4.

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Los dulzones labios de Sunoo se movían con mucha delicadeza sobre los suyos, desde ese beso supo que nada estaría bien.

Su lengua pasó con timidez por su labio, casi tentándolo.

—¿Quieres matarme?— preguntó el japones alejándose del bonito cuerpo ajeno.

Se sentía mareado, extasiado, se sentía vivo.

Niki no se había sentido así hace muchísimo tiempo, estaba perdido.

Sunoo era tan adictivo, tan cálido, tan inocente, tan ardiente, tan hipnotizando.

—¿No quieres que siga?— hay una preciosa sonrisa en los labios del menor, aprieta sus piernas al rededor de la cadera del japonés, están escondidos en un salón vacío.

Se necesitaban, se ansiaban, ese extrañaban.

—Nunca me cansaría de ti.— murmuró Niki antes de volver a besarlo.

Está vez más rápido y sin delicadeza, comiéndose la boca prácticamente, manos que iban y venían tratando de tocarse, respiraciones agitadas, Niki siempre sabía dónde detenerse.

No quería terminar follándose a Sunoo en un salón vacío en plena tarde.

—Paremos.— pidió con voz ronca y Sunoo solamente lo provocó más frotándose de forma fuerte contra él.

oh no, ¿ahora que va hacer Niki?

—Bien, nos vemos, bebé. — Sunoo le regalo una sonrisa inocente antes de bajarse con cuidado de aquella mesa y tantear la erección del chico para luego irse con una sonrisa traviesa en su hermoso rostro.

Niki lo dejó ir, nunca le pediría algo más no.

Aparte de la notoria atracción sexual que sentía por él, lo amaba.

Amor es un sentimiento muy profundo y significativo.

Amar es algo hermoso.

Ser correspondido aún más.

Niki estaba enfermo de amor por Sunoo.

Sunoo solamente se aprovechaba de eso, haciéndole travesuras.

Y ambos estaban locos por el otro.





Tal vez algunos se confundan pero los capítulos vendrán en desorden ☝️

Obsession ⪼ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora