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❝XIII. No more lie❞
La idea de que Kagami se convirtiera en él, no dejaba de atormentar a la muchacha disfrazada. Riko que había pedido que todos salieran para hablar con Kuroko a solas-realmente fue para que esta pudiese cambiarse-. Sonrió ampliamente mientras veía fijamente a la sombra que veía el suelo, tratando de evitar la filosa y examinadora mirada de su entrenadora.
La entrenadora había notado a leguas que algo malo le sucedía a el dúo de luz y sombra, pudo verlo cuando Kagami entro y fue directamente a su casillero, y cuando le preguntaron de porque no volvió con la peliceleste, el solo dijo que el vendría enseguida, que quería un minuto a solas.
Los de primer año se pusieron a parlotear que seguramente era por haber visto a su viejo amigo, y los de segundo creyeron que esa era una buena razón por la cuál la sombra estaría inquieta. Pero realmente ninguno notó la forma en la que Kagami había tensado sus hombros y había desviado la mirada mientras hablaba, solo Riko pudo verlo.
― ¿Quieres decirme que sucedió entre tú y Kagami?― la pregunta de Riko salió en un tono entre divertido y curioso, la de cabellos celestes largo un suspiró resignado, alzando su mirada para ver a la mayor.
― Kagami - kun descubrió la verdad sobre mi― su tono bajo y apenada, su sonrisa forzada acompañó a sus palabras, Riko se sorprendió, cruzándose de brazos y alzando sus cejas realmente sorprendida.
― Nunca pensé que Bakagami fuera tan observador como para darse cuenta― señaló entre burla y sinceridad, Kuroko le miro con los ojos en blanco― ¿Y entonces qué?: ¿Que piensa hacer al respecto?― preguntó, curiosa.
― Si no le digo a el equipo que soy mujer, el dejará de ser mi luz―informó con un tono apagado, Riko se sorprendió ante la declaración, nunca pensó que el pelirrojo iría tan lejos por algo así, porqué, creyó que él entendería la situación de su sombra, pero parecía ser que Kagami realmente no era tan fácil de leer.
― Ah, ya veo― murmuró y miró a la de cabellos celestes, ¿Que rayos haría ahora?― Tú, ¿le dirás a... ?
― Sé los diré. Kagami tiene razón, ustedes no son como Teiko, no tengo porque tener miedo de ustedes― admitió, mientras Riko sonreía suavemente, dándole ánimos a que Kagami tenía razón.
― Puedes confiar en nosotros. Somos un equipo, ¿No? ― cruzada de brazos, con una sonrisa autosuficiente y una mirada determinada hizo que Kuroko sonriera mientras asentía― Será mejor que te deje, prepárate, hoy debemos de ganar―recordó y Kuroko aceptó asintiendo con una sonrisa pequeña y tenue.
[ ¡💌! ]
Habían ganado aquel juego, pero lo que realmente emocionaba a la muchacha disfrazada de muchacho, era de que le diría la verdad a su equipo.
Kagami siempre tuvo razón. Seirin no es como Teiko, y si quería tener una luz con ella, debería de confiarle su secreto a ellos.
Riko misma se encargó de reunirlos y retenerlos en los vestidores, ella carraspeó y llamó su atención.
