7. Sin teatro

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📆DÍAS DESPUÉS

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📆DÍAS DESPUÉS

Un intenso calor fue lo primero que recibió Sara nada más bajarse del avión que los trajo a Bahreim. Calor este que no había aminorado ni un ápice ni siquiera en la noche. Se abanicaba la morena enérgicamente viendo como Carlos se bajaba de su coche. 

Le había dado casi 70 vueltas al circuito y en su rostro se mostraba el cansancio por el esfuerzo demostrado. No fue hasta que se quitó el casco y la balaclava que la buscó la mirada. Solo tardó unos segundos en localizarla. En ver como ella se quitaba los cascos y también se centraba en él. 

Esperó a que se acercara, pues si algo había aprendido durante estos días, era que no debía molestar y no llamar la atención, pues la llegada de ambos al circuito había sido un auténtico revuelo mediático.

-Dime que has reservado en ese restaurante de comida india -la voz de Carlos acercándose a ella, la hizo despegar su vista de las pantallas que mostraban los datos, para centrarse en él. Casi Sara se quedó sin habla al verlo avanzar con pasos determinados, y si, luciendo verdaderamente delicioso, pues el mono de competición le apretaba en los lugares justos donde su imaginación se disparaba- ¿Sara?

-¿Eh? ay, perdona -sintió la morena sus mejillas colorear pues su vista estaba en el cuerpo del piloto, y no en sus ojos- si, si lo he hecho. En una hora, ¿no?

-Así es -le contestó él acercándose aún más hacia donde ella estaba, casi invadiendo su propio espacio personal y cortándole el aliento a Sara debido a esta inesperada cercanía- me estabas dando un repaso, Sarita.

-¡Qué! no...que va, para nada -se excusó ella agitando su mano de un lado a otro, a la vez que abría su abanico para mitigar el calor que recorría su cuerpo a causa de las palabras de Carlos. 

-Te he pillado.

Levantó Carlos su mano, atrapando entre sus dedos uno de los mechones de pelo que se le habían soltado de la coleta. Sus ojos refulgían al mirarla, manteniendo su vista en ella, pendiente de todas y cada una de sus reacciones.

-El mono te sienta muy bien. Estás muy diferente cuando te vistes de piloto -acabó ella por confesarle, abrumada por la cercanía de su cercanía.

-¿Cómo de diferente? -el aliento de Carlos le hizo cosquillas en sus mejillas. Su cuerpo fue todo un amasijo de nervios y temblores cuando él rozó su barbilla con uno de sus nudillos. Un inesperado roce que causó en Sara todo un vaivén loco de sensaciones.

-Diferente.

-¿Más guapo?

-Atractivo. 

-¿Follable? -Sara se mojó sus labios uno contra el otro tras la inesperada y sensual pregunta por parte de Carlos. Estaba claro que él la estaba provocando, algo a lo que ella, estaba dispuesta.

-Mucho.

Una arrebatadora sonrisa se formó en el rostro del muchacho, una que se ensanchó aún más al ver en el rostro de Sara el efecto que causaba en ella. Su mirada estaba brillante, intensa y demoledora fija en él y solamente en él.

Red Heart - Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora