When the saints go marching || Freddytabo

8. Las campanadas del final

La semana había transcurrido con mucho pesar para toda la malla, la desaparición del superintendente fue tomada como un traslado a un hospital de mayor jerarquía, fuera de Los Santos.

Pero la verdad, que solo la conocían algunos miembros de los altos cargos, era que fue secuestrado por los servicios de Inteligencia. Afortunadamente Holliday corrió con la suerte de tener solo unos moretones en el rostro y en el abdomen, Gus y Castro se encargaron personalmente de darle todas las comodidades posibles. El inspector jefe lo cuidaba durante los días, realizaba 10-10, le llevaba café y unas galletas, conversaban de la vida y todo lo que estaba pasando en Los santos. Mientras que Castro se pasaba con él todas las noches vigilandolo.

Al final de todo, los directores del FBI se apoderaron en su totalidad del mando de la comisaria de la ciudad. Ya que el comisario Trucazo se reporto él mismo inoperante hasta nuevo aviso. Necesitaba calmar sus nervios y no iba a lograrlo rodeado de tantos inútiles.

Viktor y Horacio se estaban ocupando de una manera espectacular, día por medio realizaban prácticas con los agentes, intentaban también aportar su grano de arena para que fueran más funcionales en sus labores. Y a decir verdad, lo estaban consiguiendo, día tras día disminuían las denuncias y las malas praxis de los agentes, incluso desminuyeron las preguntas a H-50, dejando la radio totalmente limpia.

Freddy pasaba los días encerrado en su casa, se despertaba temprano, bebía una taza de café y se ponía a hacer la limpieza. Pero ese dia, se quedó tildado en la mesa de la cocina, mirando el humo de su café salir de la taza, parecía que su cabeza estaba recordando viejas vivencias.

Gustabo también se sirvió una taza de café y se quedó observando a Freddy, el comisario ni se había dado cuenta que él aún seguía en la casa.

~•~•~•~•~•~!!Flashback!!~•~•~•~•~

- Lo lamento Gus, pero me temo que si tus sentimientos son esos. Es mejor que lo dejemos aquí, no puedo estar ligado contigo sentimentalmente, neno. No quiero más debilidades en mi vida.

- ¿De que coño me hablas, Freddy?

- Ya me oíste neno, es la última vez que estaremos juntos. - Decía Trucazo mientras se colocaba su camisa negra y terminaba de abrocharse el cinturón del pantalón.

Gus solo se mostraba confundido, él estaba sentado en la cama, cubierto entre las sábanas.- Ayer me decías que era tu mundo y hoy me dices que esto no puede continuar. ¿Que ha pasado?

- Pasa que yo no estoy dispuesto a velar por nadie más que por mi mismo.

- Y aquí es donde me dices que me estás haciendo una broma de mal gusto. - Dijo el rubio bromeando, pero su tono de apagó en cuanto Trucazo se dió la vuelta para mirarlo de una manera seria.

Cuando Freddy ingreso como Comisario a la comisaría de Los Santos, el flechazo que tuvo Gus por él fue automático. Había algo en ese hombre que le atraía, lo sentia como una atracción mortal. Ya que nunca se había atrevido a mirar a ninguno de sus compañeros con otros ojos ni mucho menos a ningún superior, pero era inevitable no hacerlo con él, parecía que habia encontrado alguien que pudiera llevar su complicado temperamento.

Comenzaron a patrullar juntos, charlas de diversas cosas. Se habían tirado así durante tres meses, hasta que una broma subida de tono termino con ellos dos en uno de los cuartos del Vanilla y ese encuentro fue el primero, de varios que vinieron después. Incluso se unieron aún más desde esa reunion que tuvieron todos con el agente del nivel 8.

Sin embargo, las cosas de un día para el otro se habían tornado tan diferentes de una manera totalmente abrupta que llevo a esa mañana en la que Freddy decidió cortar cualquier lazo con Gustabo, manteniendo únicamente la laboral.