu coraje y fuerza son comparables a los truenos que resuenan en el cielo. Has enfrentado tormentas y las has disipado, mostrando tu fuerza de un verdadero líder.
Me emocioné. Por primera vez se me estaba reconociendo algún logro.
-Aprecio sus elogios -dije-, pero sé que mi viaje no ha terminado. ¿Cuál es el siguiente desafío?
Tupa dijo lo siguiente:
-La sabiduría es tu guía, Ángel Ramos. Aprende de tus errores. Tú eres una gran persona.
Yvoty dijo lo siguiente:
-Como la luna que brilla, Ángel, debes de brillar en los momentos más oscuros con esperanza y alegría.
Arasy dijo lo siguiente:
-Como el sol que se levanta y se oculta cada día, Ángel, debes ser perseverante y fiel a tus principios.
Angatupyry dijo lo siguiente:
-El trueno puede ser fuerte, pero también da luz, Ángel Ramos, no olvides la conexión con la naturaleza.
-Entiendo todo -dije-. Protegeré a los míos y no los defraudare.
Los cuatro dioses aplaudieron.
-Ángel, eres genial -dijo Óscar.
-Cállate, Óscar, o voy a sonrojarme -dije.
-Los quiero a los dos -dijo Luz.
Los tres nos abrazamos. Nos separamos.
-¿Pueden ayudarme? -pregunte.
Los cuatro dioses asintieron con la cabeza.
-¿Qué quieres, Ángel Ramos? -pregunto Tupa.
-Quiero hablar con mi madre -pedí.
-Esta bien -dijo Tupa.
Enfrente de mi apareció un brillo. El brillo se transformó en mi madre.
No lo pude creer.
-¡Mamá! -grite.
Le di un abrazo a mi madre.
-Hijo...
-Te necesito, mamá... -dije.
Las lágrimas salieron de mis ojos y llore.
-Siempre te voy a amar, Ángel. Hijo mío -dijo mi mamá.
-Mamá, la vida es muy dura. No se si podré seguir adelante -dije.
-Si, podrás, hijo -dijo mi mamá-. Siempre pudiste seguir adelante y siempre podrás. Soy tu Ángel de la guarda y siempre te protegeré.
-¡Te amo, mamá! -grite llorando.
Mi mamá se disolvía en muchos brillos hasta desaparecer lentamente.
-Mamá, yo quiero estar contigo. ¡Mamá!
-Hijo, te daré la mejor herencia.
-¿Cuál?
-La canción de cuna que se transmite de generación en generación.
-¿Cuál canción?
-La canción que yo te cantaba cuando tú eras un bebé.
-Creo que la recuerdo.
-La canción de cuna: Aguara, guara, eru nde rugua'i, eipeju peju toke ko mitã -Traducción: Zorro, trae tu cola y sóplalo para qque el niño se duerma. En Guaraní es hermoso, pero no tanto en español.
Mi mamá cantó hasta donde pudo. Su canto me calmaba.
-¡Mamáaa! -grite entre lágrimas. No pude aguantar.
Mi mamá me tranquilizó:
-Ángel, ten fe -fue lo último que dijo mi mamá.
Mire a los cuatro dioses.
-Hasta pronto, Ángel Ramos -dijo Angatupyry.
Luz y Óscar y yo fuimos teletransportados a la escuela de descendientes.
-Miau -dijo mi gato.
-Hola, Gato -dije.
Después todos me felicitaron por derrotar al Rey demonio.
-Es día de clases -dijo el lobo anciano.
-¿Serás mi profesor? -pregunte.
-Si, Ángel Ramos.
-¿Qué aprenderé? -pregunte.
-Crear un generador eléctrico.
-Me gusta.
Fui el primer alumno en ser descendiente del dios del rayo.
Las clases terminaron. Cargue a mi gato y nos fuimos a la casa de Óscar.
-Ahora somos hermanos -dijo Óscar.
-Si, hermanos -dije.
La familia de Óscar me adoptó. No les importa tener a otro hijo más.
-¡Mascota! -gritaron los hermanos de Óscar al ver a mi gato.
Mi gato recibió mucha atención y eso le encanta.
Tengo nueva casa. Nueva familia. Un nuevo comienzo.
Recibí la noticia de que el padre de Juan fue a la cárcel.
Juan fue adoptado por una familia que si lo ama. Me alegro por él.
Termino las vacaciones y empezó de nuevo las clases normales.
En el recreo estuve con Luz y Óscar.
-Siempre estaremos contigo, Ángel -dijo Óscar.
-No estas solo. Nos tenemos a nosotros -dijo Luz.
No pude evitar llorar.
Los tres nos abrazamos.
-Los amo -les dije.
Fue un año de locos. De un día al otro mi vida cambió. Pase de ser un niño normal y triste a un niño especial y feliz.
Ya no estoy solo. Tengo amigos y siento que puedo enfrentarme a cualquier desafío que se me presente.
Puedo copiar el examen de Luz y ganar más puntos en la escuela. Es trampa, pero yo soy así.
Puedo comer y dormir en la casa de Óscar. A él le encanta.
Tengo a mi nueva familia. A mi gato anaranjado. A mis amigos.
Tengo a mi Ángel de la guarda que es mi madre.
Tengo a los cuatro dioses para aconsejarme.
Tengo...
TENGO.
-Tengo hambre -dije.
Tengo esperanza.
Tengo fe.

FIN.

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NOTA DEL AUTOR:
Este es el capítulo final. No se preocupen ya que esto es una trilogía. Los futuros libros serán más largos.
¿Les gusto la historia?
Los leo.

ÁNGEL RAMOS (YA EN FÍSICO).  EL PERCY JACKSON PARAGUAYO. TRILOGIA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora