2. Primera Semana

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Mi primera semana como niñera de Luna Hódar transcurre sin demasiados problemas, sobre todo teniendo en cuenta que, después de aquella tarde, la hija mayor de mis empleadores y yo hemos evitado incluso cruzarnos accidentalmente de alguna manera.

A diferencia de ella, en cambio, Sam y yo, el joven y apuesto chófer/guardaespaldas de la pequeña Hódar, no hacemos más que pasar juntos cada minuto libre.

Hace dos días llamé a mi hermana en mitad de la noche para que me diera noticias de ella y de mamá, y la chica me dijo que casi no tienen dinero, pero que lo conseguirán y que más allá de eso están bien.

Ahora mismo, Luna sigue en el colegio, pero hoy tengo la lista de arreglar la habitación de la niña, y lavar algo de ropa por mi cuenta, así que me quedé en casa.

Sam está con un cuenco en las manos, esperando que ponga toda la ropa sucia ahí.

Cuando por fin lo hago, me ayuda a llevarlos a la zona de la lavandería y juntos lo ponemos todo a lavar, luego vamos a la zona del salón a relajarnos un poco.

-Mañana es sábado. ¿Quieres que vayamos a comer pizza juntos? -me pregunta el joven conductor.

Asiento con la cabeza, pero entonces me acuerdo de Luna.

-No puedo dejarla aquí sola...- comento hablando de la pequeña.

-Y de hecho la llevaremos con nosotros. Lleva soñando con salir de esta casa como siempre...pero desde aquella noche ya no le dejan ni respirar el aire fuera de estas cuatro paredes...- explica el chico, despertando mi curiosidad.

-¿Qué quieres decir con "desde esa noche"?- pregunto esperando que me diga lo que espero.

Sam suspira y se maldice mentalmente, luego apunta sus ojos verdes hacia los míos y finalmente confiesa.

-Luna quedó paralizada porque alguien le atropelló con un coche. Desde entonces, el Sr. y la Sra. Hódar no le permiten ir sola a ningún sitio. Y ni siquiera con Violeta, ya que ella también estaba allí esa noche- explicó el joven conductor, confesando dos cosas importantes sobre la familia.

Ahora entiendo muchas cosas.

Entiendo el odio que une a las hermanas Hódar, o al menos, el odio que une a Violeta con la pequeña Luna.

Probablemente la mayor debía cuidarla pero no lo hizo, y tuvo ese accidente.

Me está empezando a caer mal la chica.

De repente, unos gritos procedentes del despacho del señor Hódar captan mi atención y la de Sam, que me indica que guarde silencio.

Susana Hódar está de vuelta en la casa, y su voz fuerte sobrepasa la de su hija mayor.

-NO PUEDO VOLVER ALLÍ. ¿POR QUÉ NO LO ENTIENDES? ME EXPULSARON-

Grita la chica, luego revela la razón por la que vino a casa.

-Haremos que te readmitan. Estoy segura de que encontraremos una cantidad adecuada para tu readmisión- reiteró su madre.

-QUIERO VOLVER A BARCELONA. TENGO A MIS AMIGOS AQUÍ. NO TE PREOCUPES, NO LE PONDRÉ UN DEDO ENCIMA A TU PRECIOSA PRINCESITA-

-PERO ME QUEDO AQUÍ. ¡ES MI PUTA CASA!-

Violeta abre la puerta y sale rápidamente del estudio de su padre, luego hacia la puerta.

-¡SAMUEL ACOMPAÑAME!- le grita al chico que inmediatamente se levanta y obedece la orden.

Veo que el chico me sonríe antes de salir y entonces oigo que Susana me llama pidiéndome que la acompañe.

MALA COSTUMBREDove le storie prendono vita. Scoprilo ora