Bill Cipher:
Maldición, arruinaron lo mejor que tengo, mi rostro. Este rasguño me valdrá oro, por lo menos gané la pelea, como siempre.
Ese hijo de puta tuvo su merecido.
Soy Bill Cipher, un poderoso demonio y también jefe de la mafia demoníaca. Nunca había experimentado el amor hasta que vi a ese chico tan frágil y lamentable, su nombre es Dipper, es estudiante de psicología, creo que tiene 22 años, no estoy tan seguro, yo ya tengo demasiados, pero sigo siendo joven, eternamente...
He visto muerta a mucha gente, no me da lástima, no me sucede nada, no siento nada. Todo era así, pero ese niño me cambió todo, y qué creen? Ese mismo pendejo ni siquiera me mira.
Todas las cartas que le he escrito las encuentro quemadas en el basurero, cuando intento hablarle sólo me ignora o me responde de forma grosera, me mira con desprecio, se aleja, es hasta lamentable de ver cómo me rechazan una y otra vez.
He intentado acercarme por meses, sin embargo no he recibido ni una pizca de atención.
Maldito hijo de puta, ojalá muera por hacerme el desprecio, aunque pensar en ello me hace doler el corazón, maldita sea.
Cómo sucedió todo? Eso es una gran pregunta, para Dipper fue una casualidad, para mí fue un plan maestro planeado por meses.
Cómo lo conocí? Bueno, él pasa sus vacaciones en un bosque lejos de la ciudad, junto con su abuelo y su hermana, no son importantes. En fin, yo también suelo estar por ahí, en realidad puedo estar en cualquier lugar, la cosa es que lo vi llorando, así es, llorando a gritos cuando era pequeño. Estaba cubierto de sangre, lleno de heridas y golpes.
Me llamó la atención, no por sus heridas, estoy acostumbrado a ver masacres, más bien porque estaba desesperado, y llorando, me estresaba sus gritos, quería que se callara.
Aunque algo en mí pensó que era lindo, su rostro, sus ojos, su cabello, era la primera vez que mi corazón comenzó a latir por alguien, perfectamente podía ir a la cárcel.
Me acerqué lentamente y alcancé a escuchar, "ella no lo hizo con mala intención, sólo se ha olvidado de tomar sus medicamentos", "estaré bien, estaré bien, no estoy bien, siento sus palabras hirientes resonar en mi cabeza", "no era ella, no era ella, no era ella".
Ella? De quién habla? En ese momento no sabía que tenía una hermana, y menos que era esquizofrénica, así que seguí acercándome sintiendo curiosidad por saber más.
Pero me vio, pegó un grito y se secó las lágrimas, enojado preguntó quién era y yo le respondí.
"El amor de tu vida"
En serio creen que le dije eso? No, no podía, llamaría a la policía y estaría en graves problemas.
- "Soy Bill Cipher, un gusto"
Él sólo me miró con esos ojos grandes y cafés que tanto me habían gustado, tiritando preguntó:
- "Qué haces aquí?"
Y apenas terminó de decir eso vi como se cayó de golpe al suelo, sí, se había desmayado.
Yo lo tuve en mis brazos y mi corazón se aceleraba aún más, no podía ser, esto nunca lo había experimentado.
No sabía dónde vivía, así que me quedé con él hasta que despertó.
- "Lamento haberlo molestado, me voy"
Salió corriendo hacia la profunidad del bosque.
Y yo no supe decir nada más que un silencio.
Su mirada seguía penetrando en mi mente, y desde ahí nunca más se fue.
Como un verdadero psicópata lo seguí hasta la actualidad, tratando de captar su atención.
Suena lamentable, verdad? Pues... para un demonio que ha vivido por siglos, que lo ha visto todo, sentir esto es... gratificante.
Aunque no me quiere ver nunca más, recibí una cachetada. Por qué? Pues, lo verán muy pronto...
De lo único que estoy seguro es que me dijo:
No te enamores de mí.
.
.
.Fin del prólogo.
Qué tal? Espero que se encuentren muy bien, y que les haya sido grato el inicio de esta historia.
Si hay algo que no les quedó claro, o tal vez un detalle en la redacción que no se logre entender, no duden en escribirme ₍ᐢ..ᐢ₎♡
Nos vemos! (ɔ ˘⌣˘)˘⌣˘ c)♡
ESTÁS LEYENDO
No te enamores de mí (billdip)
Hayran KurguBill Cipher es un famoso de la mafia que se enamora de un estudiante de universidad, Dipper Pines. Él hace todo lo posible para captar su atención, sin embargo el joven no parece estar interesado en el demonio. Las románticas cartas de amor son quem...