Eres mía

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Conocí a Eren en una fiesta de su fraternidad hace unos meses, después de eso empezamos a salir, ahora que ya lo conozco mejor sin duda no imaginaba como es él en realidad. Ahora está parado frente la puerta de mí habitación con una mirada enfadada e inmutable.

—No pensaras ir así vestida. Pareces una cualquiera. Ponte otra cosa.—dijo este en un tono frío y molesto.

—Eren, vamos...este vestido realmente salió caro como para no ponermelo, y ya te dije que no me gusta que me llames así, me duele que lo hagas.—  admití ya cansada de los celos y pocesividad de Eren.

—Me importa una mierda cuanto salió, y si no te gusta que te llame así colabora, eres mí novia y no quiero que salgas vestida como una puta que busca atención de hombres, por la calle. ¡Así que ve ahora y cambiate!— su enfado va aumentando por lo que alza la voz en la última oración.

—Mira está bien, voy a cambiarme.— cuando digo esto su ceño se relaja y da una pequeña sonrisa. Sinceramente decidí ceder y no discutir, porque no puede ser que discutamos todos los días por la misma razón, los celos y pocesividad de Eren.

—Bien, te espero en el auto no tardes.—

**

—Seguramente ganarán el partido del viernes, no te preocupes.— aseguré alegre por la bebida que el me dió, de alguna manera termine hablando con porco Galliard y resultó no ser tan idiota como parece, por lo menos tiene buen gusto en vodka.

—Espero que tus plegarias se cumplan linda, dime no vino tu novio a la fiesta.— el chico coqueteaba con una ligera sonrisa fanfarrona en su rostro, sin saber que pronto se arrepentiría de esto.

Un Eren muy molesto y celoso contemplaba la escena que para el era T/N coqueteando con porco Galliard, no tardó mucho en abrirse lugar entre la gente que bailaba en la pista y atravesar el gran salón de baile, al llegar hasta el dúo toma al rubio del hombro para proporcionarle un puñetazo en el rostro rompiéndole la nariz, el chico no tardó en recomponerse y contratacar  al moreno aunque sin mucho esfuerzo este lo noquea dejándolo tendido en el piso.

Si bien la pelea no duro más de tres minutos logro parar toda la música dentro de esa casa y acaparar la atención de todos los presentes, algunos habiendo podido grabar la pelea, al principio todos se preguntaban la razón de dicha pelea pero al ver quién estaba junto al rubio la mayoría entendieron el porque.

Fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de reaccionar cuando Eren golpeó a porco de ahí todo paso en un instante, Eren se puede ver enfadado todavía y lo confirmo cuando me voltea a mirar, su mirada es gélida pero a la vez se puede ver la molestia y los celos en ella, se acerca a mí y me toma del brazo bruscamente y solo sale de sus labios un seco "vamos".

Con mucha vergüenza y siendo observados por todos yo y Eren nos fuimos de la fiesta en el camino hasta el auto este no dijo nada solamente me sostenía fuertemente del brazo, me subí al asiento del copiloto y este puso el auto en marcha.

—Te gusto refregarte a Galliard como una ramera. ¡Dime!— su agarre en el manubrio se apretó y piso el acelerador fuertemente.

—¡Solamente estábamos hablando! No tenías porque golpearlo como lo hiciste.— dije tratando de hacer que Eren entre en razón.

—Piensas que soy tan estupido para creer esa mierda, mucho menos lo soy para permitir que otro hombre se te acerque como lo hacía ese idiota. ¡Tu me perteneces!¡Tu eres mía!—

**

Al entrar por la puerta del departamento Eren me toma rápidamente de la nuca para estampar sus labios con los míos en un beso lujurioso y demandante, nuestros labios se mueven rigurosamente contra los del otro y su lengua se entrelaza con la mía suciamente, después de unos segundos se aparta por la falta de aire, me toma de las caderas y me carga hasta la altura de su regazo para llevarme hacía él dormitorio, me vuelve a besar y muerde mí labio ferozmente, me tumba en la cama y él en un instante me despoja de mí vestido y bragas.

