¿Decisión correcta?

Esos ojos

Parte II

Carles cada noche seguía a Rafael provocándole paranoia y al momento de buscar aquella mirada penetrante, solo veía la luna así que soltó un largo suspiro. El español solo sintió una punzada en su pecho mientras observaba como su amigo Xavi, abrazaba por detrás al beta y tuvo que esfumarse para evitar que su gruñido lo delatara. Noches caóticas para Carles desde el día que todo ocurrió, como en un gran sueño veía pasar al amor de su vida en brazos de otros, espiando con recelo.

Visitaba cada noche todos los bares en donde acompaño al humano y se alojaba en sucios hostales para pasar la noche, con cualquier beta que se pareciera a su mexicano donde al día siguiente se asqueaba así mismo al no sentir la misma emoción de despertar a su lado. Rafael por otro lado se sentía mejor gracias a Xavi quién lejos de sentir algún tipo de atracción romántica entre ellos, era una amistad que nació de improviso y donde ambos compartían sus corazones rotos — ¿Sabes algo de tu omega? — preguntó Marques al notar los ojos hinchados del alfa.

— Se casará en unos días. Le pedí que escapara conmigo, pero no quiso así que decidió aceptar el matrimonio — respondió Xavi con una sonrisa falsa y carente de emoción.

Ambos se abrazaron con fuerza y Xavi no pudo evitar esconder su rostro en el cuello del beta para ocultar sus lágrimas, ninguno se percató del dragón que soltaba su ira en forma de humo por su nariz y desgarrando aquella pared de concreto. Jamás imaginó que su supuesto amigo estuviera enamorado del mismo humano, sus ojos se cegaban con conjeturas falsas, teorías sin sentido. El reencuentro más incomodo para ambos españoles, Xavi solo cruzaba sus brazos ignorando la mirada de odio por parte de su mejor amigo — Deja de mirarme ¿Quieres? —expresó incomodo.

Ambos se miraban con recelo hasta que Joseph Guardiola líder de la manada española tuvo que intervenir ante el fuerte aroma de ambos alfas — Estamos aquí para la cena previa al matrimonio entre Carles e Iker, nada de peleas — ordenó Guardiola, mirando a Xavi quién solo le dio la espalda.

— Él no se quiere casar ni yo ¿Porqué hacer este maldito matrimonio? — preguntó Carles.

— Tampoco yo quiero amarrarte a alguien que no amas, pero solo así mantendremos la paz entre ambos clanes, Gerard piqué quería que formaras partes de su manada y fue la única opción viables además de sana para ti y nuestro clan — explicó y Puyol no dijo nada más ante esa respuesta.

La cena transcurría con normalidad, aunque Xavi se mantenía alejado de todos solo sonriendo de forma falsa e ignorando a Iker junto con Carles. Era increíble como el destino se había encaprichado en unirlos a los cuatro sin darles un final feliz ni siquiera podía revelarle a Rafael su naturaleza por temor a ser rechazado y perder a su único amigo, ni siquiera se despidió de nadie y se marchó de regreso a la ciudad ignorante de como Iker Casillas lloraba ante la frialdad del alfa que deseaba tener a su lado.

Carles abrió sus ojos lentamente ante esos recuerdos y se levantó del sofá cuando sintió un ardor en el cuarto dedo de su mano izquierda, donde reposaba su anillo de matrimonio y al mismo tiempo un sello que le avisaba cuando su cachorro estaba por convertirse en un dragón. Rafael jamás estuvo de acuerdo en sellar a su propio hijo y siempre odio obligarlo a tomar supresores fuertes que el mismo creó donde podían afectar su biología; el español notó como la vena que conectaba directamente al corazón se iluminaba de color negro siendo la temida señal que no deseaba ver jamás en su vida.

— Todo este tiempo le he mentido a mi hijo y evitado a Rafael... construimos una maldita mentira para protegerlo, pero ha sido en vano — comentó al borde de la desesperación, no había obtenido la vida que tanto le juró a Rafael y destruyó la vida que su humano había construido con Xavi. Hace algún tiempo tras la muerte de Joseph ambas manadas se habían dividido por completo volviéndose enemigas, la única opción para salvar a su clan fue que Carles se uniera a ellos y trabajara con ellos sin ninguna objeción.

Iker Casillas no respondió y solo confortaba al alfa sintiendo una gran compasión y empatía por no poder estar con su destinado, criando a su propio cachorro. La puerta sonó varias veces siendo la señal para que ambos se alejaron un poco — Adelante... — ordenó Casillas y bajo la mirada cuando notó que era Xavi quién entraba trayendo una mirada de preocupación consigo.

— Gerard nos ha convocado en Argentina, ha encontrado a Guillermo y esta creando una equipo de rastreo. David Beckham descubrió en donde está escondido. Solo te aviso que estará Rafael como líder del grupo 1 donde claramente estaré trabajando... te pediré un favor y es que te alejes de mi esposo, he estado alejado de mi familia por seis malditos años por tu causa, con eso saldaras tu deuda conmigo — dijo enojado Xavi sintiendo todas sus emociones a flor de piel, con una emoción que no podía explicar al ver a Iker y pensar en Rafael.

— A estás alturas Guillermo ya sabes que no es humano y... —

— Le revelaré toda la verdad e inclusive sabrá que no mi hijo biológico, pero no es excusa para que quieras follar con mi humano. Al final, ya tienes a un omega — ignoró por completo el gruñido de Carles y le dio la espalda para largarse de ahí sin siquiera poner atención a los ruegos de Iker que se desplomó ante la frialdad y todos estos años no había podido revelarle la verdadera unión de ese matrimonio, donde, aunque deseaban separarse habían firmado con sangre ese pacto.

El contrato unía sus vidas hasta la muerte.