Obsession ⪼ Sunki

34.

Una suave risita abandonó los labios de Sunoo en cuánto el hermano mayor de Sunghoon se ofreció a llevarlo a casa.
—Realmente no es necesario que lo hagas puedo ir solito.— sonrió de forma dulce, mientras giraba con tranquilidad la perilla de la puerta principal, Sunghoon estaba al lado de Kai, él en cambio había insinuado que se quedará a dormir, cosa que también rechazó de forma educada.

—Al menos, ¿Puedo tener tu número de teléfono? Por favor— aquella pregunta le puso los vellos de punta.

Volteó a verlo y extendió su teléfono celular hacia él.

—Por favor dame tú número, prometo mandarte un mensaje más tarde.— miente, pero prefiere mil veces eso a tener al chico enviándole mensajes, Niki podría leerlo.

Kai rápidamente agendó su propio número y le devolvió el teléfono.

Aquella cama no se le hacía cómoda para nada a Sunghoon, estaba con insomnio y realmente cree que haber dormido con Sunoo a su lado mejoraría mucho aquella sensación.

Hay muchos pensamientos divagando en su mente, por un lado está Niki que no le da buena espina, de repente todos faltaron a su fiesta y el único presente fue Sunoo, ¿Por qué? No lo sabía, el personalmente había invitado a todos.
¿Por qué su mundo se ponía cada vez más raro cada que se acercaba a Sunoo?

Sabe que está mal, sentir algo por una persona comprometida es malo, pero se consuela a sí mismo, el chico es un sol andante, con esa voz suave y esa apariencia de ángel quién sea podría enamorarse.

Quién sea incluyendo a su hermanastro, Kai era patético ocultando su interés por el dulce amigo de Sunghoon.

Y eso en cierto grado le molesta tanto, él quiere que Sunoo deje de verlo como el pequeño, el niño al que debe cuidar y ayudar.

—¿Por qué no me dijiste que en esa universidad había gente tan linda?— la voz de Kai lo saca de su transe y él solamente puede sonreír disimuladamente.

—¿Lo dices por Sun?— el castaño asiente.
—Lástima que nunca te haría caso.— refuta con algo de recelo.

—¿Por qué tan seguro?—

—Sólo... Sé lo que digo— se encoge de hombros y le da la espalda para intentar por milésima vez dormir.

—Sunghoon me contó que tiene un hermano de nuestra edad Sun— comenta el japonés frente a él, habían ido a comer juntos.

—Ujumh, su nombre es Kai.— responde tranquilamente, los vellos de su cuerpo se erizan apenas aquel nombre sale de la preciosa boca de su pequeño.

—¿Y hablaste con él?— pregunta tratando de sonar casual.

—Estuvo con nosotros casi toda la noche, hasta me dio su número pero no pienso llamarle.— Sunoo sonríe nervioso, ocultando su rostro con la carta de aquel restaurante.

Niki suelta una risa y luego escucha un largo suspiro provenir de él.

—Sí quieres hablarle, realmente no tengo problemas. Creo que podrían ser buenos amigos, ¿Por qué no lo invitas a salir?