—Señor,tengo algo que podría interesarle.Mientras tanto en el continente Europeo,en la bella Suiza se encontraba una gran y poderosa empresa,tal vez incluso más que aquella que Min Yoongi dirigía,era un lugar mandado por un hombre con un corazón tan duro como una piedra,tan frío como el hielo antártico. Algunos incluso se preguntaban si realmente él poseía un corazón.
La mujer que esperaba detrás de la puerta de la oficina principal sostenia una tableta en manos,con una gran sonrisa en su rostro. Esperando la indicación de pasar,una vez le fue concedida,ella abrió la puerta encontrándose con su jefe dándole la espalda,mirando hacia la ventana que le brindaba una vista espectacular mientras su mano sostenía un pequeño vaso con ron.
—Tengo noticias para usted,señor.— El hombre volteo a ver a la jovencita,esperando a que abriera la boca y decirle que es lo que tanto necesitaba saber. Sus ojos decían más que mil palabras.
—Nuestro empleado infiltrado en la compañía que usted ordeno,capturo este vídeo hace un par de días.—Hablo ella segura,extendiendo la tableta con un video en pausa aun sin reproducir. El mayor sin expresión alguna,tomo del aparato para después comenzar a mirar el video en el que se mostraba explícitamente como Kim y su jefe se metían a su auto para comerse la boca con claras intenciones de llegar aún más lejos. Suspiro,dejando la tableta en manos de la mujer,pensando un momento en lo que acababa de observar.
No estaba contento y su expresión,aunque no cambió,sus terroríficos ojos dejaban en claro que la ira lo consumía.
—Llamalo.—Fue lo único que de sus labios salió para ponerse de pie a servirse un trago más de ron.—Quiero hablar con él personalmente.—Ordeno sin titubear.
—Como usted ordene.—Sin más que decir o mostrar la chica que le servía al hombre,se retiró,dejando en su total soledad y propia compañía al hombre.
Él solo volvió a servir un trago más de ron mientras seguía observando la vista preciosa que le brindaba la localización de su oficina,sin alguna expresión en particular en el rostro y sin decir nada más. Solo se quedó ahí,como si estuviera esperando por algo.
Mientras tanto él disfrutaba de sus tragos de alto valor,había un chico con el apellido de Kim que estaba trabajando desde la comodidad de su casa. Después de aquel inesperado encuentro con su jefe en su auto,al día siguiente recibió la propuesta de trabajar para él desde su hogar hasta que las cosas se calmaran con su progenitora y así,volver a contratarlo. Cosa que se le hizo una magnífica idea.
Pero era aburrido.
Lo que Taehyung más amaba de su trabajo era poder pasar a la oficina de Min a dejarle su café en las mañanas. Aunque no era el único que sufría por la ausencia de alguien,pues el gran jefe de aquella empresa estaba luchando con sus demonios internos para no partirle la cara a la perra de Jihyo,quién no dejaba de recordarle sobre su supuesta boda y preparativos. Poco a poco el perdía la paciencia,si la soportaba es por qué al menos era una increíble sumisa a la hora de coger. Pero le daba migraña escucharla.
Por lo que buscaba paz en alguna otra cosa y qué mejor que hablar con su hermoso secretario.
— Hola, señor Min. Me da alegría escucharlo. — Eran alrededor de las cinco de la tarde,Kim había estado frente a su ordenador desde la mañana sin descanso,solo para complacer al hombre que se robaba sus suspiros más profundos.
— Hola,Kim. También me da gusto oírte...¿Que has estado haciendo?
— El trabajo que me ordenó hacer,¿Que más haría? — Respondió con obviedad,al parecer Min le fallaba la memoria.
— Claro,lo olvidé. De hecho,necesito que hagas algo más por mi el día de hoy. — El estaba a nada de dejarle más trabajo a Taehyung,pero él lo interrumpió antes de proseguir con su diálogo.
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Dependencia.
Mystery / ThrillerKim Taehyung es contratado por una empresa prestijiosa en Corea del Sur. En donde al pasar el tiempo se ve enredado con su jefe tras un acalorado momento en el estacionamiento de esa misma empresa;tal vez el peor error que pudo cometer. ¿Que suceder...