Un día cuatro chicos se despertaron de un profundo sueño, un día como cualquiera o eso pensaron...
Raven... Más conocida como Fénix
Skylar... Conocida como Ninfa
Damián... Mejor conocido como Boss
Onyx... Conocida como Moon
Aunque solo se conocen...
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No entendía qué estaba pasando, me estaba paniqueando y el solo se estaba riendo, entonces si no puedes con el enemigo solo únete a él...
-JA JA JA – Solté la risa más fingida y mediocre que pude dar en ese momento, todo iba de mal en peor.
-¿De qué te ríes? – Preguntó de forma seria, << ¡¿Tan rápido cambia de humor?! >> me quejé.
- JE JE JE JE ¿Porque tú te estás riendo? Je je je – La voz se me apagaba cada vez más hasta quedar en un silencio desgarrador, estaba inmóvil, como una piedra y no tenía idea de porque estaba pasándome esto.
-¿Me...me vas a ma-tar? – Mas imbécil no podía ser, pero en ese momento hacer pendejadas o hablarlas era lo mismo para mí, mi cerebro se cagaba del miedo y por eso no estaba consciente de las babosadas que iba a decir o hacer.
-¿Matarte? ¿Porque? - Respondió y automáticamente pensé, << ¿No lo hará? >> Tal vez y solo tal vez pueda...
-YA ESTAS MUERTA Y A UN MUERTO NO LO PUEDES ASESINAR DOS VECES – Respondió con una espeluznante sonrisa.
-¿Muerta? ¿Yo? – Empecé a tocar mi cuerpo, pero estaba entera, así que no era posible, solo quería asustarme, solo eso, o eso quería creer.
-¡AY! Por tu necedad ahora estamos atrapados en esta pocilga... ¡¿Tenías que correr?! – Habló frustrado.
-Tu ibas a matarme, ¿Qué opción tenía? – Respondí calmadamente esta vez, pero era mi vida, mi cuello o lo que sea de mi cuerpo corría peligro, al menos si iba a morir, quería estar completa, no en pedacitos.
-¿Cuándo dije que haría eso? – Habló con una mirada incrédula - ¿Te das cuenta que perdimos tiempo por culpa de la PAYASADA QUE HICISTE? ¿ACASO VIENES DE UN CIRCO O QUE? - << ¿Circo? >> << ¿Payasa?>> << ¿Me había dicho payasa? >> << ¡¿A MI?! >> me cuestione y ofendí en mi mente, porque reaccionar impulsivamente me podría costar una extremidad.
-¡¡SI TU NO...?! Hubieras aparecido, nada de esto habría salido mal – Trate de calmarme, por un segundo casi me descontrolo, pero lo hice bien, me controle...
-YO YA ESTABA AHÍ, FUISTE TU LA QUE APARECIÓ DE REPENTE Y DICES... ¿QUÉ ES MI CULPA? – Con cada palabra que pronunciaba se acercaba más y más hasta quedar frente a frente, más bien frente a pecho, apenas y le llegaba al hombro, << ¡MALDITO! >>
-¿DE QUE ESTAS HABLANDO? ¡No sé en dónde estoy! ¡No sé qué hago aquí! ¡Tampoco sé cómo llegue aquí! ¡SI ALGUIEN ME HUBIERA EXPLICADO BIEN LAS COSAS NO HABRÍA PASADO NADA DE ESTO! – Mencione todo rápidamente, me sentía muy nerviosa y el solo decía que era... << ¡¿Mi culpa?! >> << ¡QUE SE LO DIGA A SU ABUELA! >>