Eren empieza a besar mí cuello bajando hasta mis tetas, se mete una a la boca y toma la otra en su mano amasando la fuertemente, gimoteo por la sensación de su boca caliente contra mí seno, él se inclina y me besa ferozmente, se levanta de la cama parándose delante mio, y se desabrocha el pantalón, sacando su miembro afuera.

—Chupalo.—

Hago caso y me siento en el borde de la cama para tomar su polla con mis manos, la masturbo un poco primero antes de meterla en mí boca por completo, mientras lo miro a los ojos, su mirada es lasciva y dominante, la mantengo un momento en mí boca para permitir que mí saliva caliente embelese su polla, empiezo a hacer movimientos lentos de adelante hacía atrás chupandolo suavemente, Eren simplemente gruñe en voz a la vez que su pulso está acelerado. Lo siento tan duro en mí boca y aceleró mis movimientos a la misma vez que el toma mí cabello en una coleta y empieza a simular estocadas con mí cabeza contra su polla, puedo sentir sus venas hinchandose en mí boca y su miembro ahogándome por su tamaño, causandome arcadas, él da un sonoro gemido para terminar eyaculando, su fluido caliente fluye por mí garganta y lo trago sin pensar, la saco de mí boca para mirarlo a los ojos.

—Ponte en cuatro.—ordeno Eren.

Volví a subirme en la cama en cuatro como el lo pidió, empinando mí culo hacia arriba.

—Has sido una chica muy mala, necesitas un castigo.—dijo él, para azotar con la palma de su mano mí nalga izquierda, dejando una marca roja en esta, solté un gemido al sentir su fría mano golpear mí culo y contrai mí trasero como reflejo.

—O no cariño, eleva ese culo para papi.—dijo, tomo mis caderas elevando mí trasero, para volver a azotar mí culo unas diez veces por lo menos dejándolo rojo vivo, haciéndome llorar del dolor pero a la vez un cierto placer en esto.

Él me toma de la cintura y me voltea como a una muñeca boca arriba, se coloca encima mío apoyando sus rodillas en el espacio entre mis piernas y su brazo a mí costado, toma su erección con su mano libre y frota su glande contra mí clítoris. Sin esperar más esté mete lentamente su miembro estirando mí coño con su gran masculinidad, al entrar por completo en mí gimo fuertemente por la sensación, el empieza a moverse, entrando y saliendo de mí en un vaivén lento pero duro.

—Te gusta esto?ah, solo yo te puedo hacer sentir así, y eso es porque eres mía.—dice con lujuria y besa apasionadamente mí cuello y aumenta el ritmo de sus estocadas tocando directamente mí punto g, haciéndome retorcer del placer, pasa unos minutos y sus embestidas se vuelven más toscas a la vez que su polla se empieza a contraer, se libera derramando todo su semen caliente dentro mío, haciéndome llegar al orgasmo en ese instante.

Este sale de mí bruscamente dejando una sensación de vacio, para volverme a poner en cuatro y penetrarme fuertemente de una sola estocada, haciéndome gemir por lo rápido y repentino que fue, sus embestidas son rápidas y duras, el gruñe por el placer y  me suelta una dura nalgada, grito por esto y a el parece gustarle, haciendo que aumente aún más la velocidad de sus embestidas, ya no es duro, simplemente sale y entra sin control de mí coño una y otra vez, mis gemidos ya pasan a ser simples balbuceos que salen sin esfuerzos. Eren no tarda mucho en volver a correrse dentro mío llenando me de sus fluidos otra vez, él sale de mí para ver cómo su semen se derrama de mí coño, tal como el creampie de una película porno.

—Espero que así te quede claro a quién perteneces.—

Eren Jaeger | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora