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❝XII. Secrets in the light❞
—¡Shutoku! — se oía a los lados de la cancha donde los jugadores de dicho equipo se preparaban para salir a jugar y seguramente, ganar.
Los de Seirin habían subido a uno de los balcones para poder observar el juego, claramente, por órdenes de Riko y Hyūga. Kuroko que estaba aún lado de Kagami, miro de reojo al pelirrojo que no apartaba la mirada de la cancha, parecía nervioso, sus orbitales se movían y la traspiración comenzó a bajar por su frente.
—¿Estás bien? — la voz forzada de la fémina hizo que el pelirrojo se estremeciera, apretando su mandíbula. Sabía que si hablaba, su voz misma le delataría contra la fémina, que le veía con ojos sinceramente preocupados. Conecto con sus orbes de rojizos contra los celestes, quedando así en una batalla de entre preocupación y desesperación.
—Si... Si estoy bien. — tartamudeó, mientras sentía las palmas de sus manos sudar. Tan rápido como respondió, apartó la mirada de ella y la concentro en el juego.
—¿Seguro? —Inquirió insegura, el asintió furtivamente, descartando que algo le dolía, así que supuso que algo que había comido le cayó mal.
—Ya va a empezar. — Llamó la atención Hyūga, todos miraron hacía la cancha donde el juego estaba por iniciar.
—Observen. —Riko hablo y una sonrisa curvante se hizo en sus labios, dándole escalofríos a los jóvenes.
En el primer período, Shutoku demostró del por qué eran uno de los tres reyes, ganándoles a Kinga fácilmente en el primer período. En el segundo, solamente quedaban cuatro minutos y le estaban ganando por cuarentena puntos.
—Solo quedan cuatro minutos y los están ganando por cuarentena puntos. —Comentó Riko, viendo a los jugadores moverse con relativa facilidad. Kagami detrás de ella, soltó una carcajada irónica.
—No entiendo porque dicen que son tan buenos, solo hacen lo mismo que nosotros. —Kawahara dijo y sus otros dos mejores amigos asintieron dándole la razón.
—Por que no cometen errores. —Hablo Hyūga, quien estaba apoyado en el barandal, mirando todo con seriedad y a la vez, oyendo a sus compañeros de equipo. —En el básquetbol, el balón se mueve con gran velocidad. Sin excepción, las escuelas fuertes siempre hacen muy bien las cosas básicas, como correr, tirar, driblar. Lo hacen parecer fácil por qué tienen fundamentos sólidos. Pero son solo eso, fundamentos. La verdadera razón... Es por qué poseen a un tirador infalible. — terminó y uno de los jugadores encestó, dejando así a los de Seirin sorprendidos.
— Encestó increíblemente. — Fukuda dijo sorprendido, a su lado Furihata asintió dándole la razón.
—¿Realmente es de bachillerato?— pregunto. Hyūga que oía en silencio, solamente puso en blanco sus ojos.
—Es incluso mucho mejor que el año pasado. —Riko dijo y como si sus simples palabras no fueran suficientes como para sembrar el terror en sus kohais, su voz ya sonó lo suficiente como una advertencia.
