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La madre de Sunoo había ido a despertar a su hijo, Niki estaba abajo esperándolo, pero cuando entró a su habitación se dio cuenta que Sunoo ya estaba en la ducha.

-¡Ya te dije que dobles tus sábanas!- dijo lo suficiente alto para que el chico lo escuchará. La señora Kim comenzó a doblar las cobijas, encontrando la cama húmeda, ¿Sunoo se había orinado?

-Lo siento, es que desperté de prisa, Niki recién me avisó que venia y...- el chico se quedo parado detrás de ella, sintiendo sus mejillas rojas.

-¿Tienes cinco años? ¿Por qué mojas la cama Sun?- su madre comenzó a quitar aquella cobija soltando un suspiro.

-Es que... ¡Era muy tarde! Y yo estaba muy cansado, al final no pude aguantar.- el chico formó un puchero, besando de forma dulce la mejilla de su madre.
-Prometo lavar toda la ropa yo, no te preocupes. - su madre lo miro por breves segundos, asintiendo con la cabeza.

-Yo me encargó de tú cama cariño, tú ve con Niki ya tiene rato esperándote.- Sunoo asintió con la cabeza, contento de que su madre se tragara aquella historia.

Bajó las escaleras encontrando al japonés sentado en el sofá.

-Ahí está mi príncipe. - el chico se levantó, tomando a Sunoo de la cintura besando de forma casta sus labios.

-¿Te hice esperar mucho?- respondió con tranquilidad, besando de vuelta sus labios de forma más prolongada.

-No mucho, pero vámonos ya.- Sunoo asintió con su cabeza, sujetando su mano para entrelazar sus dedos.


Siete de junio del 2019.

Kai estaba con su mejor amigo Taehyun en una cafetería. Era viernes por la noche, sus padres habían ido al cine, su hermana tenía una cita con su novio y él trataba de relajarse con Tae en su cafetería favorita.

-Hermano, ¿esa no es Bahiyyih?- Kai levantó la mirada y efectivamente, su hermana estaba llorando en una esquina del lugar, Niki le estaba gritando y finalmente vio como la jalo del brazo, sacándola del establecimiento.

-Que mierda... ¿Quién se cree ese imbécil?-


Sunoo balanceaba con ternura la mano del japonés junto a la suya, mientras señalaba uno de los globos aerostáticos.

-Son tan lindos, me gustan.- Niki asintió con su cabeza y sintió como Sun soltaba su mano, solo para correr hasta el puesto de helado dónde comprarían.

Pero el coreano acabó chocando con un muchacho alto.

-Oh, lo siento mucho.- El chico pálido le sonrió de forma amable.

Niki notó eso e inmediatamente caminó hasta Sunoo sujetándolo de la muñeca.

-Vámonos Sunoo.

El tercero se quedó expectante observando como prácticamente el chico arrastraba al que ahora sabía era Sunoo.

-¡Mi nombre es Sunghoon!- gritó antes de perderlo de vista.

Esto enfureció a Niki quién se dio la vuelta volviendo.

-¿Quién te crees? Eres tan descarado tratando de coquetear con MI chico- Sunoo observó la escena con temor sujetando a Niki del brazo.

-Niki, vámonos, mamá me espera... Por favor.- el japonés meditó por unos segundos antes de respirar hondo y sujetar la mano de Sunoo, para llevarlo a su casa.

Sunoo sabía que no iba a ser así de simple. Sin embargo ya no gritaba, ni peleaba cuando el japonés lo tocaba y le hacía lo que le quisiera.

"Te estás acostumbrando Sun, si abrazas a tú osito de peluche todos los monstruos se van, estarás bien"

Así que con un horrible dolor de cadera volvió a casa, saludo a su madre y se fue a dormir con la excusa que estaba cansado.

A la mañana siguiente se despertó húmedo, otra vez se había orinado, era la tercera vez en la semana.

Pero, ¿qué más se podría esperar de un chico que es violado cada que su novio lo veía interactuar con alguien más?

Niki estaba matándolo en vida.

Obsession ⪼ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora