Capítulo 16

406 33 162
                                    

LA VERDAD DE UN CORAZÓN ROTO


Este ciertamente no era el encuentro que Izuku hubiera esperado. Mucho menos tratándose de Melissa, pero, la mente del omega estaba tan jodida por todas estas cosas de mierda ocurriendo al mismo tiempo, que realmente no le importó. Lo primero que hizo tras ver al alfa en el suelo –nuevamente–, fue llorar. Volvió a hacerlo tan desconsoladamente como la primera vez y, sin embargo, no hallaba reconforte en eso.

La rubia lo miraba con lo que parecía ser lastima. Odiaba que las demás personas le lanzaran aquellos ojos, pero, después de todo este desastre, ¿Qué tanto podía importarle eso? Melissa lo había salvado al salir de la nada y solamente necesitó dejarse caer para terminar de derrumbarse completamente.

Había estado aterrado. Había pensado que no volvería a ver a Shoto y, para sorpresa de él, todavía estaba aquella reacción que tuvo de protección a su vientre. Las emociones eran demasiadas. No podía fingir que este atentado no había sucedido y, la mejor manera para exteriorizarlo, era llorar de esta forma.

El aire lo ahogaba. Ni siquiera podía vocalizar palabras y sollozaba contra el suelo sintiéndose el más grande idiota. ¿Qué otra cosa podría ser si en realidad se había enamorado de ese lunático tiempo atrás? Ni siquiera meditó lo que eran. Ni siquiera fue capaz de razonar sobre la maldad que había en aquel mundo donde estaba la liga y, aunque siempre había presumido ser diferente a los omegas, realmente había actuado como estúpido cuando pensó que Dabi era alguien diferente.

Era un maldito villano. Alguien con la mente retorcida y, a diferencia de él, Dabi no utilizó su dolor para ser mejor, sino todo lo contrario. Había intentado hacerle daño y quizás era eso ultimo lo que más impacto le había causado al de pecas.

¿Y qué decir? ¿Acaso las traiciones no vienen de los seres más cercanos?

Melissa saltó desde el alfeizar e Izuku volvió a odiarse cuando su cuerpo se contrajo con temor. Entre todas esas emociones encontradas, no ignoraba aquella que odiaba mostrarse tan débil frente a alguien como ella.

— ¿Estas bien? — La voz de Melissa todavía delataba la adrenalina. Aunque ella trataba de aparentar con esa posición tan firme, su voz no había engañado al omega.

Sí, Dabi era aterrador en realidad...

Entre sus berreos, Izuku seguía sin encontrar la calma y fuerza para hablar. Volvió a abrazarse a su vientre y negó con la frente casi pegada al suelo.

— Llamaré a la policía y a una ambulancia. — Informó la rubia colocándose junto a Izuku. — ¿Debería llamar a...

El omega no necesito que ella terminara la pregunta, sabía que se refería a Shoto; sin embargo, volvió a negar esta vez tomándola del brazo para que realmente cumpliera con eso.

— ¿C-Cómo es... — Inició ahogándose en sus propias palabras. — ¿Por qué estas...

— ¿Por qué estoy aquí? — Completó la chica e Izuku asintió levantando la mirada hacia ella.

Melissa, quien tenía el teléfono en mano, lo bajó un momento para apretar los labios en conflicto. Tal parecía que la respuesta era más compleja de lo que Izuku podía pensar.

— Es... complicado... — Tal como sospechó el de pecas. — Por ahora permíteme llevarte hasta el pórtico del edificio, la ambulancia y la policía no tardaran en llegar.

La omega ayudó a Izuku a levantarse. Parecía ser que toda la fuerza de su cuerpo hubiera sido drenada y, a pesar de eso, continuaba llorando.

Ambos salieron del departamento y, para entonces, la luz de aquel atardecer había logrado consumirse por densos nubarrones. Bastante apropiado al parecer del omega, quien, débilmente, bajó hasta llegar a la planta baja.

Me rehúso [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora