El Ángel (Poppy Playtime fanfic)

Capítulo XXI

Por fin eran libres ...

Habían soñado con salir de la fábrica muchas veces, ilusionados de algún día poder ver el exterior ...

Pero este recibimiento: una preciosa noche estrellada y la hermosa luna llena iluminando su salida.

Era mucho mejor de lo que pudieron haber soñado ...

Catnap y Dogday se miraron con los ojos llorosos de alegría. El canino empezó a reír y abrazó al gato, alzándolo en el aire y dando vueltas con él mientras ambos reían de felicidad ... al final se derrumbaron en la vieja carretera del abandonado parking de Playtime.Co, abrazados y juntando sus frentes.

Huggy y Boxy parecían divertirse persiguiendo a una pobre ardilla que para su mala suerte se había topado con los dos gigantes al salir de su madriguera.

Poco tiempo después, los minis y los wuggies se unieron a la persecución del pobre animalito ... junto a ellos Bunzo y Pj. El conejito de juguete chasqueaba sus platillos divertido, montado en el lomo de la perruga.

Todo esto sucedía bajo la atenta mirada de Marie, que estaba ayudando a Delight a desatarse. Kissy estaba tranquilamemte sentada mirando la luna y las estrellas junto a Poppy.

Por otro lado, Ollie estaba corriendo de un lado a otro inspeccionando todo a su alrededor como el curioso niño que era.

Y Sarai ... observaba a su nueva y extraña familia con una sonrisa de oreja a oreja.

Estaba increíblemente satisfecha ... había logrado salvar a estas pobres almas de un infierno conocido como Playtime.Co y lo mejor de todo, va a poder hacerles justicia.

Pero primero de todo: la comida.

- ¡Ollie! ¡Cariño, ven aquí! - el obediente niño acudió al llamado de Sarai en cuanto lo escuchó.

- ¿Qué pasa?

- El teléfono ... - Sarai sacó el viejo aparato de su bolsillo, - ¿Solo puede conectarse a la línea telefónica dentro de la fábrica o también puede conectarse vía satélite?

El pequeño se tocó el mentón pensativo, antes de responder.

- Los teléfonos de Playtime solo podían llamar a otros teléfonos que estuvieran dentro de la fábrica. Ósea, desde el interior de la fábrica no podían llamar al exterior ... - explicó el pequeño, provocando que Sarai frunciese el ceño ... así era como lograban mantener todo en secreto.

A no ser que salieras de la fábrica, no podrías llamar al exterior ... inrónicamente ese secretismo fue lo que les condenó en la Hora de la Alegría.

- Pero, ahora que estamos fuera ... ¡deberías poder llamar sin problema! - sonrió Ollie, - Por cierto ... ¿a quién quieres llamar?

La peliblanca le sonrió y le revolvió el pelo antes de marcar el número en el teclado del aparato.

- A mi mejor amiga ... - explicó Sarai, - Vamos a necesitar ayuda y no hay persona en el mundo en la que más confíe que en ella.

- ¿Estás segura? - el niño preguntó con inseguridad.

Sarai le dio una mirada tranquilizadora pues entendía la desconfianza del niño. Estaban en una situación bastante ... complicada.

- Totalmente, chaval ... - asintió Sarai, - Su hermano y ella me acogieron en su casa durante unos años después de la desaparición de mi madre. Además ... - en el rostro de Sarai se dibujó una sonrisa orgullosa mientras se alejaba para contestar la llamada, - ... es prácticamente yo en otro cuerpo.

Ollie se sorprendió ligeramente pues no esperaba eso de Sarai ...

Pensaban que Sarai era única e inigualable ... y resulta que tiene una "hermana" gemela como mejor amiga.