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Al estar en la puerta del colegio vio como Axl se acercaba con una gran sonrisa en sus labios. No pudo evitar sonreír con él.

-¿Nos vamos?- El colorado pregunto.

-Si, vamos.

Kurt tomo con suavidad la mano de su acompañante. No estaba tan lejos la plaza del colegio, por lo que no tardarían en llegar.

No hubo gran plática en el transcurso a la plaza, pero tampoco había sido incómoda la caminata. Solo disfrutaron el tiempo con el otro, mientas caminaban tomados de la mano.

No había mucho gente en la plaza por la tarde, lo que a los dos les gustaba. Fueron a un pequeño puesto de helados, donde pidieron sus favoritos; uno de chocolate y el otro de vainilla. Fueron a sentarse alrededor de una gran fuente en el que se podía escuchar la caída del agua.

Kurt jugó un poco y envaró a Axl con su helado, Axl quiso regresarlo, pero no lo logro y lo único que había logrado era que el rubio riera, el igual lo hizo.

-Deja de moverte.- Axl intentaba envarar a Kurt con su helado, pero este no dejaba de moverse.

En un movimiento rápido y ágil, Kurt logro volver a envarar a Axl de helado de vainilla en su mejilla.

-¿Vas a rendirte ahora?- Kurt intento no reírse por la situación de desventaja por la que Axl estaba pasando.

-Nunca lo haré.- Volvió a intentar lograr su cometido.

-Es más fácil que te rindas.- Río.- No creo que logres...- Su oración no fue terminada porque Axl había logrado llenarlo de helado de chocolate en la nariz.

-¿No crees que qué?- Burlón pregunto.

-Vale, vale. Lo lograste.- Quito con su dedo índice el helado de su nariz para llevárselo a la boca. Axl hizo lo mismo con el helado en su mejilla.- ¿Quieres ir a los juegos de arcade?

-Si, vamos.

Los dos chicos se levantaron del suelo y empezaron a caminar a una tienda de aquella plaza. Entraron a una sala de arcade llena de luces azules y rojas. El lugar estaba vacío, solo ellos dos estaban ahí.

Empezaron jugando ping pong, donde ninguno de los dos era tan bueno, así que lo dejaron rápidamente para ir a otro juego. Está vez, escogieron uno de peleas, donde en más de una ronda ganó Axl por su experiencia en ese tipo de juegos.

El siguiente juego fue uno de carreras de autos, donde hubo una apuesta de por medio.

-Si yo gano debes darme un beso donde quieras.- Kurt dijo decidido.

-¿Y si yo gano, tú qué harás?

-Escoge lo que quieras tú.

Axl lo pensó un momento antes de decir lo que quería que Kurt hiciera.

-Me invitarás al cine.- Kurt asintió a la propuesta.- Entonces, empezemos.

El juego fue un poco difícil por los obstáculos y el que ninguno de los dos quería perder. Hasta que por fin uno de los dos perdió.

-Tienes que cumplir tu parte, Axl.

Este sólo río y asintió, dio un corto beso en la mejilla del rubio.

-Dijiste que donde yo quisiera.

-Si, lo dije.- Sonrió.- ¿Aún tienes ganas de ir al cine?

-Si, pero como yo perdí no puedo dejarte pagar todo. ¿La mitad y la mitad?

-Si, me parece bien.

Los dos fueron hasta la sala del cine, escogieron una película de terror, ya que a ninguno de los dos les gustaban las películas románticas donde exageraban todo. Los bocadillos fueron comprados entre los dos.

Ese día, la sala en el que verían la película se encontraba completamente vacía. Así que, sin respetar sus lugares escogidos, se sentaron en donde quisieron.

Durante la película ninguno puso atención, jugaban con las palomitas aventando las por todo el lugar o hacia su compañero. Los ositos de gomita fueron los protagonistas de la pelicula que los dos hicieron en un momento, exagerando tanto actuaciones como voces, algo que los saco una gran carcajada.

También, jugaron con los popotes de sus bebidas, poniéndose las en los orificios de su nariz. La película paso a segundo plano, mientras ellos se divertían por lo que se les ocurría o decían.

Ellos fueron la película sin darse cuenta.

Cuando termino la película, los dos rieron al darse cuenta que no le tomaron gran importancia. Pero, no les importaba, porque se divirtieron estando ahí adentro.

-Eso fue muy divertido.- Axl sonrió, hacía mucho que no se divertía tanto saliendo con alguien.

-Si, me encantó salir contigo.- Le regreso esa sonrisa de tonto enamorado.

Los dos caminaban para salir del lugar, dándose cuenta que el sol ya se había ocultado.

El tiempo pasaba tan rápido cuando estaba con la persona indicada.

-Te acompaño a tu casa.- Ofreció Kurt.

-No, gracias. Ya has hecho mucho hoy.

-No hay por qué agradecer. Ademas, yo te invite, déjame ir a dejarte.

-Bien, está bien.

Aún sin saberlo, Axl estaba feliz no solo por la salida, sino por la persona con la que había estado ese día.

Kurt acompaño a Axl a su casa, y en el transcurso la conversación fue más animada. Los dos hacían chistes y se reían de ellos.

Cuando estuvieron justo e frente de la casa de Axl, los dos se despidieron.

-Espero volver a poder salir contigo.- Axl termino por decir y saco las llaves de su bolsillo.

-Yo igual, me divertí mucho contigo.

Axl solo sonrió y se acerco al rubio, dejo un casto beso en su mejilla de nuevo. Después de eso entró a su casa. Kurt estaba muy feliz por lo que había pasado ese día y más por los dos besos en la mejilla.

Aunque, no era algo muy grande a Kurt le había emocionado mucho. Sentir los suaves labios de Axl sobre su mejilla le hizo muy feliz.

Ese día, fue uno muy especial para los dos sin saberlo.

𝘗𝘰𝘦𝘮𝘴 𝘧𝘰𝘳 𝘮𝘺 𝘣𝘦𝘭𝘰𝘷𝘦𝘥 ·𝘒𝘶𝘳𝘵𝘢𝘹𝘭·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora