Capítulo III

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Bunzo estaba de los nervios ...

Estaban de camino a la Estación de Juegos cuando escucharon a Mommy.

No se escuchaba muy contenta ... estaba furiosa.

- ¡BUNZO! ¡¿DÓNDE ESTAS?! - se oían los gritos de Mommy desde la atracción mientras el trio de amigos avanzaba por los pasillos interiores, - ¡VUELVE CON MOMMY AHORA MISMO!

El conejito dorado se estremeció de miedo. Cuando la humana le ofreció ir con ellos, no se lo pensó dos veces para huir del castigo de Mommy ... pero ahora que escuchaba lo furiosa que estaba, estaba replanteándose su decisión.

- Joder ... - comentó de repente la peliblanca, - Menudo carácter que tiene la araña ...

Huggy dio un pequeño gruñido, poniendose de acuerdo con la humana.

- Antes no era así, - tartamudeó Bunzo mientras jugaba nerviosamente con sus platillos, - Siempre ha tenido mucho carácter pero antes era muy dulce y maternal ... tanto con los niños del Playcare como con nosotros, los experimentos.

Sarai frunció el ceño ligeramente ante la mención de los experimentos. Pero alzó una ceja sobre la localización que dijo Bunzo.

- ¿El Playcare? ¿Ese no es el orfanato interior que creó Ludwig? - preguntó curiosa, - Me parece que ví algo sobre un programa de adopción en la sala de "Crea un amigo" ...

- ¡Sí! Ese mismo, - exclamó Bunzo mientras llegaban a la estación. - Los huérfanos venían aquí una vez al día y luego .... - alzó una de sus manos, señalando al tren, - Volvían al Playcare en el tren.

"¿Pero por qué les harían pruebas de este estilo a los huérfanos? " se preguntó internamente Sarai, recordando la sala de observación en el juego, "Aquí pasa algo raro ..."

De repente un lamentó animalístico se escuchó en la estación cortando la línea de pensamiento de Sarai. La susodicha y el conejo se giraron a ver de donde provenía.

Era Huggy.

El peludo azul estaba al lado del tren, donde había un cartel parlante de su contraparte femenina: Kissy Missy.

Sarai miró en simpatía a su amigo que estaba sentado mirando con tristeza y nostalgia al cartel.

Si no recuerda mal, Kissy se supone que es la media naranja de Huggy ... pero no sabe que relación tenían sus versiones más grandes.

- ¿La echas de menos, grandullón? - Sarai le acarició la espalda a su amigo, ganándose un ronroneo del azulado mientras asentía, - Estáis muy unidos, ¿verdad?

El peluche agachó la cabeza a la vez que acariciaba con cariño el cartel. Hacía tanto tiempo que no veía a Kissy ... cada vez era más díficil para ella salir del Playcare a visitarle y él no podía dejar su zona.

- ¡Hey! No te preocupes, amigo, - se sumó Bunzo a tratar de consolar al peluche más grande, - Seguro que entre los tres la encontraremos ...

- ¡Seh! Además no piensó irme de aquí hasta desentrañar todos los secretos de este oscuro lugar, - sonrió Sarai, - Seguro que en nuestra travesía nos la encontramos ...

Huggy miró al conejo y a la humana, sus ojos negros brillando de esperanza. Sin darles tiempo a reaccionar, enrrolló sus brazos alrededor de sus amigos y los atrajó hacia su mullidito pecho, estrujándoles un poco en el proceso.

- ¡Huggy! ¡Yo también te quiero, amigo! Pero ... ¡no puedo ... respirar! - Sarai estaba flácida en los brazos del peluche, adoraba sus abrazos, Huggy realmente le daba vida a su nombre ... pero agradecería que no le rompiera una costilla en el proceso.

El Ángel (Poppy Playtime fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora