Almas gemelas.
Otra dimensión.
Asesinos, ladrones, magos, cazadores y una hormiga siendo alma gemela de un Daiyokai.
Aceptar a esos humanos como parte de su vida por la unión que tiene por ser almas gemelas, va hacer difícil después de todo ha despr...
La de cabellos platinados se encontraba despertando en una habitación completamente extraña. Se sentó correctamente y abrió la palma de su mano para encontrar el trozo del pedazo de la perla que brillaba. Se fue levantando mientras miraba a su alrededor, pero no reconocía el lugar en donde estaba. Cerró los ojos e intentó contactarse con Seshomaru a través de su comunicación de mellizos, pero no obtuvo respuesta. Esto la asustó ligeramente, ya que no importa lo lejos que estén, siempre están conectados. Aun podía sentir el vínculo, así que sabía que él estaba bien.
Cuando estaba a punto de salir de la habitación, la puerta se abrió, revelando a tres personas: un niño de cabellos negros con reflejos verdes, un adolescente rubio y un hombre mayor vestido con traje. TN los miró seriamente, analizándolos. Sabía que podría vencerlos con facilidad, pero comprendía que no debía actuar precipitadamente si quería evitar que las cosas terminaran mal. Con cautela, TN llevó su mano derecha hacia la izquierda, donde llevaba una pulsera que su padre le había regalado antes de su muerte, como si la pulsera y el fragmento supieran que debía estar segura se pego a esta quedando como un decorado.
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Gon: Hoy otra participante aquí.- exclamo emocionado.
Kurapika: Gon, cálmate.- espeto con tranquilidad.
Kiriko: No sabia que había mas participantes en el ascensor.- murmuro colocándose la mano barbilla.
La miró fijamente, pero apartó la vista de inmediato al encontrarse con aquellos ojos de color ámbar, rasgados y con pupilas rajadas que lo observaban con indiferencia. El aspecto salvaje de esa mujer era notable, con una marca en forma de luna creciente de color púrpura en el centro de su frente, apenas visible bajo su flequillo. Además, presentaba dos franjas magenta en cada mejilla, una franja magenta en cada párpado y dos pares de franjas en cada brazo, cerca de sus muñecas y sobre la articulación de sus manos. Sus orejas puntiagudas completaban la imagen, dándole la apariencia de una criatura. Un instinto de supervivencia urgío en el kiriko a alejarse de ella de inmediato si quería preservar su vida.
Kiriko: Bueno, me voy, espero poder ayudarlos en el próximo examen.- dijo de forma rápida para después salir del lugar como alma que lleva el diablo.
"Examen" pensó TN. "A donde me trajo el fragmento de la perla de shikon"
Gon: Hola, soy Gon, ¿Cómo te llamas?-cuestiono con una enorme sonrisa.
TN la miro seria y se quedo cayada un buen rato dispuesta a no contestarle, pero el brillo en sus ojos les recordó ligeramente a Rin, la niña humana que lo había estado siguiendo desde que ellos la salvaran.
Leorio: Oye, ¿no le vas a responder?- pregunto enojado.
TN: TN.- comento con indiferencia ignorando olímpicamente lo que decía el del traje.
Leorio: Eh.- dijo con fundido al no entender por un momento lo que dijo.
TN: Ese es mi nombre.- termino de decir para ir a apoyarse en la pared y esperar a ver que sucedía.
Kurapika: Soy Kurapika.- comento con tranquilidad pero mirándola con curiosidad, algo le hacia querer acercarse a ella.- Y el del traje es Leorio.
Gon: Un gusto conocerte.-exclamo sonriendo en grande.
La platinada solo asintió con la cabeza y luego cerró los ojos para analizar su situación. Recordó una conversación que había tenido hace algún tiempo con Inuyasha; tal vez, solo tal vez, había llegado al mundo de Kagome.
'Según Inuyasha, el mundo de esa Kagome es completamente extraño y lleno de avances tecnológicos extraños', reflexionó TN. 'Pero la única manera de llegar allí era entrando por el pozo viejo donde tiran a los cadáveres. Sin embargo, nosotros no estábamos cerca. ¿Será que este fragmento tiene algo que ver?'
TN no prestaba atención a las acciones de los humanos que la acompañaban, pero se sintió ligeramente inestable cuando el lugar donde se encontraba comenzó a descender, sus garras rozaban ligeramente la pared. No fue hasta que escuchó que esto se llamaba 'ascensor' que se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Cuando el ascensor se detuvo, fue la última en salir, solo porque Kurapika se detuvo y le extendió la mano para ayudarla. Sin embargo, TN ignoró la mano extendida y salió del lugar, quedándose mirando a su alrededor, analizando tanto el entorno como a los humanos que estaban presentes.
