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Un lugar hermoso,con gran vegetación,bastante recurrido por los turistas en su visita a Corea tal vez. La isla Jeju,en ese sitio muy lejos de todo lo que se podría encontrar,había una cabaña grande muy bien conservada,con pisos,paredes y techos de madera que eran iluminados con luces minimalistas que colgaban del techo. Estaba amueblado con bellos muebles color negro y algunos eran blancos. Una cabaña preciosa a comparación del granero abandonado que había a un lado.

Era espantoso,olía a mierda,cada rincón estaba sucio. La madera estaba dañada e incluso algunas partes de la pared estaban cayendo. Era un milagro que esa cosa siguiera en pie.Dentro,aparte de polvo y cosas viejas,había un colchón igualmente descuidado y sucio,colchón que el señor Min se había tomado el tiempo de colocar ahí,junto a un plato de comida para perro lleno de croquetas.

— Fue un desastre,este chico despertó un par de veces y no dejaba de gritar...parecía una perra loca. Tuvimos que doparlo tres veces. — El cuerpo inconsciente de Kim ahora estaba en brazos de su jefe, drogado,sin saber dónde estaba.— Despertara hasta la madrugada.

— Bien, excelente. Gran trabajo. — De su billetera sacó un monto de dinero en efectivo para dárselos a los tres hombres que habían realizado el trabajo sucio por el. — Tengan. — Sin nada más que decir o hacer,el superior se abrió camino hasta llegar a ese mal cuidado granero.

— Lindo perrito... — Dijo en su susurro cuando acomodo su cuerpo en ese colchón viejo y polvoriento. — Ahora regreso muñeco,portate bien.— Al salir del granero,cerró las grandes puertas para obstruir la entrada de esta. Aunque nadie sabía de la existencia de esa cabaña y no había rastro de gente cerca. Era un lugar sumamente apartado de todo.

Min tenía una cosa importante que hacer,y era ir al aeropuerto cercano para poder recibir a su invitado. No espero mucho cuando del avión privado salió un hombre alto,de tez blanca,fornido,de cabello largo azabache que le llegaba casi a los hombros,en cuál tenía peinado con una coleta,lo hacía ver más temible. Tenía un cigarrillo en la mano que tiro al suelo una vez puso un pie en tierra.

Unos minutos después,llegó con Yoon.

— Hermano, bienvenido ¿Que tal el viaje? — Saludo el menor de los dos,Min.

Oh si,el gran jefe tenía un hermano gemelo mayor por unos cuantos minutos. Aunque claro había cosas que los diferenciaban mucho,la más notoria de ellas,era la enorme cicatriz que su hermano tenía en su rostro que iba desde su frente hasta la parte inferior de su ojo derecho. Jefe de aquella empresa en el continente Europeo y bueno,entre ello era un gran mafioso.

— Nada mal. Que bueno que respondiste mi llamada.

— Para eso te hice venir aquí. — Respondió de inmediato.— Kim...lo tengo en el granero de la cabaña. — Dijo con simpleza,a lo que el contrario sonrió complacido por escuchar aquello.

— Quiero verlo. — Los hermanos se retiraron del aeropuerto para subir al auto que Yoongi conducía. Había un silencio abrumador,puesto a que el hermano mayor,producía una tenebrosa aura. Pero era cosa a lo que su hermano ya estaba acostumbrado sentir.

Una vez llegaron y el auto fue estacionado,ambos bajaron del vehículo,dirigiéndose a el dichoso granero.

— Juguemos con él. — Propuso el menor.

— Se cómo hacerlo. — Los estaban de acuerdo con jugar con la cabeza de Kim. Pero para su desfortuna, Taehyung aún estaba inconsciente y no parecía que despertaría pronto.

— Oh,si...despertara hasta la madrugada. Me dijeron que fue una bestia cuando estaban por traerlo,lo drogaron varias veces para tenerlo sereno.

— Bien, esperaremos hasta entonces. Vayamos por un trago en lo que esté perrito despierta. — Dijo pateando el plato de croquetas que había en el suelo una vez que ambos decidieron salir del lugar para entrar a la cabaña para hablar y tomar un poco. Pues tenía mucho tiempo que no se veían.

Dependencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora