#23: Un dejá vu

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Regreseeeeeeeeeeeeeeeeeeeee después de tanto tiempo, más de un año y es que mi último año de Medicina ha sido una locura. Ya mismo soy médico, en poco, en nada, después de 6 años! omgg

Larguito el cap, pero se los debía a mis poquisimos lectores, espero que les guste <3

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Se despertó antes que el resto, por algún motivo estaba nervioso de ese partido y tal vez era porque no jugaba desde hace meses, casi un año. Solo cedió ante Diego ya que su presión fue demasiada y Dominique logró picarlo lo suficiente, así que se levantó de la cama y fue hacia su clóset, donde estaba colgado su uniforme de quidditch. Tuvo que someterse a unos cuantos arreglos, cambiarle el número de posición y coser unos huecos, pero lo más difícil fue conseguir el bate de golpeador. Anser Greengrass estaba tan enojado que Eddie lo reemplazara que se rehusaba a decirle dónde lo había dejado, poniendo más histérico y loco a Diego, al punto que tuvo que intervenir la profesora Mayer, debido a que los bates de golpeador son propiedad del colegio. Bueno... es que de paso que el hermano de la razón de su discapacidad temporal le quite el puesto, pues estaba duro. Aunque bien merecido e independientemente de si Giulia le rompía la columna, el castigo era no jugar quidditch.

Se sentía súper extraño ponerse el uniforme verde y plateado de quidditch, se había olvidado por completo lo bien que le hacía sentir entrenar y jugar, su ambición en los estudios y futuro profesional pudo más que su deporte favorito, el pasatiempo que mejor lo hacía sentir, la libertad que daba volar y meter goles.

—Tenías razón, Diego, extrañaba el quidditch —murmuró, viéndose al espejo del baño.

Realmente quería jugar como cazador, era su posición favorita, la que mejor se le daba, pero ya tenían a Scorpius que era excelente y tampoco es como si Eddie fuera mal golpeador, lo único es que el hombro derecho le iba a doler horrible esa noche, por mucho que haya entrenado los últimos días y estirado lo suficiente. Sonrió de lado, recordando las veces que compitió contra Dominique en esa posición, qué buen rival.

—Hoy no le voy a mi casa, quiero que Slytherin destroce a Gryffindor en la final —comentó Audrey en el desayuno, colándose como siempre a su mesa.

—Tengo miedo de desgarrarme el hombro —confesó Eddie y tragó el último pedazo de sánduche.

Su hermana solo evitó una risa y rodó los ojos, mientras Audrey hacía un ademán con la mano de que eso no iba a suceder.

—Así que regresó el único e inigualable —gritó la voz de Louis a sus espaldas—, Eduardo Carassi, wuuuu —e hizo gritos de aficionados y del público.

Sonrió de lado y se volteó a verlo, su amigo siempre era leal a Ravenclaw hasta la muerte, tenía las mejillas con franjas azules y bronce.

—Das vergüenza ajena —señaló Eddie y su amigo le dio un empujón.

—Soy leal, no como las traidoras —se defendió, viendo a Audrey.

—Audrey solo lo dice despechada, al primer gol de Ravenclaw va a brincar —comentó Giulia y su mejor amiga le sacó la lengua—, solo quiere ver a Fred llorar si Slytherin gana bien hoy. Les pone más complicado la final.

Louis entrecerró los ojos y frunció el ceño, pensando en aquello último que dijo Giulia y asintió dándole la razón. Su mejor amigo seguía peleado a muerte con su primo, oficialmente el grupo estaba muerto y Eddie no iba a mover un dedo en que la pelea no sea con él, lo que hizo Fred fue horrible, así Audrey no merecía eso, enterarse que él vivía toda su vida con prejuicios y los perpetuara lo ponía enfermo... Él lo había invitado varias veces a su casa, habían tenido casi 7 años de amistad, para que todo este tiempo juzgase así a la gente solo por nacer con un apellido y terminar en una casa con fama de "oscuridad". Bien funado, se lo merecía.

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