Capítulo 11

17 4 0
                                    


El primer sonido que terminó con el silencio en la habitación de Chanyeol la mañana siguiente fue un fuerte gemido. Ese gemido era de él mismo, estaba acostado en su cama, con un brazo sobre su rostro para proteger sus ojos de la horrible y brillante luz que había sido encendida hace unos pocos segundos.

—Vamos, sal de la cama —oyó la malhumorada voz de Sehun desde la puerta y por un segundo se preguntó dónde estaba—. Ya es tarde y no es mi trabajo sacarte de esta habitación.

Hubo un momento de silencio en el que Chanyeol soltó otro adolorido gemido y fue completamente inconsciente de cómo esto hizo que el menor levantara una ceja.

—Hyung —dijo y una diabólica sonrisa apareció en su rostro—. ¿Tienes resaca?

Chanyeol dejó que su brazo se deslizara de su rostro y con sus ojos entrecerrados miró ferozmente al menor.

—Sehun, ¿qué demonios? Por supuesto que no, ¿qué te hace pensar eso?

—Bueno, veamos... No te levantas en la mañana, parece como si estuvieras teniendo un terrible dolor de cabeza y aún estás usando la ropa con la que te vi anoche. Oh, y el dato más importante: anoche saliste a beber - ¿o ya olvidaste eso también?

Con otro gruñido Chanyeol cuidadosamente se posicionó sobre sus codos. Cierto, su cabeza se sentía como si estuviera a punto de explotar y solo necesitó un rápido vistazo para probarse a sí mismo que realmente usaba la ropa de anoche. Bueno, al menos sus jeans; encontró su camiseta sobre el piso junto a la cama. No podía recordar habérsela quitado; de hecho no podía recordar ni una sola cosa de la noche anterior. ¿Pero una resaca? Eso significaría que había estado bebiendo - y eso era completamente imposible.

—Estoy seguro de que hay una buena explicación para todo esto —masculló mientras frotaba su cabello e hizo que Sehun rodara sus ojos.

—Sí... Por supuesto que la hay. Ahora levántate, hoy tenemos mucho trabajo que hacer.

El menor abandonó la habitación y dejó atrás a Chanyeol, quien apenas logró sentarse en la cama. Quejándose, llevó una mano hacia su cabeza y la sostuvo; lo que él mismo había dicho comenzó a dar vueltas dentro de sí mismo ya que nunca había experimentado despertar así. ¿Por qué no tenía ningún recuerdo de lo que había pasado la noche antes? La última cosa que recordaba era despedirse de Sehun, todo lo demás fue borrado de su cerebro. ¿Cómo era eso posible?

Lentamente dejó caer sus piernas fuera de la cama e inmediatamente se detuvo al sentir una extraña sensación entre sus muslos. Bien, quizás no era una sensación tan extraña porque instantáneamente supo lo que ello significaba, pero... ¿Cómo?

Palmeando rápidamente sus muslos, encontró su móvil en uno de los bolsillos de sus jeans. Solo había dos personas que serían capaces de contarle lo que había ocurrido la noche anterior, por ello antes de poder pensar más en la situación marcó de manera rápida uno de sus números. Tomó algo de tiempo antes de que finalmente escuchara a alguien contestar y al oír un gemido molesto al otro lado de la línea, supo que no era el único sintiéndose terrible esa mañana.

—Qué carajos, ¿sabes la hora que es...? —con ello fue saludado y un rápido vistazo hacia el costado le hizo darse cuenta del hecho de que apenas eran las seis de la mañana. Era muy temprano - especialmente para el otro.

—Indeok, ¿qué pasó anoche? —soltó antes de decidir que no le importaba demasiado la hora.

Hubo un momento de indecisión, y cuando la voz del otro sonó nuevamente a través del altavoz, sonó mucho más amigable que antes.

—Chanyeol, hey... ¿Cómo estás? ¿Es... Está todo bien?

-—¡No, nada está bien! Mi cabeza duele muchísimo y no tengo idea de lo que hicimos anoche. ¿Qué pasó conmigo?

COURAGE - ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora