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Los sentimientos escritos en una hoja de papel listos para llegar a su destinatario.

El día de ayer no había obtenido alguna respuesta, pero eso no lo detendría de seguir insistiendo, pues el que no le haya contestado no era un rechazo o no lo había tomado así.

Miro de nuevo el locker que tenía en frente y el sobre con la misma decoración del día anterior. Había estado hablando con sus amigos, y estos le habían aconsejado ser insistente hasta que Axl le dijera un "No" al seguir recibiendo cartas.

Dejó la carta, y salió de ahí con rapidez. Pero, en su camino lo miro con una sonrisa radiante y sus ojos brillaban, en su mano llevaba la carta del día anterior. Lo que le dió a Kurt una leve esperanza de que al chico le hayan gustado sus versos.

Se quedó mirándolo más de lo debido, observando la belleza física de un ser magnífico. Axl lo volteo a ver regalándole una sonrisa amplia.

Kurt no supo que hacer, así que sonrió tímidamente y sintió sus mejillas calentarse. Algo que hizo reír suavemente a su sheccid. Miro como este se alejaba entre la multitud, dejándolo solo con una tonta sonrisa.

Los sentimientos que tenía hacia el eran cada día más fuertes y quería que se mantuvieran así hasta que le diera el "Si" a sus sentimientos, entonces en ese momento podrían sus sentimientos ir mucho mas lejos de los que ya iban.

Suspiro un poco ilusionado.

Axl siguió su camino después de aquel encuentro

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Axl siguió su camino después de aquel encuentro. Al principio quiso ir a su lado y agradecerle, pero se acobardó al no tener las palabras adecuadas para rechazarlo sin hacerle daño y menos cuando lo vio sonrojarse porque le pareció tierno. Además, quería seguir recibiendo aquellos poemas de amor.

Abrió su casillero, notando como un sobre caía. Lo levantó y no hizo falta leer el remitente para saber quien era. En cambio, solo lo abrió con mucho cuidado. Cómo el día anterior había dos pequeñas hojas en este, leyó el pequeño primero.

"Espero te haya gustado el poema anterior, la verdad se que no soy tan bueno en hacer esto pero lo hice pensando en ti y quiero que lo aprecies por eso.

Hoy quiero decirte lo que más me llamó la atencion de ti la primera ves que te vi"

Tomo la otra hoja y con rapidez y cuidado desdoblo el papel, porque quería saber los pensamientos de Kurt hacia él.

Jade mar

Hoy miré lo más bello de tu ser,
el color de la ventana de tu alma.
Su color era cálido y había calma,
me permitió de ti conocer.

El fuego de mi corazón prendió
al tan solo contemplarte
con esa mirada llena de color,
una obra del más grande pintor.

El verde jade que me lleva
a pensar en lo bueno de pecar.
Y el azul mar que suspirar
siempre me hace al mirar.

Ese jade mar que contemplar quiero por toda una eternidad.
Que me lleva a creer que no eres real, sin embargo aquí estás.

Y la belleza de tu alma se refleja
en el iris de tu eterna mirada,
que siempre me aconseja
y hace que en el color me pierda.

Sonrió por tal lindo poema, nunca creyó que el color de sus ojos fueran tan llamativos. Porque no les veía algo especial. Pero alguien encontró la belleza en el color de iris que el creyó aburrido.

Guardo el poema en el sobre, las clases habían terminado y solo había ido a su locker a guardar unos cuadernos. Si tenía suerte todavía podría ver a Kurt en el patio. Está vez sabría que decirle.

Salió corriendo del lugar y lo encontró saliendo del instituto junto con sus dos amigos. Se acerco hacia el, gritando su nombre para que volteara.

Cuando este volteo le sonrió y se acerco a el.

-¿Podemos hablar?.- Pregunto y vio como el chico asintió con timidez.- Vamos a otro lugar.

Axl se alejo de la multitud, quería hablar en calma y sin interrupciones para lo que diría.

-¿De qué es lo que quieres hablar?.- Kurt temía de que se tratara del rechazo.

-Sobre tus cartas. Se que apenas llevas dos días mandándome las pero si te soy sincero, no busco una pareja ahora. Pero...- No sabía cómo continuar.

-¿Qué es lo que pasa?.- Lo miro.

-Quiero seguir recibiendo tus poemas.

Axl temía a que Kurt lo tomara como una burla a sus sentimientos, pero no fue así.

-¿Entonces no me estás rechazando?.- Una sonrisa pequeña apareció en sus labios.

Axl negó.

-No, solo que en este momento no quiero una relación. Tal vez, en un futuro cercano.- Sonrió como el rubio.

-Entonces seré insistente hasta que el si salga de tus labios. Todos los días escribiré un poema para ti, quiero conquistarte sheccid.- La última palabra salio sin que lo pensara.

-¿Che qué?.- Pregunto confundido.

-Sheccid.- Repitió y miro esos ojos cautivantes.

-¿Sheccid? Creo que te has confundido de persona.

-No, para nada. Tú eres mi sheccid masculina. Si me lo permites dejame llamarte así.

Axl lo pensó.

-Solo si me dices quien era ella.

-Sheccid era el nombre de una princesa árabe muy hermosa, quién al ver a los prisioneros se compadeció de ellos y le rogó a su padre que los dejará libres. Pero el Rey no le hizo caso. Un prisionero la vio y se enamoro de ella y, motivado por la fuerza de ese amor, escapo de la cárcel y comenzó a superarse hasta que logro trabajar en el palacio como consejero del rey; pero nunca le declaro su amor y ella se caso con otro de sus pretendiente.

-¿Pero por qué me llamarías así?

-Porque me has motivado, quiero por ti superar las adversidades, superarme y ser merecedor de tu amor. Pero yo no permitiría que te casaras con alguien más.

Axl río por aquello último y sonrió.

-Entonces llámame así. Sheccid. E intenta todo por hacer que quiera tener una relación. Supera está adversidad.

-Por ti lo haré. Haré que cambies de opinion.

Los dos mantuvieron su mirada en el del otro tan solo unos segundos. Para después separarse.

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘴 𝘧𝘰𝘳 𝘮𝘺 𝘣𝘦𝘭𝘰𝘷𝘦𝘥 ·𝘒𝘶𝘳𝘵𝘢𝘹𝘭·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora