4.Xylo

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Freddy estaba en las ruinas, dos semanas y contando habían pasado desde que ocurrió el incidente de Conway. 

Patrullaba en soledad y en ocasiones iba acompañado por Isidoro, odiaba admitirlo, pero le gustaba pasar tiempo con el alumno promesa, quien ahora era oficial I. Pero últimamente todo su tiempo estaba invertido en estar detrás de los escritorios de su oficina en Comisaría.

Ya que todos los papeleos, todos los permisos y toda la somanta de hostias complicadas que significaba ser el superintendente, recaían en él al ser el segundo pilar de la Comisaría. 

Termino de firmar la última planilla y dejo el papel encima de una pila de un montón de papeles más. Dio una mirada rápida a una taza de café que tenía allí, y suspiro levemente al darse cuenta que lo poco que quedaba en ella, ya estaba congelado. 

Así que se puso de pie y prendió la cafetera que tenía en la oficina, en cuanto sintió la vibración de su móvil. 

Al buscar el aparato, se dió cuenta que tenía un mensaje nuevo en la Dark Chat. Pico sobre la aplicación y el rostro de Freddy se frunció inmediatamente.

✉️ Xylo. 

"Requerimos información sobre el superintente Jack Conway, con algún indicio de mejoría pronto, Castro estamos esperando el segundo informe. Caso contrario, nos veremos en la necesidad de enviar otro agente para reemplazarlo. Señor Trucazo, le encomendamos a usted la misión de enviarnos un nombre como sugerencia. Estaremos al pendiente." 

Iba a responder el mensaje, pero en ese momento escucho que alguien estaba golpeando la puerta, así que apagó la pantalla del celular y lo guardo en el pantalón. 

— ¡Adelante! 

Gustabo entro a la oficina luego de que el Comisario se lo permitirá. Lo primero que vio fue a Freddy parado frente a la cafetera. Él rubio traía una bolsa de cartón y dos tazas de café en manos. 

— Uy, llegó tarde. — Sonrió levemente en lo que dejaba las tazas sobre el escritorio.

— No esperaba verte hoy, la verdad. — Al ver los cafés, apagó la cafetera. Volvió al escritorio principal para tomar las pilas de planillas y moverlas a otra mesa para que no estorbaran. 

Una vez termino de moverlas, tomo asiento en el escritorio, recostando su espalda totalmente en el respaldo de la silla.

Gus abrió la bolsa, dejando ver de su interior, unas galletas con chips de chocolate. La dejo en el medio del escritorio y le extendió a Freddy una taza de café, que acepto de manera inmediata. 

— ¿Paso algo para que vinieras tan tarde? — Interrogo el hombre de cabello negro en lo que le daba un trago al cafe. 

— No realmente, solo quería verte e informarte que mañana mismo me reincorporo al cuerpo. 

— Joder, nunca pensé que iba a alegrarme de escuchar esas palabras. Créeme que alegraras a más de uno. — Freddy abrió uno de los cajones, y le entrego a Gustabo, su placa y arma reglamentaria. 

— Yo creo que más de uno se querrá tirar del Zeta porque vuelvo más recargado que nunca. — Dijo el rubio en lo que le daba una mordida a una de las galletas. Dejo el arma a un costado y colgó la plata con el collar en su cuello.

— Hace semanas que no te veía, despierto, aclaremos. — agarro una de las galletas y mordió un trozo, saboreando del chocolate en ella. 

— Ya, por eso es que he venido directamente. No nos decimos buenos días, ni buenas noches. ¿Volvemos a empezar, quieres? 

When the saints go marching || FreddytaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora