Incierto

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Aegon fue un bebé deseado, para nadie era un secreto lo mucho que el rey Viserys ansiaba el tener un hijo varón, las sirvientas cuchicheaban acerca de como la pobre reina Aemma fue abierta como un cerdo a causa de estos deseos, los dioses lo castigaron por el asesinato de su reina y no solo la madre sino también el hijo perdieron la vida en aquella luna, los dioses daban y los dioses quitaban, o por lo menos eso era lo que murmuraba la gente baja de la fortaleza y quizás más allá de los reinos, no podía saberlo. Lo que si podía saber era que las campanas sonaron el día de su nacimiento, avisando a todos de que el tan ansiado heredero del rey había nacido, la buena reina Alicent le dio su primer hijo varón, quienes la mayoría pronosticaban que se presentaría como un alfa y se convertiría en su heredero.

En ese momento cualquiera pensaría que el joven príncipe nacido del matrimonio de la reina Alicent y del Rey Viserys lo tenía todo.

Bueno Aegon no lo hizo, no se presento como un alfa ni se volvió el heredero de su padre, Aegon tenia una hermana mayor, una omega que fue nombrada heredera desde antes de que Aegon naciera, tampoco la mentira sobre su presentación ayudo a su causa porque su viejo y necio padre estaba ofendido de que los lores señalaran su decisión como un berrinche y entonces se negó a quitar a Rhaenyra de la línea de sucesión y favoreciéndola ante el resto mientras relegaba a Aegon a solo ser un segundo hijo.

Siempre temeroso de poder ser descubierto y acusado de ser un omega, pero su madre y su abuelo tenían un plan de reserva, ellos nunca admitieron que se presento como un omega, el maestre que lo descubrió fue encontrado muerto en su cama al poco tiempo y con eso las personas que sabían su verdadera naturaleza se reducía a su familia. No se negó, el hecho de presentarse como un omega lo hacia perder el poco estatus que tenía como hijo alfa del rey y lo dejaba tan vulnerable como al resto de sus hermanos.

Pero Aegon no se rinde y encuentra su camino, porque no solo esta en su naturaleza el ir en contra de la normativa, sino que también se aferra a las pocas cosas que tiene y que quiere. Nunca quiso ser rey, pero deseaba protegerse y proteger a sus hermanos por lo que tuvo que convertirse en lo que otros querían que fuera, y habría seguido siendo rey si ese bastardo de Jacaerys Velaryon no lo hubiera mordido y con esto le quitara todos los derechos que tenía como falso alfa.

El bastardo no solo lo mordió, sino que después de esto lo declaro como un esposo de ceniza, una burla para todo lo que Aegon era, Jacaerys simplemente no podía colocar a la hija de Daemon sobre él, eso era un asunto impensable y genuinamente vergonzoso, no, lo realmente penoso fue cuando el alfa se negó a tomarlo cuando Aemond le suplico que le diera su nudo y que pasara su celo junto a él. Ahora mismo debía estar tan metido en el culo de Cregan Stark, que francamente Aegon sentía una rabia quemarlo por dentro.

Su madre Alicent era una mujer devota de los dioses, creía en ellos y oraba todos los días para encontrar respuestas y expiar sus pecados, o al menos esto decía cuando Aegon creía que su madre quería justificar sus acciones. Ella siempre señalaba que los dioses eran quienes dictaban los juicios a las personas y quienes otorgaban con completa libertad los destinos a quienes los veneraban. Aegon mas bien los llamaba murmullos religiosos sin sentido, si embargo ahora comenzaba a creer que tenía razón en lo que decía, ya que Aegon de nuevo tenia una delantera ante ese bastardo que casi le desgarra el cuello.

Imaginar el rostro que tendría Jacaerys cuando se enterara que su mordida no resultó como el esperaba, sino que esa mordida seria la causante de que Aegon de nuevo obtuviera poder dentro del hogar de Rhaenyra.

No este no era el hogar de Rhaenyra y de la prole bastarda que había traído con ella, no este era su hogar. Aegon nacido y creció en este lugar, fue criado en estos muros y sacrifico tanto para poder mantenerse en este lugar, este era su hogar y nadie le quitaría su derecho. Estaba de regreso en su hogar y nadie iba a alejarlo de aquí, si iba a morir lo haría en su hogar, por supuesto que también se llevaría a ese bastardo de Jace con él.

Omega Meum (lucemond, jacaegon, daeffrey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora