FELIZ CUMPLEAÑOS SARAI

217 26 93
                                    

El sol empezó a salir de entre las montañas, los pajaros comenzaron con sus canciones mañaneras y las gotas de rocio brillaban como critales sobre la vegetación.

Solo se podía escuchar el crujir de las hojas de los árboles gracias a la brisa, hasta que se escuchó el motor de un coche acercarse y aparcar al lado de la única cabaña que había en kilometros a la redonda.

Un hombre y una mujer de cabellos castaños se bajaron del coche y sigilosamente se dirigieron a la caseta de madera que se encontraba contigua a la cabaña.

Sandra dio tres toquecitos en la puerta de la caseta antes de abrir la puerta, siendo recibida por una mezcla de olores a vainilla, lavanda y un ligero toque a amapola.

Los hermanos entraron despacio para no asustar a Dogday y Catnap, quienes dormían placidamente abrazados el uno al otro ... provocando esa característica mezcla de olores en la caseta.

Hacían ya varias semanas desde que llegaron a la casa de Sarai y la peliblanca se las había apañado bien para meter a todos sus nuevos amigos en su hogar, y que vivieran cómodamente.

Para Huggy, Kissy y Mommy, Sarai compró dos camas King Size capaces de plegarse en la pared durante el día para tener más espacio en el salón (que era donde dormían los 3 gigantes al ser el lugar con el techo más alto); a Pj y a Bunzo les compró un colchón tipo puf que ambos juguetes eran felices de compartir; Boxy se adueñó del viejo sillón de la esquina para acomodar su caja al dormir; los mini critters y los wuggies dormían en la habitación de Sarai, acurrucados en mantas; Poppy y Delight se quedaron con el colchón que se escondía bajo la cama de Sarai como si fuera un cajón; Ollie compartía cama y dormía abrazado a Sarai; y las Criaturas Sonrientes ...

Dogday y Catnap eran los más altos del grupo y Sarai era consciente de que dentro de su cabaña no vivirían ni dormirían cómodos. Por esa razón, la peliblanca les construyó fuera de la cabaña una caseta para que tuvieran su propio espacio y pudieran dormir a gusto ... también les proporcinó el colchón más grande que pudo encontrar en el mercado.

Volviendo con los hermanos, ambos se acercaron hasta donde dormían los dos juguetes abrazados y con delicadeza empezaron a despertarles:

- ¿Qué ... pasa? – gruñó Catnap adormilado, arrastrando las palabras en su caja de voz.

- Chicos, hoy es 8 de agosto ... - susurró Sandra.

- ¿Y qué pasa?

‐ Es el cumple de Sarai.

Eso fue suficiente para despertar de golpe a Dogday, quien abrió los ojos de par en par a la vez que se incorporaba ... ignorando como bufó Catnap al casi tirarlo del colchón.

- ¡Es verdad! - el can se quitó las mantas de golpe, empezó a sacudir al minino para despertarle, - ¡Catnap, vamos que es el cumpleaños de Ángel!

- 5 minutos más ... - murmuró tapandose la cara con las almohadas.

- ¡Ah, ah! - negó Dogday quitándole las almohadas y agarrando las, ya no tan delgadas, muñecas del gato, tirando de él hacia delante para incorporarlo, - Ya podrás dormir luego la siesta ...

Oh, la siesta ...

Cuando los hermnos españolesble enseñaron que en su pais se tenía la costumbre de dormir después de comer ... casi se cambia de nacionalidad.

Al final, el gato se dejó lenvantar por el perro y Catnap empezó a estirarse mientras Dogday tendía la cama:

- Pareceis pareja casada, ¿sabeis? ‐ comentó gracioso Eduardo, provocando que su hermana le diera un codazo cuando ambos juguetes parecieron sonrojarse.

El Ángel (Poppy Playtime fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora