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Se sentía como criminal, un criminal que escapaba de su propia casa.

Seokjin lo había levantado al alba como si fueran cadetes militares en un fuerte entrenamiento, y juraba que nunca en su vida había incluso observado el amanecer en donde tuvo que esconderse entre arbustos, rosales y cualquier cosa que Seokjin consideraba un buen escondite, había sido peor que hacer ejercicio.

Cuando habían salido de la propiedad Namjoon sudaba por todas partes y se sentía pegajoso sin mencionar que tenía tierra, hojas secas así como verdes. Era un desastre.

—Nunca pensé que el matrimonio me llevaría a escabullirme de mi casa como vil criminal además de terminar peor que adolescente hormonal transpirado —Seokjin casi se rio de ello, pero observando que Namjoon estaba mirando un asco su ropa decidió mejor cerrar la boca.

—Cuando lleguemos a mi departamento tomas una ducha —ni siquiera esa información le había puesto de mejor humor.

— ¿La tomas conmigo? — Seokjin levantó las cejas de impresión aunque después su semblante cambió a diversión.

—No

—Entonces escabullirme de mi propia casa y terminar haciendo un asco ha sido para nada.

Antes de que pudiera decir algo Namjoon se había metido al auto que los estaba esperando con una cara de resignación y asco puro que Seokjin pensó que se había casado con un hombre con trastorno de limpieza.

Cuando recorrieron la carretera Namjoon prácticamente iba pegado a la ventana para que al menos el aire lo limpiara un poco y bueno Seokjin solo estaba intentado aguantarse la risa del actuar del hombre.

Cuando por fin llegaron a su destino Seokjin decidió hacer todo lo más rápido posible y se auto agradeció de haberse adelantado comprando ropa para Namjoon y que intuía que ya estaba en su departamento-estudio.

Namjoon había prácticamente acaparado el baño y bueno Seokjin empezó a empacar todo porque había tomado una de las habitaciones de invitados que tenía suficiente luz para poder poner su estudio.

No había contratado algún servicio porque no quería que nadie se metiera con sus cosas o que algunos diseños de futuras colecciones se filtraran así como borradores de antiguas; era muy celoso de su trabajo.

Tenía quizás unas tres cajas ya empacadas solo de trabajos que ya estaban clasificados cuando Namjoon salió de la ducha.

Namjoon observó el departamento que en solo un simple vistazo era un estudio. Había fotografías en las paredes en donde se veían diferentes culturas ya sea de forma arquitectónica, cultural o religiosa.

También había un gran librero con grandes carpetas que estaban clasificadas por culturas, etnias, paisajes y un sinfín de cosas, además también cerca de la ventana había una mesa de trabajo con diferentes cristales o diamantes, aún no estaba muy seguro.

Sin embargo, también en el lugar más apartado y oscuro había una mesa de diseño y alrededor muchos elementos que sabían eran especiales para diseño, también había notado como había un gran librero en donde alcanzaba a leer títulos raros.

Acercándose más al librero notó que eran una recopilación de leyendas, historias, mitos y algunos relatos que desconocía sin embargo eran de diferentes lugares, dejando de lado el librero siguió recorriendo el lugar notando que todo el lugar era como un tributo a la historia e investigación de situaciones extremadamente raras, románticas o quizás bizarras.

No tuvo el valor de preguntarle a Seokjin o al menos intentar abrir una de esas cosas que le llamaban la atención, primero porque sería invasivo hacia la privacidad de Seokjin y en segundo porque temía encontrar algo que no le gustara y como tercero si le preguntaba al doncel éste lo enviaría directo al infierno.

Un Kim (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora