𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥𝐬 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐲𝐨𝐮 [3° 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚]©𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚✓

CHAPTER 36

❝TEENAGE DREAM❞

N.CASSIE.

Me fui, lo hice y esta vez para siempre.

Tras mandar ese mensaje de fuego a la persona en la que más confiaba.

Mae, mi mejor amiga desde que llegué a Nueva York, en busca de comenzar una nueva vida, me voy dispuesta a no volver.

Con las pocas fuerzas lo hago y abro un portal, volviendo a ese lugar de donde nunca debí haber salido.

El mundo de las sombras.

En cuanto cruzó ese portal, y me encuentro de nuevo en ese lugar, algo en mi despierta y no es alegría, ni siquiera sobriedad.

Es esa fuerza que se encuentra dormida en mi interior y que me hace ser más débil.

Se acaba de despertar mi lado oscuro.

Caminó por los pasillos de este lugar, llegando a la sala del trono, mi lugar.

Abró las puertas, entrando en el lugar, encontrándome inesperadamente con una persona jamás vista ante mis ojos.

Rubio, ojos azules, metro ochenta, sonrisa perfecta y fresca.

Cualquiera diría que es el típico chico que te enloquece, pero,en cambio, a mí no me sorprende en lo absoluto.

—¿Quién osa a profanar mi reino?—Me pregunta el chico.

—¿Tú reino? ¿Quién te has creído?—Le preguntó.

—Carlo Salvatore, hijo de uno de los más grandes de esta dimensión pelirroja—Me contesta.

—¿Pelirroja? Para ti Cassidy—Le comunicó.—Y para tu información en la línea sucesora soy la próxima reina.

—¿Según quién? Tú—Se acerca Carlo a mí.

—Según Luke Harris, mi padre—Me acerco a él.—Y si me permites, quita tus sucias manos de ese centro y devuélveme lo que es mío.

—Ája, la hija del difunto de Luke quiere quitarme el trono—Habla por lo bajo.—Veamos, primero Rochelle Collins, la bastarda de Luke, ¿Y ahora tú?.

—¿Qué le has dicho a Rochelle?—Le preguntó, comenzando a ponerme furiosa.

—Bastarda, ¿Algún puto problema?—Arquea Carlo una ceja.

—Sí, que nadie se mete con mi familia—Empleo aquello que me enseñó Nick, tumbando a Carlo en el suelo.—Los Harris siempre obtuvieron el mando de este mundo, y yo soy una—Le escupo en la cara, mientras le quitó el cetro.

—La niña tiene genio—Se levanta del suelo, sin un rasguño.

—Muerete, Salvatore—Le digo.

—Ya estoy muerto querida Cassidy—Me comunica.

—En el pasado me topé con un gilipollas como tú, no sé cómo cojones consiguió deshacer está armadura que construí yo sola, pero no voy a permitir que pase de nuevo, no está vez, no—Lo miró de malas maneras.

—Vaya, ¿Tan dolida te dejó tu ex-novio?—Me pregunta en medio de una risa.

—Cierra tu hocico—Le digo mientras camino hacía el trono.

—¡Hey! Niña, quita sus manos de ese trono—Me dice a mis espaldas.

—¿Quién me obliga? Soy la reina, recuerda la línea sucesora.

—Cuando los Harris abandonaron el reino de la oscuridad, perdieron ese derecho—Se vuelve a acercar a mí.—Lo siento, pero el reinado ahora es el de los Salvatore—Quien se fue a la tierra perdió su silla.—Se acerca más a mí.

—Y el que se vino al reino de la oscuridad la vuelve a pedir—Le sigo el juego y me acerco más.

Aquel gesto por mi parte, me recuerda a cuando con casi diecinueve años lo perdí todo.

Me perdí a mi misma, a mí familia, a mis amigos, lo perdí a él.

—He pasado dieciocho malditos años encerrada junto al monstruo de Nick, así que no vengas a vacilarme ahora.

—Sí, todos sabemos que pasó—Me dice Carlo.—Pero nunca supimos del inepto de Nick.

—Esta en Southside, ¡imbécil!—Le gritó a Carlo.—Se encuentra encerrado porque supone un peligro para nuestra sociedad.

—Vale, ¿Y por qué acabaste allí? ¿Para hacerle compañía? ¿Por qué tal vez te resultaba divertido?.

—Para salvar el mundo, a mis amigos, para salvar a gente como tú pedazo de mierda—Comienzo a golpearlo en el pecho.—Ójala no haberlo hecho, total solo tropiezo con escoria.

—Cassie—Escuchó una voz reconocible en el fondo de la habitación.

Reconozco esa voz, reconozco la amabilidad y la dulzura con la que pronuncia mi nombre.

Apartó a Carlo de mi vista, visualizando ante mí a aquellas personas que habían venido a pesar de que les dije que no hiciesen aquello.

—¿Y ahora estos quiénes son?—Pregunta Carlo.

—Las mejores personas con las que me voy a encontrar jamás—Le respondo.

Bueno hasta aquí el capítulo 36 hasta el próximo capítulo 37

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