Capítulo II

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Todo estaba oscuro ...

Una fuerte alarma sonando, haciendo que su cabeza retumbara ...

DESPIERTA

La alarma cada vez sonaba más fuerte y la aturdía más ...

DESPIERTA

Pero en la oscuridad podía distinguir ... cuerpos ... muchos cuerpos ...

Y sangre ... MUCHA s@ngR€ ...

¡DESPIERTA!

~ o ~

Lentamente, Sarai empezó a recobrar la consciencia ...

Ese maldito sueño otra vez ... ¿qué era todo eso?

Abrió lentamente los ojos notando un borrón azul encima de ella, sacudiéndola.

El borrón azulado se materializó en la familiar forma de Huggy Wuggy.

El angustiado peluche llevaba un rato largo tratando de despertar a su amiga humana, pero nada funcionaba. Su boca estaba torcida en una mueca y sus labios estaban entreabiertos, dejando ver sus afilados dientes, y sus ojos estaban humedecidos ... como un niño pequeño llamando por su madre.

Si no estuviera medio dormida, a Sarai le habría parecido super tierno la preocupación y el cariño que ya tenía el peluche hacia ella ... pero a penas despertaba de una pesadilla y ver una boca llena de afilados colmillos a menos de un metro de tu cara ...

No es que ayude mucho ...

- ¡AHHHHH! - chilló Sarai despertando y levantándose de golpe, espantando al pobre Huggy que rápidamente se quitó de encima de su amiga, aun que aliviado por saber que seguía viva, - ¡No vuelvas a hacer eso nunca! ¡Casi me infartas!

La pobre Sarai trataba de calmar a su acelerado corazón mientras que el peludo azul se rascaba por detras de la cabeza, luciendo avergonzado de su error.

Una vez que la peliblanca se calmó, recordó donde estaba dentro de la fábrica.

- Por cierto, Huggy ... ¿y Poppy? - lentamente se giró hacia la caja de la muñeca pelirroja ... estaba vacia. Ante la situación, Sarai lo único que se le ocurrió decir fue: - Mierda ...

Huggy se asomó hacia donde miraba su amiga humana. Él ya sabía que la muñeca se había ido, era la razón por la que trataba de despertar a Sarai.

La muchacha se giró hacia su amigo y se encogió de hombros de forma divertida.

- Bueno ... esto no puede empeorar más, ¿o sí? - Huggy miró a los ojos dorados de su amiga sin saber muy bien como decirle que lo bueno empezaba ahora.

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.
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Los dos amigos caminaron por los pasillos de la fábrica hasta llegar a la puerta roja de la oficina de Elliot Ludwig. Sarai trató de abrirla pero estaba cerrada con llave, iba a darle una patada para que se abriera ... si no fuera por que Huggy le señaló un camino abierto a su derecha.

- ¡Oh! No lo había visto, - bajó la pierna mientras se acercaba al peluche azul, a palmearle la pierna, - ¡Gracias bro!

Huggy ladeó la cabeza hacia un lado curioso por como lo llamó ... ¿bro?

Se encogió de hombros divertido y siguió a Sarai.

Por aquí ...

Ambos pararon en seco por lo que escucharon. Sarai miró a su amigo:

- Por favor, dime que has escuchado lo mismo que yo y que no estoy drogada o algo así, - suspiró aliviada al ver como Huggy asentía.

Ignorando la extraña voz, siguieron su camino por el pasillo, solo que había un ligerillo problema ... el suelo estaba ligeramente hundido.

El Ángel (Poppy Playtime fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora