Capítulo VI

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- ¿Marie? ... Puedo llamarte Marie, ¿verdad? - Sarai llamó la atención de la araña rosada que todavía seguía abrazándola con su único brazo envuelto alrededor de ella varias veces, - Es un poco raro que te llame Mommy dado que tenemos casi la misma edad ...

- Llámame como quieras, - le contestó luciendo mucho más calmada sin despegarse de la humana ... la persecución y el colapso emocional que tuvo después la agotaron bastante.

No lo admitiría en voz alta, pero le gustaba volver a oir su nombre real ... se sentía más humana.

- No es que no me guste abrazarte ... pero, me gustaría ayudarte con el brazo para poder salir de aquí, - le explicó Sarai, - No creo que sea buena idea quedarse mucho tiempo en un mismo lugar ...

Marie se alejó lentamente de la humana que la miraba expectante de una respuesta.

- ¡Estoy de acuerdo con Sarai! - exclamó Bunzo asomándose desde la puerta.

Sus ojos verdes se clavaron en los expectadores que se asomaban desde la puerta: Bunzo, Huggy y Goldie.

Marie sintió que le daba un tic en el ojo ... esperaba que no hubieran estado espiando todo el rato en el que ella se desahogó.

- Espiar conversaciones ajenas es de mala eduación, Bunzo - el conejo se encogió en su sitio al escuchar la reprimenda de Mommy mientras que esta le daba una sonrisa forzada al peluche.

- ¡Yo solo decía! - se quejó el conejito escondiendose detrás de Huggy.

- No os preocupeis por eso. La estación es mi territorio, ningún otro experimento aparte de nosotros debería estar merodeando por aquí.

- Supongo que a las garritas de antes no le aplica eso, - Marie se estremeció ligeramente ante el comentario de Sarai.

- No deberías hablar de él tan a la ligera ... - murmuró Marie asustada todavía por su encuentro con el Prototipo, - Él ... es un tanto omnipotente en la fábrica, está por todos lados ... cuando quiere.

Sarai alzó una ceja con una mueca de disgusto ... saber que esa cosa observaba todo lo que hacía no le gustaba un pelo.

- ¡Qué omnipotente ni que mierda! ¡Ese es un puto chismoso! - exclamó Sarai haciendo que los juguetes se horrorizaran un poco por la osadia de Sarai de insultar al prototipo.

- ¡Lenguaje! - la regañó Marie dándole una dura mirada verdosa.

- Déjala, ella es así ... - se quejó Bunzo ... a este paso para cambiar el vocabulario de la humana van a tener que lavarle la boca con lejía.

- ¡Espera! ¡¿Me estás diciendo que en esta fábrica se permite matar, torturar y hacer experimentos humanos pero yo no puedo hablar mal?! - gruño Sarai cruzada de brazos divertida, su voz chorreando de sarcasmo.

La sala quedó en silencio total.

Marie abrió la boca varias veces pero no salió ningún sonido ... no tenía nada para contratacar ese argumento. Cuando se dio cuenta que la humana tenía razón y que había ganado la discusión, la araña frunció el ceño ... haciendo una pequeña rabieta.

- ¡Está bien! ¡Haz lo que quieras! - gruñó Marie molesta, mientras que el resto de la sala reía.

- Bueno, volvamos al asunto: sacar tu brazo de la trituradora, - concluyó Sarai mientras posaba su atención en el brazo de Marie.

La araña suspiró nerviosa ... esto iba a doler, MUCHO.

De repente sintió unas pequeñas patitas tocando su mano funcional apoyada en su regazo. Dirigió sus ojos verdes hacia lo que la había tocado: era el wuggy amarillo acariciando su mano en un intento de calmarla.

El Ángel (Poppy Playtime fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora