Obsession ⪼ Sunki

30.

El sonido del claxon hizo que Sunoo diera un respingo y acabará de arreglarse, su madre seguía dormida así que probablemente le tocaría desayunar algo en la universidad, salió de su hogar con cautela y observó a Niki en su auto, el chico parecía tranquilo, Sunoo aún no sabía que sucedía.

La tarde anterior había sido casi perfecta y estaba comenzando a tener mucho miedo, meneó la cabeza intentando quitar esos pensamiento de su mente y finalmente entró al auto, recibiendo después un beso por parte de su novio.

—Buenos días Sun, hoy luces más hermoso que de costumbre.— las mejillas del nombrado se sonrojaron con levedad y formó un adorable puchero, robándole después otro beso a su novio.

Niki comenzó a conducir rumbo a la universidad teniendo pequeñas charlas con el coreano, cosas cómo si había dormido bien, si había desayunado que por cierto cuando la respuesta fue negativa inmediatamente se desvió del camino y fue hasta el Subway más cercano a comprarle algo de comer a su novio.

Decir que Sunoo no solo estaba impresionado por el cambio de actitud era poco, estaba asustado y también conmovido.

¿Y sí todo lo malo había sido su imaginación?, ¿Y si Niki era así de bueno siempre y Sunoo fuera el problema?

—Tienes que comerlo todo bebé y te ganas un heladito a la salida, ¿Bien?— le entregó la comida y Sunoo solo asintió como un niño pequeño.

Murmuró un "sí gracias", en voz bajita antes de comenzar a comer con cuidado de no manchar su ropa.

Pocos minutos después llegaron a la universidad, Niki bajo rápidamente del auto para poder abrirle la puerta al más bajo. Gesto que lo enterneció.

—¿Qué sucede con mi novio hoy?— preguntó de repente, arrepintiéndose después, Niki podía ofenderse así que cerró sus ojitos asustado por su reacción.

Pero cuándo escuchó una suave risa los abrió nuevamente, el chico seguía tranquilo frente a él, sus ojos brillando de forma hermosa y una preciosa sonrisa formada en su rostro.

—Te amo Sunoo, de ahora en adelante voy a cuidarte.— besó suavemente sus labios y se alejó un poco, jalándolo de la mano para mezclarse entre los estudiantes quienes comenzaban a llegar cada vez más.

Está nueva faceta le gustaba y sí todos los días comenzaban a ser así de preciosos podría vivir felizmente junto al japonés que tanto amaba. Sin dolor de por medio ni miedo. Sunoo amaba a Niki, amaba cómo lo protegía y procuraba, amaba cómo hacía hasta lo imposible para hacerlo feliz cómo la vez que fue a reclamar al profesor de artes por qué el proyecto de Sunoo no tenía una nota perfecta o cuándo se resfrío por dejarle su suéter, Niki era protector pero también posesivo y ahí era dónde a Sunoo le aterraba, lloraba cuando el japonés le decía nombres despectivos, cuando lo obligaba hacer cosas que no quería y cuando por la más mínima interacción con alguien se ponía agresivo.

Pero todos esos pensamientos quedaron en el espacio cuándo Niki volvió hablar.

—Sunoo, en el almuerzo quiero conocer a Sunghoon.— y al oír aquello el cuerpo entero del coreano se quedó congelado.

Oh no, se comportó bien conmigo porqué le hará daño a él.