15. Confia

557 19 3
                                        

Despertar en la cama de la casa de Martin y no en la cama de la casa de los Hódar fue un poco chocante para mí. Pero es mi nueva vida desde hace una semana.

Violeta y yo no hemos podido vernos todavía. Susana Hódar tiene a Damián y a Miguel encima, acompañándola a donde quiera que vaya, y ni siquiera puede enviarme mensajes de texto porque su madre también tiene el móvil pinchado.

Alvaro es nuestra única fuente de comunicación. Cuando se encuentran en la uni, él le deja notas a ella para que me las dé, y yo hago lo mismo con él.

Esta mañana esto estaba debajo de la puerta. Probablemente lo dejó antes de ir a la escuela.

Es como si volviéramos al año 1500, cuando los jóvenes amantes utilizaban pergaminos y cartas secretas para comunicarse.

Y Vio y yo sólo podemos comunicarnos así ahora.

Mi amor, vivir con mi madre me está volviendo loca. Ya no la soporto.
Lo único que hace es decirme la terrible influencia que has tenido sobre Luna y sobre mí, y lo agradecidos que deberíamos estarle por haberse dado cuenta a tiempo.
La nueva niñera de mi hermana se llama Daphne y tiene 26 años. Lleva cinco años casada con un hombre, pero sin hijos porque no puede tenerlos. Su marido siempre está de viaje y ella eligió este trabajo para pasar el tiempo.
Ella está muy encima de mis pelotas, porque ve este trabajo simplemente como un pasatiempo mientras que tú, estabas realmente interesado en nosotros, y en nuestras necesidades.
Luna te había construido, con mi ayuda, un peluche con forma de cerezas, cosido con mis maravillosas manos de hada, y mi madre lo destruyó arrojándolo a la chimenea.
Se rompió a llorar y se marchó tras arrojar sus muletas al suelo, arrastrándose hasta el ascensor. Prometió que si no te dejan volver, no se irá, por despecho.
Te echo mucho de menos, pero ya lo sabes, ¿no?
Echo de menos todo de ti. Sobre todo, echo de menos despertarme a tu lado y oler tu perfume de flores.
Te juro que me escaparé en cuanto pueda sólo para verte.
Tengo 22 años y podría huir, dirás.
No, no lo puedo hacer. Mi madre tiene un puto documento que dice que hasta que no cumpla 25 años no puedo salir de casa, y que si me voy antes tengo que pagar dinero y no cobrar lo mío. Tengo una cuenta personal que sólo se puede utilizar en cuanto cumpla 25 años, de lo contrario soy una pelirroja sin dinero.
Odio a mi madre.
Odio a mi familia y a sus estúpidos egos.
Nos vamos de viaje a Barcelona esta semana para ver no sé qué museos.
Alvaro dijo que te dejaría venir con nosotros. Al menos podemos estar juntas durante tres días sin problemas.
Tendrás que venir con Santiago el miércoles y conseguir una habitación de hotel cerca de la mía.
Dime que no estás ocupada o algo así, o te juro que me muero.
Bueno, ahora tengo que irme.
Te quiero.
Tuya para siempre, Vivi.

Cuando termino de leer esa carta, sonrío como un bebé, tanto que Martin se da cuenta inmediatamente de quién es el remitente.

-Tu princesa pelliroja ha dado su noticia, ¿eh? ¿Cómo está?- pregunta mientras pone el desayuno delante de mí.

-Está bien, aunque su madre es una perra de primera clase. Me ha dicho que dentro de tres días tendré que irme con Santiago a Barcelona y alojarme en un hotel con ellos...- le explico a mi mejor amigo que sonríe divertido por todo ese drama de un programa de televisión.

-Es como estar en un episodio de Dinastía en el que los Carrington intentan arruinar la vida de Fallon en todos los sentidos..- explica entonces hablando del programa de televisión al que él y Juanjo son adictos.

-Voy a fingir que sé de qué hablas Martin...- digo riendo antes de comer una de mis tostadas de mermelada que amablemente me ha preparado.

Luego tomo un sorbo de colacao y vuelvo a releer la parte de la carta de Violeta en la que dice que me quiere.

MALA COSTUMBREDove le storie prendono vita. Scoprilo ora