Fuego

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Helaena se escabulle en los pasillos siendo cuidadosa, desde que su posición fue relegada de reina a hermana de la princesa Rhaenyra, las personas ya no ponían especial atención a ella como lo hacían antes, encontraba mas libertad en su situación actual, nunca ha sido fanática de que haya muchas personas a su alrededor, como los sirvientes que merodeaban por todos lados, le resultaba estresante, su nuevo estatus podía sentirse como un alivio para ella.

Se deslizo en los mismos pasillos por los cuales encontró a Lady Baela por la tarde mientras recorría los pasillos en busca de explorar y encontrar entretenimiento en una aburrida tarde, su madre estaba ocupada arreglando lo de Aegon con la reina, sus hermanos estaban juntos y ella se limito a ir a su habitación a aguardar hasta que empezó a desesperarse y opto por salir y fue entonces que Lady Baela la invito a acompañarla a los pasillos, sin vergüenza después de que acababa de estar entre las piernas de una sirviente omega que parecía complacida con sus atenciones.

Helaena se sonrojo ante el recuerdo.

Nunca consumo su matrimonio con Aegon porque ambos eran omegas, lo único que hicieron fue tocar sus labios cuando el septo supremo los declaro como esposos, Aegon solía buscar la compañía de otras personas y Helaena estaba decidida a respetar su matrimonio a pesar de que este fuera falso, pero su abuelo había comentado que Helaena debería tener un hijo, darle un heredero a Aegon para que su reclamo tuviera más peso, un hijo de la sangre Hightower. Helaena nunca conoció tales planes de su abuelo y se alegraba de no haberlo llegado a hacer.

Helaena no estaba conforme con la declaración que habían hecho anteponiéndose a los deseos de su padre de coronar a Rhaenyra, pero aun así estuvo presente durante la coronación de su esposo Aegon, viendo como la corona era colocada sobre su cabeza, tuvo un presentimiento que la hizo estremecerse al punto de tener que apretar sus manos con fuerza hasta que la piel se rompió bajo la presión de sus uñas, había una corona sobre la cabeza de Aegon, pero la condición en la que se encontraba era mas deplorable que su condición actual, siendo forzado a llevar una corona que no deseaba.

Era difícil estar segura acerca de sus presentimientos, en algunas ocasiones solían ser tan vividas que la aterrorizaban y otras veces eran cosas mínimas que terminaban sucediendo, algunas otras pese a la claridad nunca sucedían. comprendió que podía interferir en ellas y su intervención cambiaba el resultado de las cosas, algo tan fácil como mover un vaso de agua antes de que este fuera derramado, pero algunas cosas eran imposibles de cambiar por si solas. Algunas cosas estaban destinadas a suceder.

Dejo escapar un pesado suspiro y continúo caminando hasta llegar al lugar señalado en donde Lady Baela ya la esperaba con su cabello bien peinado en una coleta esponjosa que era cubierto por una capa de viaje que la cubría, ella le sonrió al verla llegar y Helaena correspondió a su amabilidad devolviendo el gesto.

— Princesa, pensé que no vendrías, parecías escandalizada con nuestro encuentro por la tarde— Helaena sintió su rostro calentarse, pero rápidamente negó no deseaba que Lady Baela creyera que tenia algo en su contra.

Helaena dio un paso hacia la mujer morena.

— No está en mi juzgar a nadie, Lady Baela, solo estaba sorprendida por tu decisión de acompañante— explico con timidez, — Pero su invitación llamo mi atención, estaba ansiosa por venir— reconoce con un sonrojo que empieza a causar que su rostro se caliente.

Baela asiente para sí misma y vuelve sus pasos hacia algo que estaba a sus espaldas, Helaena la sigue con la mirada curiosa por los movimientos de la otra omega, Baela regresa y le tiende una muda de ropa.

Omega Meum (lucemond, jacaegon, daeffrey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora