¿Cómo podría enfrentar a su cachorro y explicarle toda esta situación bizarra? A estas alturas, Rafael sabía perfectamente que su hijo conocía su lado animal ¿O reptil? Ni siquiera puede categorizarlo sin sonar discriminador. Se dejó caer sobre la cama boca abajo y con el rostro debajo de una almohada para gritar en silencio buscando liberar todo el estrés que cargaba en esos momentos.
Carles no dudó en olfatear el aroma del humano y si, posesivo a pesar de los rechazos constantes de Rafael ni siquiera se inmutó ante esos reclamos cuando se lanzó sobre de él para ocultar su rostro en el cuello, sus manos se iban deslizando bajo la playera del mexicano que tenía la respiración agitada al sentirse tan débil y necesitado por el español — Por favor... detente — susurró Márquez entre gemidos y claramente Carles no obedeció.
En ese preciso momento Iker estaba en la misma situación con Xavi, besando su cuello después de tantos años y buscarían la forma de estar con sus destinados sin importar ese estúpido contrato hasta que suave risa hizo entrar en razón al dragón; el rizado español abrió sus ojos de golpe observado el lugar a detalle, lo cual descubrió ser tan solo un sueño casi húmedo y soltó un gruñido fuerte e importándole poco si Iker le reclamaba por el ruido incesante.
Tuvo que darse una ducha fría para bajar su gran erección y masturbarse pensando en Rafael.
Al día siguiente fue un caos para todos al descubrir el escondite secreto de la manada que resguardaba a Guillermo y Rafael contuvo por unos segundos la respiración cuando Gerard Piqué ordenó atacar esa misma noche el lugar. El corazón de ambos padres latió con desespero y Beckham olía perfectamente la preocupación de ambos adultos, terminando de unir los hilos en su mente, sin desearlo había conocido al cachorro de ambos y la emoción albergó dentro de su corazón; ese mismo día que se conocieron sintió el aroma de su querido Scaloni ¿Debería tomarlo como una señal de los tiempos y del destino? Su sonrisa se desvaneció cuando recordó a ese otro argentino llamado Pablo Aimar cargando el cachorro de su destinado.
Siendo sincero consigo mismo no podría destruir lo que su amado había construido ¿Cierto?
¿Cuál debería ser su decisión correcta para el final de la noche?
Guillermo cubrió los labios de su querido felino con una de sus manos mientras lo embestía con fuerza, ambos despertaron sumamente calientes y no les importó estar en casa ajena entregándose entre sí, después de dos orgasmos junto con un nudo en el interior de Lionel; ambos se dignaron a terminar de empacar sus maletas para poder irse en unos cuantos días aunque claro bajo la mirada acusatoria de Lionel Scaloni que gruñía enojado ante el retraso — ¿Pueden dejar de pensar en sus pitos y terminar de armar todo? — preguntó al borde de un colapso.
Ochoa empezó a reír divertido mientras cargaba a su omega para salir huyendo de la sala y obedecer al adulto, con la risa de fondo de Aimar junto con sus demás cachorros de la manada. En ese momento tuvo un vacío en su pecho y no pudo evitar quedarse callado a mitad de camino preocupando a su pareja — ¿Qué pasa, Guille? — preguntó Messi bajito.
— Nada... solo recordaba a mi padre. Lo extraño a pesar de... pelearme siempre con él — respondió y recibió un besito sintiendo su corazón tranquilizarse.
Tal vez cuando este en México pueda ir a buscarlo.
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Deliciosa noche en Argentina y con el frío a su esplendor, todos en el pueblo asaban sus malvavisco riéndose hasta que un águila entró desconcertando a Diego Maradona — Tenes que estar jodiendo... ¿Esa águila no es de México? — preguntó el líder.
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¿Decisión correcta?
FanfictionGuillermo jamás imaginó que su mundo se transformaría por completo en tan solo días ni muchos menos encontrar el amor en un extraño pueblo que lo retenía. Pronto descubrirá que el mundo no es tan normal como pensaba y que la realidad siempre supera...