Él tenía muy en claro su objetivo, siempre puso sus sueños por encima de los demás y seguirá así hasta alcanzarlos, aunque eso le cueste la vida.
Entonces, ¿Qué diablos pasó cuando esa jovencita de cabello brillante y hermosa mirada llamó su atenció...
—Entonces, él será quien te ayude a partir de ahora —Levi salió desde sus espaldas y yo parpadeé, Erwin soltó un suspiro poco audible—
Vi como Levi me saludaba con la cabeza, asentí en respuesta. Pero estaba confundida, ¿Por que tenía a uno de los soldados más fuerte de la legión bajo mi mando? Era mejor no indagar en las decisiones de estos hombres.
—Está bien, Levi trabajaremos juntos a partir de ahora —le extendí mi mano, él no lo pensó dos veces y la acepto. Sonreí— Me ayudaras con trabajos simples, como mantener ordenado el consultorio, hacer cambios de sábanas, entre otras cosas fáciles por el momento.
El asintió comenzando a observar todo el consultorio como si fuera su primera vez aquí, miré a Erwin quien se veía algo preocupado.
—¿Pasó algo? —pregunto casi en un susurro, él me vio y negó. Algo pasó —Levi, espérame unos minutos, tengo algo que hablar con el capitán.
Le hice una señal al rubio para que me siguiera fuera del lugar y así lo hizo, no había nadie entre los pasillos y estaba segura que Hange no se encontraba en su laboratorio. Podríamos hablar tranquilos.
—Puede comenzar a contarme qué pasó, ¿Por que de la nada me asignaron a Levi? Es decir, no me molesta, pero es extraño que me den a uno de sus soldados más fuertes para que me ayude en mis tareas —comencé con mi interrogatorio, ahogue una exclamación cuando me pego a su pecho en un abrazo— estamos en los pasillos.
—Lo sé —él volvió a suspirar, ¿Qué le preocupaba?—
Solo pude aceptar su abrazo y acariciar su enorme espalda, tratando de confrontarlo. Aunque se comportará como un niño.
—¿Y bien?
—A Levi le gustas, el mismo fue a pedirme que lo pusiera junto a ti. Le agradas tanto que quiere estar contigo —tenía fruncida las cejas, por un momento me descoloque en mi lugar—
—¿Ok? —dije insegura—
—¿Solo vas a decir eso? —se separó viéndome con sus cejas fruncidas, me pareció adorable—
—Bueno, no tengo nada más que decir. Al contrario ya necesitaba de un ayudante y Levi es muy eficiente en sus tareas, ademas que me agrada como limpia —sonreí, pero él no estaba tan feliz—
Dios mío, ¿Lo que acabo de ver en su rostro fue una mueca?. Comencé a reír, no esperaba que tuviera un comportamiento tan infantil, aún no deducía que le sucedía. Pero este hombre se me hacía tierno, a pesar de tremendo porte y tamaño.
—Tengo cosas que hacer e instruir un poco a Levi, lo veo más tarde capitán —bese su mejilla y entre en mi consultorio viendo cómo Levi mantenía su atención en los productos que usaba para la limpieza de mi espacio— Bien, por ser el primer día comenzaré con una pequeña introducción de lo que harás. Sé que aún tienes más tareas que hacer por lo que me ajustaré a tu horario y podremos trabajar juntos. Estoy deseando trabajar contigo Levi.
El peli negro volvió a tomar mi mano y asintió, ¿Por que lo vi como un pequeño gatito?
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