Verde

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Alicent

Alicent camina desesperada por la habitación mientras espera que la Reina Rhaenyra haga acto de presencia, se lleva ambas manos a la cara y desea más que nunca enterrar sus uñas sobre su piel, para así mitigar un poco las sensaciones que la afectan en este momento.

No es la primera vez que Aegon desaparece, pero las palabras del maestre la están inquietando, Aegon sabe cuidarse y conoce la ciudad, pero durante un celo el juicio se ve nublado y son completamente vulnerables a sus instintos primitivos. Su hijo mayor sufre de calores fuertes cada que uno aparece, le preocupa que ahora que le han sido retirados los supresores e inhibidoras su hijo enfrente un calor mucho más intenso.

La última vez que tuvo un calor así de intenso Alicent tuvo que enviar a la mitad del castillo lejos de las habitaciones de su hijo mayor y confinar a sus otros hijos omegas con él. La mayoría había murmurado que el príncipe alfa Aegon se había encargado de los celos de sus hermanos omegas, nada más lejanos de la realidad. Pero Alicent decidió dejar que los rumores continuarán hasta que llegaron a Viserys quien con ligereza pregunto sobre la relación de Aegon y Aemond. Alicent comento que quizás Aegon podría tomar dos esposos como lo hizo su antecesor con el mismo nombre. Viserys negó ante esto y pidió que tuviera más cuidado sobre Aemond que podía ser comprometido con otro de los Lores, él menciono con sutileza a Jacaerys Velaryon, Aegon estaba "vinculado" con Helaena así que su hija no fue mencionada en la discusión. Alicent rechazó de inmediato las palabras del rey, incapaz de imaginar a su hijo siendo mancillado por dos Velaryon.

Viserys estuvo equivocado en muchas cosas a lo largo de su vida, pero Alicent pensó que tal vez hubiera sido una solución más viable él permitir que su hijo fuera comprometido con Velaryon. Así habría evitado que su padre, su hermano y Cole perdieran la vida por una causa que no tenía fundamento.

Los siete la escucharán y les dieran la razón a sus palabras. Aún temía por la vida de sus hijos, que fácil sería para ellos deshacerse de cada uno de sus hijos. Nadie haría nada.

Alicent desvía la mirada hacia la puerta cuando la escucha abrirse con un leve rechinido.

Rhaenyra entra en la habitación, ella lleva un vestido negro como lo ha hecho estos últimos días desde que fue coronada, su cabello está trenzado a la mitad y el resto de su cabello plateado cae sobre sus hombros.

— Alicent— dice Rhaenyra mientras camina hacia ella. La reina luce preocupada, y Alicent espera que esos sentimientos sean reales para poder apelar esto a su favor. — ¿Qué sucede? — pregunta con un evidente ceño de preocupación.

Alicent suspira al verla y se acerca a ella, sus manos están sobre las suyas tan pronto como esta delante de la reina. Su pulgar acaricia su dorso con suavidad, brindando un consuelo que la antigua reina sabe que necesita en este momento.

Rhaenyra no dice palabra alguna y solo la mira, sus ojos alentando a hablar.

— Aegon ha desaparecido, nadie lo ha visto desde hace horas — dice con voz rota.

La reina deja escapar un suspiro y le dedica una sonrisa de alivio. Sus manos van hacia su barbilla y la sostiene mientras acaricia su mejilla con el pulgar.

— Él no está encarcelado en sus habitaciones, es posible que solo este vagando por el castillo— Alicent abre la boca para protestar. La reina llama al guardia que está en la puerta sin desviar la atención de ella — Sir Erryk encárguese de que busquen a Aegon por todo el castillo, también envía a Joffrey a comprobar la presencia Sunfyre—. Sir Erryk hace una reverencia y se escabulle a cumplir las órdenes de su reina.

Rhaenyra da un paso atrás, pero sus manos vuelven a las suyas.

Sabe que Aemond mismo está buscando a Aegon por el castillo porque ella acudió a su ayuda primero antes de solicitar una audiencia con la reina. Pero no dice nada y se mantiene en su lugar, con Rhaenyra intentando apaciguarla.

Omega Meum (lucemond, jacaegon, daeffrey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora